Los planes de Illa para el PSC
El exministro coge el testigo de Iceta al frente de los socialistas catalanes durante el congreso de este fin de semana.
Será un fin de semana de muchos sentimientos. El PSC culmina su gran cambio: Salvador Illa cogerá oficialmente el testigo de Miquel Iceta como primer secretario. El actual ministro de Cultura deja paso a su amigo y hombre fuerte durante siete intensísimos años en los que muchos incluso vaticinaron la desaparición del socialismo catalán.
Pero hoy, tras travesías en el desierto, referéndums, 155 y amenazas como la aparición de los ‘comunes’, el PSC es el partido más votado en Cataluña. Un trabajo que parecía imposible cuando Iceta llegó al liderazgo tras la convulsa época de Pere Navarro y el batacazo del socialismo español en las europeas de 2014. Entonces todos sentía el aliento del fantasma del Pasok.
Ahora es el turno de Salvador Illa al frente del PSC después de salir del Gobierno, tras haber gestionado en Sanidad la peor pandemia en un siglo y su posterior victoria en las elecciones del 14-F (aunque no logró gobernar frente a la suma del independentismo). El que fuera el gran fontanero del socialismo catalán pasa a ser el gran jefe del partido, y tiene las cosas muy claras para los próximos años.
Se trata de un congreso extraordinario y no tendrá por tanto una ponencia política. Y será “tranquilo”, como reconocen fuentes del PSC. Sólo está la candidatura de Illa, algo poco habitual en este tipo de cónclaves socialistas. Iceta lo dejó claro renunciando: no quería bicefalias, no es una fórmula que funcione para él. A él le toca ahora centrarse en su papel de ministro de Cultura y Deporte en Madrid.
El aplauso estos días es unánime en el PSC sobre el papel de Iceta. Fuentes del PSC subrayan que él consiguió, en los años más duros del procés “rearmar” al partido y “consolidar las siglas”. Fueron momentos muy complicados, además, con la dirección nacional durante la época del cainita Comité Federal. Tuvo que renegociar con la gestora entonces del partido hermano su protocolo de relación. “Aguantó”, dicen orgullosos en el núcleo más duro del PSC.
Al PSC, además, “le comió el bocadillo Cs”, como reconocen fuentes socialistas, pero “las cosas han vuelto a su sitio cuando ha bajado el suflé”.
¿Y ahora qué se plantea Illa? Este congreso, admiten fuentes cercanas al exministro de Sanidad, le permite abrir una nueva etapa con varios objetivos. Uno de ellos es la preparación de las elecciones municipales de 2023, es una de sus grandes obsesiones. El PSC siempre ha tenido un claro componente local y se ha sustentado en el gran tirón a sus alcaldes. Ahora quieren ganar mucho más terreno en toda Cataluña.
El otro objetivo es coger las riendas para “consolidarse” como jefe de la oposición. No fue un paso mediático y breve. Él quiere ser presidente de la Generalitat y cree que su turno será en la siguiente legislatura. En el PSC, comentan las fuentes consultadas, dan por hecho que el Govern, a pesar de sus peleas internas, aguantará los cuatro años. “El pegamento de los cargos”, ironizan.
Por eso, este tiempo lo quiere dedicar Illa a preparar esa alternativa. El lema elegido para este cónclave es el de “Gobernar Cataluña”. Las fuentes socialistas indican que tiene un doble significado: “Vamos a gobernar y la idea de que no está siendo gobernada. Ya es hora de que Cataluña tenga un Gobierno, gobernar la educación, gobernar la sanidad, gobernar las políticas sociales, recuperar el sentido común”. Y para eso Illa necesita este paso de coger la Primera Secretaría y “tener el partido detrás”.
El plan de Illa, comentan en su entorno, es hacer un partido todavía más amplio y plural: “Abrir el abanico”. Por ello, está ultimando la Ejecutiva. Tiene en la cabeza ya cómo será ese núcleo duro, aunque no se dará a conocer, como es costumbre, hasta la medianoche del sábado durante el cónclave, que se celebrará en el Centre de Convencions Internacionals de Barcelona. Será un poco más coral y con más portavocías.
Además, Illa quiere aprovechar para el mensaje del PSC la potencialidad que le dan figuras en puestos clave a nivel nacional. Nunca los socialistas catalanes, en plena sintonía con Pedro Sánchez, habían tenido tanta fuerza en Madrid. Ahí están Meritxell Batet (presidenta del Congreso), Raquel Sánchez (ministra de Transportes), Eva Granados (portavoz del PSOE en el Senado) y el propio Iceta (ministro de Cultura). Este último tendrá un destacado papel como nuevo presidente del PSC, y se nombrará también como vicepresidenta a Núria Marín, presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Hospitalet, la ciudad catalana más grande gobernada por los socialistas. Asimismo, vaticinan las fuentes, saldrán “nuevos liderazgos” en el partido que permitirán a Illa centrarse también en su labor de oposición.
¿Y cómo está Illa después de estos duros tiempos de pandemia? “Muy bien, con el piloto automático puesto”, contestan los suyos, que subrayan que no para ni un minuto. Explican en su entorno: “Ha pisado todas las comarcas, se ha reunido con todos los sectores, ha estado en todas las federaciones”. Con una máxima presente: “Pisar territorio”.
Asimismo, ha dado un “salto cualitativo” en su acción política en estos días formando ese “Gobierno en la sombra” con el que quiere dar “réplica” al Govern actual, siempre trabajando “con la idea de carrera de fondo”. Su relación, además, con Pedro Sánchez sigue siendo magnífica tras compartir esos duros meses de pandemia (el que fuera ministro de Sanidad vivió en Moncloa durante ese tiempo) y el presidente del Gobierno y líder de los socialistas irá personalmente a arroparlo en la clausura el domingo del congreso.
Illa tiene un plan para el PSC y para Cataluña. ¿Logrará ser president?