Siete consejos para parejas confinadas
En estas condiciones, es difícil ser la mejor versión de nosotros mismos.
El estrés de vivir una pandemia está poniendo a prueba muchas relaciones.
“No hay nadie que no esté lidiando con un estrés tremendo ahora mismo”, asegura la terapeuta familiar y matrimonial Winifred M. Reilly. “Problemas laborales, viviendas que se quedan pequeñas, incertidumbre financiera, preocupación por la salud de los seres queridos, miedo a enfermar, etc. Y, como bien sabemos, el estrés no saca lo mejor de las personas”.
Así pues, ¿cómo evitar que tu relación se hunda bajo el peso de estas dificultades? Aquí van siete consejos de expertos para afrontar en pareja estos tiempos turbulentos.
Las medidas de distanciamiento social probablemente hayan acabado con vuestras salidas nocturnas. Todavía no puedes (o aún no quieres) contratar canguros, ir a un restaurante o ir al cine, pero aun así es posible encontrar momentos para conectar como pareja en casa. La psicóloga Kelifern Pomeranz recomienda que reservéis al menos una hora cada semana solo para vosotros dos.
“Reuníos en el jardín trasero o en el balcón. Arreglaos si queréis y tomad algo (no hace falta que sea una bebida alcohólica), bailad lento y jugad a las adivinanzas o a un juego de mesa”, recomienda. “Mantened una conversación despreocupada, con humor y optimismo. Debería ser un momento para olvidaros del estrés del coronavirus y reconectar con la pareja”.
Vivimos unos tiempos muy estresantes muy propensos a generar ansiedad. En estas condiciones, es difícil ser la mejor versión de nosotros mismos, de modo que trataos con tacto cuando surjan tensiones.
“Tened compasión con vosotros y con vuestra pareja cuando discutáis y recordad que probablemente sea una reacción normal a una situación anormal”, comenta el terapeuta familiar y matrimonial Jon-Paul Bird. “No juzguéis la calidad de vuestra relación ahora mismo y seguid buscando formas de comunicaros y mostraros vulnerables frente a sentimientos difíciles. Tened muy en cuenta que la situación es complicada”.
Esto no quiere decir que cualquier mal comportamiento esté permitido. Puedes mostrar tu desacuerdo con tu pareja por su comportamiento sin echar leña al fuego para que estalle un conflicto mayor.
“Si alguno de vosotros o ambos tenéis poca paciencia, no lo convirtáis en un conflicto nacional”, advierte Reilly. “Tened en cuenta que al estar bajo presión, la mayoría de la gente necesita cariño y no una bronca por no portarse bien”.
El confinamiento ha propiciado muchas más horas de convivencia para bien y para mal.
“Ahora nos damos cuenta de que el tiempo que pasábamos yendo al trabajo o en el gimnasio era muy importante para mantener la salud mental y las relaciones”, señala Pomeranz.
Encontrar momentos para estar solos es más complicado en estas circunstancias, de modo que tenéis que proponéroslo de verdad.
“Sed comprensivos si vuestra pareja necesita estar a solas leyendo, jugando, hablando con otras personas por Zoom o simplemente escuchando música”, indica Bird. “Si tenéis la suerte de trabajar desde casa, intentad que cada uno tenga su propio espacio para trabajar y organizarse a su gusto”.
Quizás tengáis un ritual de autocuidado que os guste hacer sin compañía, pero deberíais buscar también una alternativa que se pueda hacer en pareja: meditar juntos por la mañana, salir a pasear después de comer, tomar una infusión o enumerar cosas por las que os sentís afortunados antes de iros a dormir.
“Ser capaces de hacer estas cosas juntos refuerza vuestra conexión al tiempo que hacéis algo sano para afrontar el estrés de la cuarentena”, explica Bird. “Mantener la mente sana es bueno para ti y para tu relación”.
Cuando el mundo se vuelve caótico, mantener una rutina ayuda a sentir que tienes los pies en la tierra.
“Poned orden en vuestras actividades diarias”, recomienda la terapeuta familiar y matrimonial Marni Feuerman. “Decidid las horas para comer, las horas de ocio, las horas de pasar tiempo en familia y las horas para estar solos. Eso os ayudará a reducir la ansiedad, sobre todo si hay niños en casa”.
Los acuerdos de las parejas para repartirse las tareas del hogar, como cocinar, limpiar, hacer la colada, pasear al perro y cuidar de los niños, se han puesto patas arriba durante la pandemia.
“Aunque este reparto de tareas tuviera desequilibrios y provocara frustraciones antes, al menos era predecible”, comenta Reilly. “Ahora, para muchos de nosotros, las reglas han cambiado. Ahora hay parejas en las que uno de los miembros hace turnos de 18 horas en el hospital y luego tiene que mantener la distancia con su familia. O parejas en las que un miembro tiene un horario de trabajo flexible y se tiene que encargar de cuidar a los hijos y explicarles la lección”.
Dado que las tareas se amontonan en esta nueva situación, no os obsesionéis con lograr un reparto perfectamente equitativo. Recordad que la otra persona probablemente esté haciéndolo lo mejor que puede y que esta situación es muy dura para ambos.
“Un recordatorio importante: haced todo lo que podáis, expresad gratitud por la colaboración de vuestra pareja y asumid que probablemente haya demasiadas cosas que hacer”, comenta Reilly.
Probablemente este no sea el mejor momento para resolver los problemas que arrastra la relación, advierte Feuerman.
“Para algunas parejas, las cosas quizás hayan ido a mejor y, para otras, a peor”, explica. “Si la situación se ha vuelto muy conflictiva entre ambos, podéis hacer terapia online para ayudaros a sacar a flote vuestra relación. Que no os dé miedo pedir ayuda profesional”.
Si se trata de pequeños problemillas que necesitáis comentar, hacedlo, pero sin perder de vista el tema. Nada de soltar críticas y generalizaciones para atacar a vuestra pareja.
“Por ejemplo, no critiques o intentes controlar a tu pareja si quiere volver al trabajo presencial”, señala Feuerman. “En vez de hacer eso, dile cómo te sientes y pídele que lo reconsidere: ‘Me da miedo que vuelvas tan pronto. ¿Podemos pensar juntos un momento mejor?’. Así es más probable que obtengas una respuesta positiva”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.