Stoltenberg: “Nuestra misión era proteger a EEUU, no a Afganistán, y lo hemos conseguido”
El secretario general de la OTAN admite errores en los 20 años de intervención, pero reprocha a los exdirigentes locales su “falta de liderazgo político y militar”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha concedido una entrevista a un grupo de medios europeos, entre los que se encuentra el español El País, en la que rechaza que la misión internacional tuviera como meta proteger o democratizar Afganistán, una conversación con cierta autocrítica por los 20 años tirados con el nuevo ascenso talibán pero en la que también carga duramente contra la contraparte local, que al entender del noruego no estuvo a la altura del reto.
“Nuestra misión era proteger a Estados Unidos, no a Afganistán, y lo hemos conseguido”, afirma, en consonancia por lo dicho por el presidente de EEUU, Joe Biden. “Es muy importante señalar que la OTAN continúa siendo una alianza muy fuerte. Cierto, invocamos el artículo 5 en 2001. Pero no lo invocamos para proteger a Afganistán. Lo invocamos para proteger a EEUU, que es miembro de la OTAN. El motivo para ir a Afganistán era impedir ataques contra EEUU y otros aliados, y durante 20 años hemos impedido que Afganistán fuera el santuario de grupos terroristas que pudieran planear y organizar atentados contra los países de la OTAN. Eso ha sido un logro significativo. El plan no era estar allí para siempre”, explica.
“Afganistán es una tragedia para el pueblo afgano, el final de la misión fue una decisión dura y difícil, pero no cambia nada en el compromiso de los aliados de protegerse unos a otros. Y no cambia nada en la credibilidad del artículo 5, porque era para defender a EE UU de ataques terroristas y eso es lo que hemos hecho. No era para proteger a Afganistán”, dice al ser preguntado por el choque entre EEUU con la UE o el G-7 a la hora de hablar de los plazos de la evacuación, fijada para el 31 de agosto y que los aliados de Washington querían ampliar.
Sobre las lecciones que se pueden aprender de este desastre, el secretario general de la Alianza atlántica sostiene que son “muchas”, “pero una es que utilizar la fuerza militar es una decisión muy seria y difícil, y no es obvio cuándo funciona y cuándo no”. “Pero la OTAN debe estar lista para utilizar la fuerza militar de nuevo”, añade.
“Es doloroso ver lo que está pasando en Afganistán. Es una tragedia para el pueblo afgano (...), rompe el corazón ver el sufrimiento, la tragedia que está viviendo Afganistán, y la gente que tiene que salir de su país o la que tiene que quedarse, pero teme por su vida. Y ver que el progreso en derechos políticos, sociedad civil, derechos de la mujer, está ahora en peligro”, lamenta a su vez Stoltenberg.
Sobre la desintegración del ejército afgano y sus quejas de que la OTAN lo ha abandonado, asume que no esperaba “que todo colapsase en cuestión de días después de 20 años de potente inversión para crear las fuerzas militares afganas, de pagar sus salarios, de financiar su formación, de equiparles con armamento”.
“Creo que ha sido una cuestión de liderazgo. He conocido a soldados afganos valientes, comprometidos con defender su país frente a los talibanes. Pero si esos soldados no recibían su salario, no recibían suministros ni municiones, es normal que la falta de liderazgo político y militar llevase al colapso”, prosigue, aunque reconoce que hay que hacer “autocrítica” también, ser “abiertos y humildes” en el análisis de lo hecho y no hecho.
Pese a todo, defiende ”éxitos” como “haber evitado ataques terroristas, haber permitido el acceso a la educación de millones de mujeres o haber facilitado un progreso social y económico significativo”. “Son cambios que han transformado Afganistán”.
Ahora la prioridad son los rescates, que defiende han de hacerse antes del 31 de agosto, porque “cuanto más tiempo estemos, mayor es el riesgo de un ataque terrorista”. “El mayor desafío ahora no es sacar a la gente sino lograr que lleguen al aeropuerto, cuyos alrededores están controlados por los talibanes, así como el resto del país. La prolongación no serviría de nada si la gente no puede llegar al aeropuerto. Por eso debemos evacuar al mayor número posible de gente en los próximos días”, concluye.