Las 454 páginas de la vergüenza
Lo que significa la condena a Bárcenas y al PP por la reforma de la sede de Génova
454 páginas de sentencia… y un fallo demoledor de la Audiencia Nacional: la reforma de la sede del PP en la calle Génova se pagó en b, por lo que se condena a dos años de cárcel a Luis Bárcenas y al PP por responsabilidad subsidiaria. El Partido Popular, que siempre se ha vendido como el del orden, financió en negro las obras dentro de su propia casa.
Esto significa que la corrupción estaba dentro de la misma sede, con Luis Bárcenas pagando en negro y con una caja B. Sí, una caja B. Es la segunda sentencia de la Audiencia Nacional que reconoce la existencia de la misma. A escasas plantas de los líderes, bajo el mismo techo. La Audiencia ya dio por probada su existencia en el fallo sobre la primera época de Gürtel (que fue el detonante de la posterior moción de censura que echó a Mariano Rajoy de La Moncloa), y lo vuelve a hacer ahora en la pieza dedicada a los papeles del extesorero y las obras en Génova 13.
La sede del PP es ahora mismo el mayor símbolo de la corrupción política. El propio PP lo sabe y, por eso, decidió mudarse tras la debacle de las elecciones catalanas de febrero. Está todavía en ese proceso, no se ha terminado la operación y aún se desconoce cuál será su nueva morada. Pero en esa sede, hoy denostada, hace apenas cinco meses Pablo Casado se asomaba al balcón junto a Isabel Díaz Ayuso.
Este jueves la nueva dirección del PP guarda silencio, como ya avisó que haría, y no piensa dar explicaciones. Dicen que son cosas del pasado, pero allí mismo está sentado Casado ahora mismo y no corresponde a épocas muy lejanas, sino a unas obras entre 2005 y 2010, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Aunque el actual líder no estuviera entonces en la dirección nacional (entró en 2015) sí formaba parte del núcleo duro del PP de Madrid (fue líder de NNGG, en la primera planta estaba el despacho de Esperanza Aguirre) y además estaba Rajoy, que fue el que le dio esa gran oportunidad unos años después.
Además, supone todo un varapalo para el PP la sentencia, porque ya acumula dos fallos judiciales en el que se le condena. En la sentencia de la Audiencia de 2018 fue condenado (con la posterior ratificación del Tribunal Supremo en 2020) a título lucrativo. En esta, la Audiencia Nacional lo condena como responsable civil subsidiario de 123.669 euros de Luis Bárcenas por el impuesto de Sociedades de Unifica de 2007 (la empresa que hizo la reforma).
Es decir, se hace esta condena por un tema fiscal cometido ya con Mariano Rajoy como líder del PP (había perdido ya las elecciones de 2004 como candidato y faltaba un año para las siguientes generales). Eso sí, el fallo se queda en Luis Bárcenas (el tesorero entonces), pero constata una cosa: la cúpula del PP no hizo un control adecuado sobre la gestión del gerente y deja en evidencia que las medidas de transparencia y contra la corrupción impulsadas por el PP fueron posteriores a los hechos cometidos.
En la sentencia se hace también una radiografía de cómo funcionaba el sistema corrupto dentro de Génova 13. La Audiencia relata que Bárcenas ejerció de gerente desde 1990 hasta 2008 -cuando pasó a ser el tesorero, nombrado por Mariano Rajoy-. El fallo explica que gestionaba los fondos en metálico que llegaban al PP como donaciones privadas “a través de una contabilidad paralela -contabilidad B- de cuyo ingreso y gasto no se dejó constancia en la contabilidad oficial ni por tanto fueron fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas”.
Esos ingresos y los consiguientes gastos eran apuntados por Bárcenas en unas hojas que cumplimentaba con anotaciones manuscritas y después en formato Excel. Según la Audiencia, había errores de saldos y no se registraban sistemáticamente las cantidades, pero quedan acreditadas varias cosas: los traspasos a las cuentas de donativos oficiales, entregas de dinero a determinadas personas vinculadas con el Partido Popular o los pagos por las obras de reforma de la sede central.
¿Cómo eran esos pagos? El dinero se movía siempre en efectivo, sin control del departamento de contabilidad y del cajero del partido y se guardaba en una caja fuerte ubicada en el despacho de Bárcenas en Génova.
El tribunal da por probada esa caja B, que siempre han negado los dirigentes del PP. Los propios Mariano Rajoy y José María Aznar rechazaron la existencia de esa contabilidad en b durante sus comparecencias como testigos -por videoconferencia- ante la Audiencia. Pues los tribunales dicen lo contrario y constatan que el sistema sí estaba implantado en Génova. De ahí ese reproche de la Audiencia de que no se controló a Bárcenas -que estuvo en la sombra y promocionado por los dos expresidentes-.
El grado de corrupción llegaba a muchos estamentos del PP, como se demuestra con otras piezas como Púnica o Lezo. Pero, es que además sigue abierto el caso Kitchen en la Audiencia, cuya instrucción acaba de finalizar Manuel García-Castellón, y que es una derivación de Gürtel. Es decir, y ha quedado comprobado por el juez, que desde el Ministerio del Interior se ordenó una misión a policías para captar al chófer de los Bárcenas y robar posibles pruebas para obstruir la labor de la Justicia que investigaba la corrupción de los populares.
La Audiencia Nacional también se introduce sobre la veracidad de los papeles de Bárcenas, que siempre han sido negados por el Partido Popular. Con la siguiente conclusión: algunos son veraces. Para el tribunal: “Si bien como documento contable carece de valor en su integridad, sí ha de entenderse que recoge algunos acontecimientos que son reales o verosímiles en tanto han sido corroborados con otras pruebas”. No tienen por qué ser todo verdad o todo mentira: “Cabe otra opción, y es que sea verdad alguna anotación”. “Esto es lo que ha ocurrido aquí, que determinados apuntes o anotaciones de salida han quedado corroborados con otras pruebas, lo que nos lleva a concluir que los papeles recogen acontecimientos que en una parte sí son reales”, ratifica el tribunal.
La sentencia dictada por la Audiencia Nacional viene a sumarse a la anterior sobre Gürtel y constituye un terremoto con una corroboración oficial: la corrupción estaba dentro de la propia Génova 13, cuya reforma de despachos fue pagada en b, desde una caja fuerte.