"Tempus fugit y oposición "perdudit"", por Marta Flich
Vivir a la contra no es nada recomendable, y algunos no pueden parar de hacerlo.
Vivir a la contra no es sostenible, ya que te convierte en un negacionista por sistema. Todo lo que no sea lo que yo pienso está mal, yo soy el ombligo del mundo, el centro del universo y tiene que hacerse lo que yo diga.
Si José María Aznar acerca presos, no hay problema, si lo hace Pedro Sánchez, entonces es un golpe de Estado. También están en contra de que el rey cumpla la Constitución, mientras proclaman a los cuatro vientos que son los más constitucionalistas.
Les viene mal que se quiten las mascarillas en exteriores, pero también les venía mal el confinamiento. Les viene mal el estado de alarma, pero también que se quite. ¡Qué patriotismo más extraño!