Si tu caca es así, ve al médico
Puede que te esté intentando decir algo.
Tener problemas intestinales es un marrón.
Cuesta determinar qué es normal y qué no si no sabes qué señales buscar. Las heces vienen en todas las formas y tamaños y los cambios dependen en gran medida de lo que hayas comido o de lo que te esté pasando en la vida.
“Los movimientos intestinales varían de una persona a otra según su dieta, su actividad física, la cantidad de agua y los medicamentos que tome”, explica el gastroenterólogo M. Nuri Kalkay.
Todo el mundo conoce la frecuencia a la que va al baño y cómo son sus heces en condiciones normales, pero, ¿qué pasa si algo cambia? La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con varios expertos para saber qué es normal y qué es una señal para ir al médico. Estas son las clases de heces que debes vigilar:
Jeffery M. Nelson, director de cirugía del Mercy Medical Center, advierte que si las heces son negras (no marrón oscuras), te tienes que preocupar.
“Esto significa que hay una hemorragia en el tracto gastrointestinal superior, ya sea en el esófago, el estómago o el intestino delgado”, explica.
Hay algunas excepciones: si tomas suplementos de hierro, por ejemplo, tus heces tal vez adopten de un color verdoso oscuro que se puede confundir fácilmente con el negro. Si has tomado algún antidiarreico con subsalicilato de bismuto, tus heces también pueden parecer negras. Lo mejor es consultarlo con el médico.
Si ves que hay sangre en el papel higiénico, en las propias heces o en el agua, es probable que tengas una hemorragia en el canal anal o en el recto.
“Las hemorroides internas, las fisuras anales, los pólipos rectales o el cáncer de recto pueden ser los causantes”, señala Nelson. Todas ellas son razones suficientes para ir al médico.
Si tus heces tienen este color, probablemente también tienen una consistencia más líquida y un olor peculiar y desagradable. Según Nelson, puede significar una hemorragia al final del intestino delgado o en el colon.
“La diverticulosis y las malformaciones arteriovenosas son las causas más habituales de este síntoma”, y son un buen motivo para ir a urgencias.
“Este problema se suele conocer como esteatorrea y se debe al exceso de grasa en el intestino”, explica Chris Carrubba, experto en medicina interna.
La esteatorrea se ve a menudo en síndromes de malabsorción, insuficiencias pancreáticas y enfermedades biliares. “La presencia de esteatorrea indica que hay una dificultad de absorción de grasas y estos pacientes corren el riesgo de desarrollar deficiencias en vitaminas liposolubles”, como la A, la D, la E y la K.
Los seres humanos somos animales de costumbres en muchos sentidos. Por ejemplo, si sueles tener heces blandas y alargadas y de repente empiezan a ser completamente distintas, deberías ir al médico.
“Si normalmente son finas como lapiceros y luego empiezan a ser como leños, puede significar que sufres un problema inflamatorio, como la enfermedad de Crohn o una infección”, advierte la cirujana Karen Soika.
Si la consistencia de tus haces pasa a ser líquida, puede indicar síndrome del intestino irritado, una infección o una enfermedad inflamatoria como la colitis ulcerosa.
El síndrome del intestino irritable y las infecciones también provocan estreñimiento.
Puede deberse a una infección por giardia, “un protozoo que se encuentra en el agua sin tratar y el motivo por el que siempre deberías hervir y desinfectar el agua de los arroyos y de los lagos”, avisa Carrubba.
Ingerir este organismo causa giardiasis, que provoca dolor abdominal y diarrea persistente. El problema se puede tratar con antimicrobianos. Además de beber agua contaminada, también puedes contraer giardiasis tomando frutas o verduras que hayan absorbido agua sin tratar o que hayan entrado en contacto con el protozoo por no lavarse las manos después de haber estado expuesto a heces o a un animal infectado.
Normalmente se debe a la inflamación de los intestinos. El gastroenterólogo Peyton Berookim explica que este problema se suele dar con enfermedades infecciosas como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. También puede deberse a inflamaciones causadas por infecciones bacterianas o por el síndrome del intestino irritable.
“La mucosa, si además aparece con sangre y dolor abdominal, no debe ignorarse, requiere de atención médica”, asevera.
Es un síntoma de estreñimiento y suele estar provocado por falta de fibra en la dieta y poca ingesta de agua. Sin embargo, la causa también pueden ser algunos medicamentos, obstrucciones intestinales o, en casos más infrecuentes, cáncer de colon.
“El estreñimiento se puede tratar de muchos modos; yo siempre empiezo aumentando la ingesta de fibra y de agua. Se recomienda tomar 25 gramos de fibra cada día y la cantidad de agua depende de cada persona”, expone el gastroenterólogo Jack Braha.
Hay laxantes sin receta que ayudan, ya sea mejorando tu motilidad intestinal o aumentando la cantidad de agua que llega al colon, explica Braha.
“Si los síntomas no mejoran o empiezan después de los 50 años, es importante hablar con un especialista para ver si es necesario hacer una colonoscopia que determine si hay problemas graves como una obstrucción o cáncer de colon”, comenta.
“Es habitual tener diarrea después de tomar comida en mal estado o infectada y en la mayoría de los casos no dura más de una semana”, explica Braha.
Si la diarrea se prolonga más allá de las dos semanas o si hay hemorragia, pérdida de peso o no te deja dormir, debes ir al médico.
“Cuando la diarrea no se produce por una infección, buscamos otras causas, como la intolerancia a la lactosa, síndrome del intestino irritable, una enfermedad inflamatoria del intestino o celiaquía”, comenta Braha. “El gastroenterólogo probablemente descubrirá la causa con unos análisis de sangre, unas muestras de heces y una colonoscopia”.
Por lo general, es buena idea pedir cita en el médico si notas algo diferente en tus deposiciones. Quizás tu caca te esté intentando decir algo.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.