Theresa May trata de calmar a los suyos tras publicarse que contempla adelantar las elecciones por el 'brexit'
El líder laborista, Jeremy Corbyn, anuncia que defenderá un segundo referéndum del 'bréxit' si se lo piden sus bases.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha pedido este domingo a sus correligionarios que mantengan la "cabeza fría" en un momento en el que las negociaciones del brexit han encallado en Bruselas y han surgido rumores sobre unas elecciones anticipadas en el Reino Unido.
La preocupación entre los asesores de May por la falta de apoyos a su plan para el brexit les ha llevado a barajar la posibilidad de convocar unos comicios para tratar de aglutinar nuevas fuerzas, según fuentes conservadoras citadas por el diario The Sunday Times.
Downing Street, el despacho oficial de la primera ministra, se apresuró a desmentir esa opción, que también descartó el ministro para el brexit, Dominc Raab.
En junio de 2017, May llamó a los británicos a las urnas para intentar reforzar su liderazgo al comienzo del diálogo con la UE, pero sus planes se torcieron y terminó perdiendo la mayoría absoluta que mantenía hasta entonces en el Parlamento.
Segundo referéndum
Aprovechando la situación, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha llamado a la convocatoria de unas elecciones generales cuanto antes para dar la opción a que un Gobierno laborista dirija las negociaciones del brexit antes del próximo 29 de marzo, fecha prevista para la ruptura.
De hecho, Corbyn ha anunciado que se convocará esta semana una "votación clara" para que los afiliados se pronuncien sobre la postura que debe tomar el partido respecto al curso de las negociaciones del brexit, aunque indicó que aún no se ha decidido la pregunta concreta que se les trasladará.
La presión sobre el líder de la oposición en el Reino Unido ha aumentado tras publicarse una encuesta de YouGov que sugiere que el 86% de los miembros del Partido Laborista quieren que se convoque un nuevo referéndum sobre el resultado de la negociación entre Londres y Bruselas.
Corbyn, que durante la campaña del plebiscito de 2016 fue acusado de tibieza en su defensa de la permanencia en la UE, rehusó declarar, en una entrevista con la BBC, qué votaría si volviera a preguntarse a los británicos sobre salir o quedarse en la UE.
"Son conjeturas sobre cuál sería la pregunta", respondió el líder laborista, que subrayó que "el 40% de los votantes laboristas votó por salir (de la UE) y el 60% votó por permanecer, pero ninguno de ellos votó por perder su trabajo ni que se rebajen los estándares alimentarios".
Corbyn insistió en que su estrategia pasa por pedir unas elecciones generales en el Reino Unido que le otorguen la opción de tomar las riendas de las negociaciones con Bruselas desde el Gobierno británico.
El líder laborista cree que el escenario de unos comicios en los próximos meses es posible, dada la cantidad de diputados conservadores que están a disgusto con la gestión del brexit de la primera ministra y que podrían contribuir a forzar su salida.
"Este Gobierno no parece demasiado sólido. Podríamos estar perfectamente encaminándonos hacia unas elecciones generales. Nosotros estamos preparados", argumentó Corbyn.
Presiones externas... e internas
Además de las presiones desde la oposición, la líder "tory" debe hacer frente a las voces cada vez más numerosas dentro de su propia formación que le reclaman un cambio de rumbo en sus planes para el brexit.
"He dicho en muchas ocasiones que estas negociaciones serían duras, y desde el principio estaban destinadas a ser aún más duras en sus etapas finales", dijo hoy May para tratar de calmar los ánimos entre sus compañeros de partido, a quienes les instó a "controlar los nervios".
Tras la negativa de los líderes europeos a aceptar el llamado plan de Chequers, que propone mantener al Reino Unido en un área de libre comercio de bienes tras el brexit, la facción más euroescéptica de los tories ha reactivado su exigencia de apostar por un acuerdo de comercio más laxo, similar al que la UE firmó con Canadá.
Los líderes comunitarios han abierto la puerta asimismo a convocar una cumbre extraordinaria en noviembre si es necesario para formalizar el acuerdo final sobre el "brexit".
A pesar del desencuentro entre Londres y los 27 socios europeos restantes, escenificado la semana pasada en Salzburgo (Austira), el ministro del brexit, Dominic Raab, se mostró confiado en que todavía se pueda alcanzar un pacto si la UE muestra "ambición y pragmatismo".
En caso de que no se produzcan avances, advirtió, Londres continúa haciendo planes para gestionar una posible salida sin acuerdo, y avanzó que prevé publicar este lunes una nueva serie de documentos técnicos que analizarán el impacto de ese escenario en diversos ámbitos.