“Sólo faltó llegar a las manos”

“Sólo faltó llegar a las manos”

Diputados se preguntan si no es posible rebajar la tensión: “¿Vamos a estar así hasta mayo?”.

Meritxell Batet, presidenta del Congreso, reprende a los diputados durante el bronco debate del jueves.Kiko Huesca / EFE

El Congreso vive uno de sus días más difíciles, escribió el jueves Pablo Machuca en El HuffPost. El peor desde el 23-F, cuando España vivió un fallido golpe de Estado. Los cronistas parlamentarios de otros medios compartieron este diagnóstico. “Varios diputados señalaron al techo, hacia los agujeros de bala que dejaron los guardias civiles que un 23 de febrero de 1981 irrumpieron en el hemiciclo”, arrancó su crónica Xosé Hermida en El País. Una de las sesiones “más tensas y broncas de la democracia” con una Cámara dividida “en dos bloques irreconciliables, enfrentados cuerpo a cuerpo”, en palabras de Marisa Cruz en El Mundo.

La propia clase política, protagonista de este jueves negro en las Cortes Generales, admite en privado que la situación es límite, que se está haciendo un daño muy importante a la propia argamasa del Estado. Todo es inédito, extraordinario, dramático y muy bronco. “A saber qué puede ocurrir mañana”, se despedía un diputado. “Solo faltó llegar a las manos”, en palabras de otro, abochornado por la imagen ofrecida. La tensión ya lo abarca todo: hemiciclo, pasillos, corrillos informales.

"La gente de la calle está espeluznada, ya sea de izquierda o de derechas. Todo lo que llega del Congreso es bronca", dice un diputado

Tal y como adelantó este diario, algunos parlamentarios se preguntaban el jueves si “de verdad” no hay margen para rebajar un poco la tensión, que los partidos de Estado tengan una interlocución discreta al margen del barullo diario y se pueda evitar el choque permanente. “¿Vamos a seguir así, con este clima de crispación, hasta las elecciones del mes de mayo? La gente de la calle está espeluznada, ya sea de izquierda o de derechas. Todo lo que llega del Congreso es bronca”, según uno de estos diputados.

A estas alturas, si no acusas a tu adversario de estar urdiendo un “golpe” a la democracia no tienes hueco en los titulares. Para el principal partido de la oposición, Pedro Sánchez cruzó todas las líneas rojas con su reforma exprés y sin contar con los informes de los órganos consultivos del Código Penal, que deroga el delito de sedición, rebaja el de malversación y cambia el modelo de elección en el Constitucional. Por ello, presentó un recurso de amparo al Alto Tribunal, maniobra que fue tachada de “antidemocrática” por el PSOE, toda vez hubo riesgo de que la votación del jueves no se produjera. El TC se pronunciará finalmente el lunes.

“La derecha ha tratado de amordazar al Congreso, algo que no ha ocurrido en 40 años”, dijo desde Bruselas Sánchez, que esquivaba así su propia revuelta interna por la malversación, con los barones territoriales cada vez más distanciados de Ferraz. “Golpistas”, se gritaron de una bancada a otra, con aspavientos incluidos. Al final, PP, Ciudadanos y Vox se negaron a participar en la votación, y lo planes del Ejecutivo salieron adelante.

"Aquí cada semana pasa algo más fuerte que la anterior. El responsable es Sánchez, por no negar nada a los independentistas, pero también es responsabilidad de todos rebajar este clima de tensión", dice un presidente autonómico del PP

¿Existe alguna opción de reconducir esta deriva? Los cargos políticos consultados lo ven hartamente difícil. Los acuerdos de Estado y la interlocución discreta entre el presidente y el jefe de la oposición incluso en los momentos más críticos que protagonizaron González, Aznar, Zapatero o Rajoy parecen una ensoñación. “Todo se reordenará tras las elecciones, pero en política un año es un mundo. Aquí cada semana pasa algo más fuerte que la anterior. El responsable es Sánchez, por no negar nada a los independentistas, pero también es responsabilidad de todos rebajar este clima de tensión”, según la reflexión de un presidente autonómico del PP. Cabe destacar que Juanma Moreno o Alfonso Fernández Mañueco no han utilizado el término “dictadura”.

Para el PP, la única solución ya es el adelanto electoral y sitúa fuera de la Constitución a Sánchez, que descarta por completo las urnas. El plan del presidente es pasar esta tormenta perfecta, que llegue la Navidad, se calmen las cosas y poner el foco en la economía a partir de enero. Más de un diputado suspiraba el jueves por el fin del periodo de sesiones. El próximo miércoles, en el Senado, Sánchez y Feijóo se verán en su último cara a cara parlamentario del año.

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Corresponsal político de El HuffPost.