'Making of' de 'Salvarás a mis hijos'
Es una segunda temporada de 'Asesinos de Series', aunque no una segunda parte como tal, y se pueden leer en orden inverso.
Intentaré explicar por qué Salvarás a mis hijos es a la vez una segunda temporada de Asesinos de Series, aunque no una segunda parte como tal. Hay un juego, un guiño de metaficción, que hace que se puedan leer primero indistintamente una u otra.
Empecé a escribir Salvarás a mis hijos antes de que se publicara la primera parte, Asesinos de Series. Sin haber cerrado el archivo, sin ponerle el punto y final. En aquel momento, en el verano de 2017, tenía muy frescos a los personajes. No había dejado de convivir con ellos. Tenía pilladas sus singularidades y caprichos. Los escuchaba a todas horas. También llevaba en el pulso de la escritura la misma dinámica y estructura de las series, de la cultura de narrativa audiovisual a las que quise rendir homenaje con mi primera novela. Es decir, jugaba con la patente de corso que te ofrece escoger un narrador omnisciente que, en realidad, no es solo uno, sino varios; una voz que, cámara en ristre, se coloca en el cogote del protagonista sobre el que te interese cargar el peso de la trama o el giro de una acción determinada. Y lo mismo ocurría con las líneas temporales.
Así que, en ese sentido, Salvarás a mis hijos no es una continuación de su hermana mayor. Podría haberla publicado con aquella, en un solo volumen, y no necesariamente en el orden en el que han acabado apareciendo. Si ‘el montaje del director’ hubiera decidido empezar en el punto en el que arranca Salvarás a mis hijos y dejar Asesinos de Series como una segunda parte, como una precuela, podría haberlo hecho perfectamente en virtud del comodín de la libertad creativa a la que apela el audiovisual de forma frecuente.
Digo todo esto para intentar derribar los prejuicios que se pudieran tener a la hora de optar por leerlas en orden inverso.
Y, ¿de dónde venimos? ¿en qué punto arranca la nueva historia?
Ha pasado un año. Asesinos de Series, la novela, ha tenido el éxito y la suerte necesaria como para conseguir ir más allá de lo que habían soñado los tres blogueros que compartían el proyecto y el piso en Lavapiés, Andrés, Marta y Rubén. Pero no será una serie, sino una película. Sin embargo, ellos no verán un duro de la adaptación. Poco antes del estreno, aparece muerta en extrañas circunstancias una alta ejecutiva del grupo multimedia que se ha hecho con el proyecto.
En Salvarás a mis hijos ha crecido la pareja de investigadores: Isabel Velasco, la inspectora jefe, firme y determinante a la hora de tomar decisiones profesionales, e insegura y frágil en la gestión de sus sentimientos hacia su actual pareja; y su fiel escudero, Benítez, que se ha ganado con todos los méritos el ascenso que pasea con orgullo.
Velasco y Benítez se ponen al frente de la investigación en la que, conforme avanzan, van encontrando pistas como para sospechar que podrían encontrarse de nuevo ante el asesino de las series, o un imitador. A la vez se sorprenden de que, de ser así, quedaran cabos sueltos, o de que alguien pueda disponer de tantos detalles precisos que nunca se hicieron públicos sobre el caso.
Si ya leíste Asesinos de Series, estarás al tanto de por qué les ocurre lo que ocurre. Si escoges Salvarás a mis hijos como primer plato, Asesinos de Series te servirá a posteriori como un gran flashback para entender por qué son como son y actúan como actúan. Las tramas de uno y otro son independientes.
Salvarás a mis hijos (Roca Editorial) está ya en las librerías.