Lo que supone políticamente para Sánchez el acuerdo de la UE
Su figura sale reforzada, allana el camino para los presupuestos, no daña a la coalición y en Moncloa creen que puede amarrar la legislatura.
A Pedro Sánchez le acusan de hierático, de posar ante las cámaras, de actuar como si estuviera en la portada de una revista siempre. Pero, lejos de eso, al presidente del Gobierno se le nota mucho cuando está contento o enfadado. Y este martes hay que fijarse en la sonrisa que tenía al principio y al final de su comparecencia en Bruselas. Está contento, satisfecho, orgulloso del acuerdo de la UE sobre el fondo de 750.000 millones de euros.
Una negociación tan extenuante como exitosa, ha dicho el jefe del Gobierno español. Han sido días encerrados, cara a cara con los halcones europeos, con la amenaza constante de bloqueo por parte de los países ‘frugales’. España llevaba semanas reclamando que debía haber acuerdo este mes de julio… y al final lo hubo. El resultado es bueno para La Moncloa, que logra casi todo lo que quería y 140.000 millones para los próximos seis años.
Esto va de Europa pero también de política nacional. Ese dinero tendrá consecuencias directas en una golpeada población española por la crisis sanitaria, social y económica provocada por el Covid-19. Después del varapalo por no lograr la Presidencia del Eurogrupo para Nadia Calviño, Sánchez arranca buenas noticias de la UE.
“La sensación es muy buena, se ha peleado muchísimo”, analizan fuentes de La Moncloa al calor del anuncio. En el entorno del presidente no se dejan de repetir expresiones como “histórico”, “hito”, “buen acuerdo”. Ha dado resultado al final la presión que se ha ejercido como las alianzas tejidas con Angela Merkel (Alemania) y Emmanuel Macron (Francia).
Sánchez estaba obsesionado con este reparto, sabía que de él dependería el futuro para años del país. Por eso diseñó esa ruta por el continente, de Lisboa a París pasando por Berlín, Estocolmo y La Haya. El presidente es un apasionado de la política internacional, se siente cómodo, habla idiomas y es un reconocido europeísta.
Además, como reconocen en La Moncloa, este acuerdo allana y desbroza el camino de los presupuestos generales del Estado, la ley más importante del año y que el Ejecutivo espera llevar al Congreso en septiembre u octubre. Sin ese fondo, reconocen fuentes gubernamentales, no se podían diseñar las cuentas para el año que viene. De manera paralela a la negociación durante estas semanas, Hacienda había dado el pistoletazo de salida a las cuentas dando de plazo hasta el 29 de julio al resto de ministerios para mandar sus propuestas al articulado.
En La Moncloa entienden que este acuerdo refuerza la idea de que la legislatura durará cuatro años, una intención señalada por el presidente durante las últimas semanas. Es un pacto de gran “relevancia política”, insisten en el Ejecutivo, que remarca que sobre las posibles reformas que se pueden exigir el Gobierno de coalición es “reformista” y va en la línea de Europa. En el entorno de Sánchez sostienen que el presidente ha jugado bien las cartas, aunque ha tenido que morderse la lengua mucho durante estos días como parte del oficio diplomático.
Es un buen acuerdo, insisten en el equipo de Sánchez, para acometer con un poco más de esperanza los meses que llegan. El día ha comenzado muy temprano en La Moncloa pero con un buen despertar. Son todos conscientes de la negra situación económica que llega con una previsión de caída, según la Comisión Europea, del 10,9% del PIB -sólo superada por Italia-.
Tanto en La Moncloa como en el PSOE creen que la figura de Sánchez sale reforzada tras el histórico acuerdo en Bruselas. “Ni me lo creo”, dice espontáneamente un miembro del PSOE europeo cuando se le pregunta por el pacto en la UE, que resume: “En términos globales es bueno, pero para España especialmente bueno”. Los 140.000 millones de euros representan como el 11% del PIB nacional.
Además, fuentes socialistas europeas destacan que España durante esta negociación ha sido hasta más protagonista que Italia. “Ha sido la tercera pata del eje Berlín-París”, indica un eurodiputado, que concluye: “Si llega a salir mal, hubiéramos quedado tocados. Por la misma razón, la figura de Pedro se agranda mucho ahora”.
Lo que dicen las fuentes socialistas consultadas es que la actitud del PP ha sido errónea, recordando las duras palabras de Pablo Casado este lunes de que había que ir con los deberes hechos. “Pues sí se llevaban hechos”, dice un socialista con ironía. “Casado ha sido muy torpe”, remacha un miembro del PSOE europeo. Además, en la familia socialista se critica el papel de Casado durante estos meses llegando a mandar una carta a la Comisión lanzando dudas sobre el Estado de Derecho en España.
“Sánchez logra el Plan Marshall que propuso para Europa. El acuerdo, una respuesta fiscal colectiva y la emisión masiva de deuda, es el paso más importante de Europa desde la creación de la moneda única. España ha contribuido decididamente a ello”, analiza otro cargo socialista en el Parlamento Europeo, que hace énfasis en esta idea: “España es de los países más beneficiados, obtendremos 73.000 millones en inversiones directas no retornables durante 4 años. Estamos ante una magnífica oportunidad para una modernización verde y digital de nuestra economía y de un país más justo e inclusivo. Desde los años 80 no habían convergido tanto los intereses nacionales con los europeos”.
Con la siguiente comparación: “Sánchez logra sus Fondos de Cohesión. Y pueden significar tanto como significaron para Felipe González. Su figura se refuerza en Europa y empuja a la estabilidad y el concierto en la política española”.
Por lo tanto, la hoja de ruta del Ejecutivo pasa ahora por diseñar las cuentas y buscar los apoyos necesarios en el Congreso -con la vertiente de ERC o la nueva fórmula de PNV y Ciudadanos-. Y Sánchez sigue con la idea de mantener el Ejecutivo de coalición todo lo que dure la legislatura. Durante la pandemia, el Gobierno se ha soldado y se ha engrasado una maquinaria que parecía muy complicada.
Sus socios de Unidas Podemos, mucho más críticos con la UE y temerosos de los posibles ajustes que pudieran llegar de Bruselas, ha asegurado, en boca del mismísimo vicepresidente Pablo Iglesias en Facebook, que el acuerdo “no va todo lo lejos de lo que a algunos nos gustaría, pero va en una dirección diametralmente opuesta a lo que vimos en la última década”. “Un alcance histórico y sin precedentes”, para el líder morado.
En clave interna, para Podemos “el acuerdo alcanzado no solo no impedirá que el Gobierno de coalición continúe aplicando su programa, sino que significará un enorme estímulo para continuar con las transformaciones en clave de recuperación de derechos y reconstrucción de lo público que nos marcamos en el acuerdo de Gobierno”.
Asimismo, para el Gobierno supone también poder confiar en la UE y que no crezca el sentimiento antieuropeo, que por ejemplo da alas a Vox. Sánchez tiene la obsesión de que la UE sea útil y que los ciudadanos lo perciban así. Alejar esa imagen de burócratas y de hombres de negro para volver a ese maná de ayuda y prosperidad que fue Bruselas durante los primeros tiempos del ingreso de España. No es menor el hecho de que el presidente haya acabado su comparecencia agradeciendo el papel de los funcionarios españoles en la Unión.
Han sido cinco días maratonianos, de negociaciones que sólo pueden pasar en la UE. Pero Sánchez ha vuelto a sonreír en una comparecencia.