El aterrizaje está siendo el talón de Aquiles de los cohetes con los que SpaceX, la compañía de Elon Musk, quiere llevar seres humanos a la Luna y a Marte. Este martes un prototipo de la gigantesca aeronave explotó durante una prueba, en el que es el segundo intento fallido en casi dos meses.
El Starship Serial Number 9 (SN9), prototipo del cohete con el que SpaceX busca transportar hasta un centenar de personas y unas cien toneladas métricas de carga, se estrelló al aterrizar durante una prueba efectuada en la base de la compañía en Boca Chica (Texas).
La inmensa nave despegó impulsada por tres motores tipo Raptor y alcanzó una altura de unos 10 kilómetros, menos que en el anterior test del 9 de diciembre, pero, como en esa prueba con el SN8, explotó al intentar aterrizar, creando una visible bola de fuego y a poco más de seis minutos de haber emprendido vuelo.
“Tuvimos, de nuevo, otro gran vuelo. Tenemos que trabajar un poco en ese aterrizaje”, dijo el ingeniero de SpaceX John Insprucker durante la transmisión del vuelo hizo la compañía.
“Obtuvimos muchos datos buenos, y el objetivo principal, demostrar el control del vehículo en la reentrada subsónica, parecía ser muy bueno, y sacaremos mucho de eso”, agregó el especialista en un tono positivo sobre el prototipo, construido con acero inoxidable.
El Starship, de 50 metros de largo y que se espera sea completamente reutilizable, es la gran apuesta de la firma de Elon Musk para el transporte de pasajeros y cargo, y es señalado como el que será “el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado”.
Amanecer de la Tierra (Earthrise) fue el nombre dado a la fotografía tomada por el astronauta William Anders en 1968 durante la misión Apollo 8. La Tierra aparentemente emerge sobre la superficie lunar.