Se abre una crisis diplomática entre Francia y España por... una osa
Sí, una osa.
Una osa liberada a principios de octubre en una zona francesa limítrofe con Navarra dentro de un programa de reintroducción del Gobierno francés es la responsable de una nueva crisis diplomática entre Francia y España.
Los ataques de la osa eslovena ‘Claverina’ a ovejas en Navarra han devuelto a la actualidad una amenaza recurrente para los ganaderos, que soportan pérdidas millonarias por un problema que va mucho más allá de este caso concreto y que tiene al lobo como gran protagonista.
El temor a ‘Claverina’ se ha colado incluso en las conversaciones al más alto nivel que mantienen en el Ministerio de Transición Energética autoridades francesas y españolas, reunidas para abordar este asunto, entre otros temas.
El ganado sufre ataques a pesar de que los osos están en zona francesa
El plantígrado no ha dudado en cruzar la frontera y ya en España ha protagonizado ataques a ganado ovino.
La mayor parte de los 41 osos censados en los Pirineos se encuentran en zona francesa, pero eso no quita que el ganado de Cataluña y Aragón, principalmente, sufra ataques: se calcula que se registraron más de medio centenar en 2017.
Los ganaderos y las organizaciones de productores colocan el foco en los planes de reintroducción de algunas especies y citan sobre todo el caso del lobo, cuya población ha crecido gracias a estas iniciativas en diversas zonas de la Península Ibérica.
Castilla y León es una de las más perjudicadas por este depredador, y hay zonas donde se registran hasta dos ataques diarios al ganado, según el sector.
El secretario general de COAG en Castilla y León, Aurelio Pérez, ha indicado a Efeagro que esta comunidad autónoma tiene un “problema” de “superpoblación” de fauna silvestre, entre ellas el lobo, que “sigue colonizando terreno”: calcula que hay 200 manadas y algunas de ellas a 15 kilómetros de Salamanca capital o a las puertas de Ávila.
Las indemnizaciones no cubren los daños
El oso, aunque menos presente, se deja ver por el norte de la región y no sólo causa ataques a ovino y vacuno, sino también a las colmenas de abejas.
Las indemnizaciones a los productores no cubren los daños causados, ha lamentado Pérez, quien pone el foco también en los ataques crecientes de buitres a vacas recién paridas o terneros a los que causan la muerte.
En un informe de 2017, la organización agraria UPA estimaba que los ataques del lobo al ganado generan unas pérdidas anuales de cuatro millones de euros al sector.
En 2016, último año del que hay datos oficiales, se notificaron 5.328 ataques de lobos en España (más de 14 diarios de media), que se saldaron con 10.479 animales muertos.
Desde esa organización agraria, su secretario de Ganadería, Román Santalla, dice que la situación ‘sigue siendo crítica’, fundamentalmente en Castilla y León, Galicia y Asturias.
Por este motivo pide un mayor control de la fauna salvaje, especialmente la del lobo, ya que actualmente sólo se puede cazar en casos excepcionales y en determinadas regiones.
Por el contrario, las organizaciones ecologistas insisten en la necesidad de reintroducir estas especies y buscar una convivencia con el ganado.
Desde WWF, su responsable del programa de Especies Amenazadas, Luis Suárez, aseguró recientemente que los ataques del lobo “pueden suponer un gran problema para los ganaderos” que lo sufren, pero consideró que por lo general “su impacto sobre la ganadería es muy bajo”.
Medidas “más que suficientes”
En su opinión, ya existen medidas de protección al ganado “más que suficientes” para resolver este problema sin la necesidad de recurrir a la caza.
A nivel institucional la situación es compleja, y la muestra más evidente está en Andalucía, donde el anterior Gobierno autonómico liderado por Susana Díaz (PSOE) impulsó el programa LIFE “El lobo en Andalucía: Cambiando actitudes”, mientras que el Gobierno actual dirigido por Juanma Moreno (PP) está estudiando si lo paraliza.