Terror en Madrid
Y no me refiero en este caso a la que nos está cayendo alrededor de la pandemia. Hablemos de terror cinematográfico.
Se celebran estos días la fiesta de Halloween, de los muertos, de los difuntos, de las ánimas, que cada uno lo llame de una u otra forma, según sus preferencias y creencias. Y lo cierto es que el epicentro de la fiesta es la mitología en torno al terror. Pues bien, la Consejería de Cultura de la región madrileña, a través de su oficina de promoción de rodajes, Film Madrid, lanza un mapa-guía llamado Comunidad de Madrid, Fantastic, como ya hiciese anteriormente con otra guía, Comunidad de Madrid, Territorio Far West. En este caso, hablamos de cine fantástico, el de fantasía, imaginario, ciencia ficción y terror. Y aunque el terror es sólo un aparte del fantástico, sólo hay que ver la portada de la guía, ilustrada con la imagen de Paul Naschy, caracterizado de licántropo en El retorno del hombre lobo, y con la silueta del Castillo de La Coracera, uno de los enclaves de los rodajes del género en la región madrileña, que da fe que las películas terroríficas son mayoritarias en el cómputo de filmaciones.
Así es. En España en general, y en la Comunidad de Madrid en particular, se han rodado especialmente desde los años sesenta, películas con “Zombies, vampiros, hombre lobo y otros terrores en el cine español”, como decíamos en el documental Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror. Insólito, para un país tradicionalmente descreído con lo fantástico, a pesar de la existencia de folclore sobre lo sobrenatural y lo monstruoso, y de autores como Lope de Vega, Villaroel y, sobre todo, Gustavo Adolfo Bécquer, que escriben textos que tocan lo extraordinario. Parece como que en el glorioso imperio, durante mucho tiempo, se rechazó lo fantástico, herencia de los tiempos inquisitoriales, sin duda. Y a nivel cinematográfico, salvo los trabajos de Segundo de Chomón a principios del siglo XX y de títulos sueltos, como la maravillosa La torre de los siete jorobados y otros posteriores como Ella y el miedo o Gritos en la noche, la cinematografía española no le dedica espacio a lo imaginario. Hasta que llega un madrileño, Jacinto Molina, con el alias de Paul Naschy, a proponer una película con vampiros y hombres lobo. Y ahí se precipita todo, con el estreno de La marca del hombre lobo de Enrique López Eguiluz. Nace el género en España tal y como lo conocemos.
Cientos de títulos, rodados en su gran mayoría en la actual Comunidad de Madrid. El mapa guía incluye tres rutas por municipios de la región, un listado de principales localizaciones en la capital, así como títulos de otros cincuenta y seis municipios madrileños. Se publica en un momento oportuno, ya que se cumplen estos días veinticinco años de El día de la bestia de Álex de la Iglesia, una de las mejores películas, no sólo del género, sino del cine español de todos los tiempos; más madrileña, imposible. Un cumpleaños que coincide con otro de este fatídico 2020, cien años del nacimiento de Ray Harryhausen, maravilloso genio de los efectos, que rodó aquí buena parte de su filmografía. Y cuarenta años de la primera edición del célebre Imagfic, el Festival de Cine Imaginario y de Ciencia Ficción de Madrid, que se celebró anualmente durante más de una década, de memorable recuerdo para los aficionados.
Mimetismo en los repartos, en las ambientaciones, para camuflar las películas como anglosajonas, con rodaje de doble versión, con y sin desnudo de las actrices, para el extranjero y el censurado mercado interior, los rodajes del terror se sucedieron uno tras otro en Talamanca de Jarama, San Martín de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa, Navacerrada, Lozoya, Torrelodones, o la propia capital. Cargadas de violencia y sexo... hasta donde se podía. Y con presencia de los nombres internacionales del género, ya que aquí rodaron Boris Karloff, Vincent Price, Peter Cushing o Christopher Lee, las grandes estrellas del fantástico, como también lo hacen importantes directores internacionales entre los que destacan Mario Bava, Terry Gilliam, John Milius o Guillermo del Toro. Toda una industria.
La noche de Walpurgis, La noche del terror ciego, La residencia, Pánico en el Transiberiano, No profanar el sueño de los muertos, Mil gritos tiene la noche… Así, hasta llegar a la actualidad, con un género vivo, con títulos recientes como Voces, rodada en Torrelodones, o nuestro largometraje-antología, Vampus Horror Tales, rodado en Leganés, Navacerrada, Colmenar Viejo y Madrid.
Terror aparte, la guía incluye apartados de, además de Paul Naschy, los rodajes de las estrellas internacionales del fantástico en la comunidad; el rodaje de Arnold Schwarzenegger, Conan el bárbaro, y la trilogía de Simbad, de Ray Harryhausen (Simbad y la princesa, El viaje fantástico de Simbad, Simbad y el ojo del tigre); películas de superhéroes y de extraterrestres; y el Madrid de La torre de los siete jorobados y El día de la bestia.
Pues sí, el terror en Madrid, existe, al menos el cinematográfico, el otro es miedo. Y como el cine, no sólo se ve, sino que también se lee o se pasea, en rutas tan estupendas como esta. Quedan invitados a visitar los escenarios del terror, ya sea presencialmente, o virtualmente, lo que toque, sea oportuno, y nos dejen.