Sánchez contrasta con Feijóo: presume de su respuesta a la crisis frente a los recortes del PP

“Reformar, proteger y repartir”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sacado pecho de las soluciones de su Ejecutivo a la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania y la elevadísima inflación frente a las que aplicó el PP cuando gobernaba, que ha resumido en tres palabras: “deprimir la economía”.

Lo ha hecho en el Senado, en un debate económico con el líder de la oposición, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha puesto delante el “escudo social” desplegado por el Gobierno en contraste a los recortes que aplicó el Ejecutivo de Rajoy durante la crisis financiera y que todavía repercuten a día de hoy, como la desigualdad pero también la poca apuesta por las renovables —“en el país del sol, se gravó al sol”, ha recordado—.

Pero no sólo frente a eso, sino también frente a las soluciones que plantea hoy en día la derecha desde la oposición, como las bajadas de impuestos y la lucha fiscal entre comunidades. Propuestas que, como ha recordado, no están refrendadas por Europa y que chocan con la realidad, como ha sucedido con el gobierno del Reino Unido, que ha tenido que dar marcha atrás a su propuesta de rebajas de impuestos.

Durante 55 minutos, Sánchez ha desplegado ante la Cámara la batería de medidas que su Ejecutivo ha tomado desde que comenzó la crisis por la invasión rusa basadas en tres ejes: reformar el sistema energético, proteger a los más vulnerables y hacer un reparto justo de las cargas de la crisis.

“En 30 semanas”, ha calculado el presidente, “se han aprobado nueve planes” de respuesta a la actual situación, a las que ha sumado el acuerdo para establecer en España y Portugal, la llamada “solución ibérica” sobre el precio de la luz, un logro del que siempre presume el presidente.

A lo largo de casi una hora, el jefe del Ejecutivo ha sacado pecho de la respuesta social a la crisis y ha insistido una y otra vez que hará “todo lo que haga falta para proteger a la mayoría social” del país.

Todo frente a “los halcones de la austeridad” que, según Sánchez, ahora “pliegan velas” no sólo en España sino también en una Europa que ahora adopta muchas de las medidas por las que apostó el Gobierno de coalición.

“Sólo algunos quedan anclados al mástil del neoliberalismo”, ha dicho dirigiéndose al PP, al que ha pedido que rectifique en sus críticas a muchas de las decisiones aprobadas por el Ejecutivo.

“Ahora no es razonable que se establezca una suerte de disputa fiscal indiscriminada a la baja, que debilita lo que con tanto esfuerzo hemos fortalecido: el Estado del bienestar”, ha reclamado el presidente del Gobierno, quien cree que no se deben de olvidar “las lecciones de la pandemia”.

Por ello ha asegurado que no olvidará “que al inicio de la pandemia nos encontramos con 4.600 camas UCI” cuando en Alemania había 28.000.

En ese sentido, Sánchez ha defendido la necesidad de aumentar el gasto social para ayudar a las clases medias y trabajadores, pidiendo esfuerzos a quienes más tienen —ha hablado de su “deber moral”— y propulsando un plan de reindustrialización basado en la transición energética.

Y, aunque ha reconocido que sabe que para la mayoría de los españoles “es difícil ver el vaso medio lleno cuando pagamos tanto por algo tan elemental como la energía”, ha pedido “pensar en dónde estaríamos” sin la excepción ibérica y “dónde podríamos estar si en 2012 y 2018 España no hubiera contado con un Gobierno que se disparó al pie limitando su potencial de generación de renovables”.

Pero no ha querido que quedase en el aire la sensación de que está conforme. Más bien, al contrario. “Soy consciente de que esto no es suficiente, de que el problema continúa”, ha afirmado.

En ese sentido, se ha mostrado seguro de que las medidas adoptadas permitirán que, pase lo que pase, no se tengan que “adoptar medidas drásticas”. “No habrá apagones, ni racionamientos, ni lo que pronostican los creadores de bulos”, ha agregado.

“A ningún hogar le va a faltar energía para calentarse ni para cocinar este invierno”, ha aseverado al inicio de su comparecencia, que ha arrancado desplegando una lista de medidas tomadas por su Gobierno.

Entre ellas, las que, a juicio de Sánchez, han permitido reconducir la inflación, que ha pasado del 10% al 8%. Según el presidente, los precios han bajado “en los sectores intervenidos por el Gobierno: vivienda, energía y transporte”. “Y subió donde no se ha producido esa intervención”, ha aseverado antes de mostrar un gráfico con las distintas inflaciones de Europa que ha provocado muchos murmullos.

También ha habido revuelo cuando, al final de su intervención, Sánchez ha presumido de equipo en el Gobierno, destacando a las tres vicepresidentas: Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera. “Un equipazo”, ha afirmado.

Con él, ha dicho, y con el plan del Gobierno, asegura Sánchez que el país “saldrá adelante”.

“Gracias por sus propuestas, señor Feijóo”

En su respuesta a Feijóo, que se ha mostrado durísimo con el presidente, Sánchez, que no ha contado con límite de tiempo, se ha mostrado muy irónico con el líder de la oposición, al que ha pedido una y otra vez que no extienda “bulos” sobre la gestión del Gobierno.

Al principio, ironizado con la falta de propuestas del líder de la oposición con un “gracias por sus propuestas”. “Se nota que usted piensa en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”, ha dicho con sorna.

De hecho, en la segunda respuesta a Feijóo, ha reprochado al líder del PP que no se haya referido a la excepción ibérica o al mecanismo de desacople del precio del gas al de la electricidad.

Se ha gustado el jefe del Ejecutivo respondiendo a una frase de Feijóo en la que ha dado a entender que el PP dejó en bandeja la transición ecológica. “Cuando llegué al Gobierno me encontré un impuesto al sol, moratorias al despliegue de las renovables y laudos por más de 10.000 millones que es lo que tuvimos que gestionar cuando llegamos”.

También ha acusado al líder del PP de soltar bulos, como cuando ha dicho que España está “a la cola del crecimiento” en Europa. “Y lo dice el mismo día que Eurostat sitúa a España sólo por detrás de un país, que es Suecia, en crecimiento”.

Y ha tirado de hemeroteca. Concretamente, de la gallega. “Usted, que es una persona tan experimentada”, ha reclamado Sánchez a Feijóo, “no utilice bulos”.

“Usted ha hecho muchos presupuestos en Galicia, pero se le olvida decir que triplicó la deuda pública en Galicia”, ha apostillado el presidente del Gobierno para regocijo de los suyos.

Ha negado, además, que no se hayan rebajado impuestos a las clases medias y trabajadores, como le ha acusado Feijóo, repasando la veintena de reducciones fiscales que ha realizado su Ejecutivo.

La experiencia del líder gallego ha sido una frase muy reiterada por Sánchez para atacar al líder del PP, como cuando ha respondido a que el Gobierno “se forra” con los impuestos. “Usted que ha sido presidente autonómico y tiene tanta experiencia, olvida que la mitad de lo que se recauda en IRPF, en IVA y en impuestos especiales va directamente a las comunidades autónomas. ¿Se están forrando también los gobiernos autonómicos?”.

Ante las preguntas de Sánchez sobre cuáles son las alternativas del PP a la crisis, Feijóo ha dejado un documento de medidas al presidente del Senado, que el jefe del Ejecutivo ha prometido estudiarse, algo que en la bancada popular no se han terminado de creer.

Sánchez ha concluido el debate, dos horas y media después de arrancar, haciendo lo que ha hecho durante todas sus intervenciones: contrastar su modelo al del PP.

Primero, defendiendo la excepción ibérica; después, los impuestos a las grandes fortunas y grandes compañías —“pise algún cristal, hombre, dígale a la élite que le apoya que tiene que pagar impuestos, hombre”—; más tarde, asegurando que subirá el salario mínimo aunque no haya acuerdo entre sindicatos y patronal; y por último, afirmando que su Gobierno “devolvió la dignidad a los pensionistas garantizando por ley la revalorización de las pensiones con el IPC”.

“Vamos a defender a la clase media y trabajadora y esto es muy diferente de lo que hicieron otras administraciones en otros tiempos que afortunadamente ya no forman parte del consenso social europeo”, ha concluido.