Sorpresa en el juicio de Alvia: el maquinista aporta un escrito contrario a la versión de Adif
Se trata de un documento con las normas de ingeniería vigentes en el momento del accidente, distintas a las que aportó Adif. La jueza critica esta “aportación sorpresiva”.
El juicio por el accidente del tren Alvia, ocurrido en julio de 2013 en Angrois (Santiago de Compostela), se ha retomado este martes con el estudio de un documento con alegaciones que presentó este lunes el abogado que ejerce la defensa del maquinista procesado en este caso.
En su escrito, aporta “lo que dice que son las normas de ingeniería que estaban vigentes desde marzo de 2011”, según ha constatado la jueza Elena Fernández Currás, quien ha dado un tiempo de 30 minutos a las partes para analizar el documento y decidir si lo aportan a la macrocausa.
“Con ciento y pico mil folios de causa, me da absolutamente lo mismo tener unos folios más”, ha apuntado, por su parte, antes de incidir en que no tendría “ningún inconveniente” en incorporar el documento “sin perjuicio” de que los testigos de las partes y los peritos judiciales, que declaran durante varias sesiones de este mes, “puedan tener conocimiento de esto”.
Adif dio “de mala fe” una versión antigua, según Garzón
El letrado del maquinista Francisco Garzón, según la jueza, “hace una serie de alegaciones” en su escrito en el que indica que las reglas de ingeniería “fueron solicitadas por el perito (César) Mariñas” y critica que “de mala fe Adif aportó unas que no estaban vigentes” en 2011.
En concreto, la abogacía del Estado, que representa a Adif, entregó al juzgado de instrucción la versión 2.4.0, y la que entrega ahora la defensa de Garzón es la 2.4.2.
Las reglas de ingeniería, cuyo autor es el experto Jorge Iglesias, quien ya declaró en el juicio, son las que establecen dónde ubicar las transiciones de unos sistemas de control, mando y señalización a otros, y en ellas se basa Adif para justificar el punto en el que colocó el paso de ‘ERTMS’ a ‘Asfa’ en la línea del accidente, antes de la curva de A Grandeira, en el barrio compostelano de Angrois, lo que supuso dejarla desprotegida.
Sin embargo, Iglesias y otros expertos avisaron de que era posible haber ubicado la transición más adelante o en la propia estación, de modo que A Grandeira sí habría contado con ‘ERTMS’, lo que, según estos especialistas, habría evitado el descarrilamiento.
La versión más reciente, la que este lunes entregó a la jueza el letrado que defiende a Garzón, es la que indica que para decidir los puntos de transición hay que estudiar cada proyecto concreto.
La jueza censura “la aportación sorpresiva” del documento
Añade, según la magistrada, “una serie de calificativos un tanto arriesgados”. De hecho, Fernández Currás ha considerado que “la primera mala fe procesal es la de la parte que hace este tipo de presentaciones en estos términos cuando del cuestionamiento de las vigencias de las transiciones ya se habló en este juicio”.
“Ya hubo testigos o testigos-peritos que declararon que no había ningún inconveniente en hacer la transición en la estación o en la (señal) E8... Otros que decían que no, que tenía que ser la E7”, ha recordado.
Así, la jueza ha censurado “la aportación sorpresiva de esta documentación” y también ha señalado que hasta la abogada de la plataforma de víctimas “cuestionó” si las reglas de ingeniería aportadas por Adif en fase de instrucción “eran las vigentes”. “Se le dijo que esas eran las que obraban en la causa y que de haber otras ya indagaría yo de ser necesario”, ha apostillado.
“De ninguna manera” habrá cambios
En todo caso, según ha advertido la titular del juzgado, “lo que de ninguna manera va a haber” es “ninguna modificación del calendario a efectos de que los peritos puedan tener en cuenta nada”.
Ni el fiscal ni el abogado del estado tienen conocimiento del escrito, al carecer del programa LexNET, según ha señalado la jueza, de ahí el receso, para darles traslado y que “lo puedan valorar”.