Sarkozy conocerá en septiembre su veredicto por financiación electoral ilegal
La Fiscalía pide contra el expresidente francés seis meses de prisión firme, otros seis exentos de cumplimiento y 3.750 euros de multa.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy recibió este martes una nueva fecha para marcar en su calendario judicial: el próximo 30 de septiembre, día en que conocerá el veredicto sobre los gastos excesivos de su campaña de 2012, en la que aspiraba a la reelección.
La Fiscalía ha pedido contra él seis meses de prisión firme, otros seis exentos de cumplimiento y 3.750 euros de multa por haberse beneficiado de un doble sistema de facturación que permitió prácticamente duplicar el gasto autorizado de campaña, de los 22,5 millones hasta casi 43 millones.
La acusación ve probado que el sobrecoste de sus 44 actos organizados por la empresa Bygmalion, que da nombre al caso, fue ocultado gracias a esa doble contabilidad por la que parte de los gastos no fueron asumidos por su presupuesto de aspirante sino por su partido, el entonces UMP y actual Los Republicanos, en concepto de eventos ficticios.
El juicio comenzó el 20 de mayo, tras haber sido retrasado en marzo porque un abogado de la defensa enfermó de coronavirus, y ha sentado en el banquillo a 14 encausados, de los que Sarkozy es el único que ha comparecido solo por financiación ilegal de campaña y no por estafa u otros cargos.
En su única comparecencia, el pasado 15 de junio, negó haber estado implicado en la logística directa de su campaña y toda intención de fraude o negligencia, alegando que delegó su gestión y confió en su equipo.
Sarkozy niega su implicación
“Le correspondía al director de campaña organizar la campaña y a mí hacerla. Soy conocido por delegar mucho. No puedo ocuparme de todo”, alegó Sarkozy el 15 de junio, en su única comparecencia ante el Tribunal Correccional de París, negando toda negligencia o intención de fraude. Según su alegato, ni siquiera conocía el nombre de la empresa que gestionaba sus mítines y tampoco estaba en sus manos comprobar las facturas, porque confiaba en su equipo y estaba ocupado también en sus responsabilidades presidenciales.
La acusación estima sin embargo que él era el único responsable de sus cuentas y que, aunque fue advertido de que se acercaba al máximo legal, no recortó gastos ni puso en marcha un mecanismo de supervisión.
Sarkozy, de 66 años y que este martes no asistió al tribunal, no cuestiona de hecho la existencia de falsas facturas, sino que niega haber estado al tanto de las mismas y de que el dinero que se ocultó sirviera para abonar su campaña.
Solo cuatro acusados (tres exdirectivos de Bygmalion y el antiguo director adjunto de campaña, Jérôme Lavrilleux) han reconocido parcialmente su responsabilidad en la puesta en marcha de una doble contabilidad.
Sarkozy ya fue condenado a principios de marzo a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, al término de un proceso en el que se concluyó que había ofrecido un trato de favor a un juez a cambio de información privilegiada.