Santamaría gana la primera vuelta de las primarias del PP y un 'sorprendente' Casado le disputará el liderazgo
Santamaría (21.513 votos) , Casado (19.967) y batacazo de Cospedal (15.090).
El PP se abre las tripas. Los militantes han votado por primera vez en unas nerviosas y ansiosas primarias, en las que Soraya Sáenz de Santamaría se ha impuesto por la mínima (36,95%), quedando detrás un sorprendente Pablo Casado (34,30%) y hundida y eliminada en la tercera-batacazo posición María Dolores de Cospedal (26%).
Ahora se abre una durísima y cainita batalla entre Casado y Sáenz de Santamaría, que pasan a la segunda ronda y en la que solo votarán los 3.184 compromisarios elegidos también en otra urna. ¿Respetarán la decisión de los militantes? ¿Le darán la vuelta? ¿Habrá un pacto entre candidaturas? ¿Los delegados de Cospedal, Margallo y García-Hernández se decantarán teóricamente por Casado? El resultado final se sabrá en el congreso del partido, que se celebrará en Madrid los días 20 y 21 de julio.
Los populares nunca habían vivido unas primarias, que han descolocado al partido criado en la cultura del 'dedazo'. Empezando por el censo 'fantasma'. De los 869.535 militantes, solo se inscribieron 66.706 (7,6%). Finalmente ha votado el 86,8% de ellos (58.219 afiliados) . La cifra psicológica en Génova para no hacer el ridículo era del 75%.
El resultado de esta primera ronda: Santamaría (21.513 votos), Casado (19.967), Cospedal (15.090), José Manuel García-Margallo (680), José Ramón García-Hernández (668) y Elio Cabanes (185).
La exvicepresidenta ha logrado por la mínima ser la opción favorita, a pesar de que muchos decían que en el partido no tenía tirón interno. Se acabó el fantasma de que no la quieren en el PP. A ella, como dicen en su equipo, siempre le gustan los retos que parecen imposibles. Y ganarlos.
Andalucía empuja a Santamaría a la primera posición
Santamaría ha logrado pasar el corte gracias al apoyo en importantes federaciones como Andalucía, Castilla y León, la Comunidad Valenciana y País Vasco. Durante la campaña ha vendido la imagen de que sería la mejor candidata para unas elecciones generales frente a Pedro Sánchez (en el PP el líder es automáticamente el aspirante a La Moncloa). La tecnocracia no está tan mal vista como parece en el PP.
Pero la exvicepresidenta debe principalmente esa victoria a Andalucía y Juanma Moreno. Ella fue su principal apoyo para que lograra el puesto como líder del PP-A y convenció a Mariano Rajoy. Y él le ha devuelto el favor trabajándose internamente el partido y consiguiéndole miles de votos frente a los otros rivales. "Si toda España fuera como Andalucía, no haría falta una segunda ronda", resumía un alto cargo del PP del sur.
La eterna historia de Sáenz de Santamaría, de segunda a primera. Era la vicepresidenta y ahora quiere la Presidencia. Y, además, durante toda la noche iba detrás de Casado en las votaciones, hasta que llegó el sur (¿Le habrá rezado mucho Fátima Báñez a la Virgen del Rocío?).
Santamaría buscará la integración de Casado antes del congreso
Después de conocerse los resultados, Santamaría ha explicado que quiere ofrecer unidad e integración a Casado, algo que, en su opinión, demandan los militantes. Además, es algo "coherente" en el PP siendo un partido que defiende que gobierne la lista más votada.
A partir de ahora iniciará una ronda de contactos con Casado y los otros candidatos buscando esa lista de cara al congreso. Ha llamado ya a Cospedal y ha recibido la llamada de Casado para felicitarla.
Pero este segundo no está por la labor. Ha dicho que las reglas son las reglas y que él va a por todas en la segunda ronda. Y ha hecho ya guiños directos a los candidatos que no han pasado la criba para sumar los compromisarios necesarios y vencer a Santamaría. No obstante, en el equipo de la vicepresidenta sostienen que también ganarían con los delegados si no hay lista única, atendiendo al dato de que han vencido en la mitad de las circunscripciones. Por su parte, Cospedal ha llamado a un periodo de reflexión y no se ha posicionado sobre a quién apoyará.
El subidón de Casado
Y es que Casado está de subidón. Los votantes del PP han obviado el fantasma del máster y han apostado por su lema de "regeneración" dándole muchos más votos de los pensados. Lo que muestra también las ganas de un importante sector del Partido Popular de olvidar el marianismo y volver a una línea más dura del 'ahijado' político de José María Aznar y Esperanza Aguirre.
Ha conseguido que calara su idea de las bases y de que él no era el aparato -a pesar de ser vicesecretario de Comunicación-. Su campaña ha ido de menos a más, se ha recorrido toda España. Además, es un chico de partido de toda la vida, desde Nueva Generaciones, que conoce más personalmente a los votantes internos.
Su equipo a lo largo del día ya avisaba de que podía pasar esto: "En Madrid estamos arrasando". Y sucedió finalmente. A lo largo de la tarde, aumentaron los nervios entre los equipos de Pablo Casado y María Dolores de Cospedal -que han competido directamente por el mismo tipo de voto- y hubo acusaciones mutuas de haber presionado en diferentes mesas electorales a través de los interventores.
Al final las primarias del PP se han parecido también a las del PSOE. Si Santamaría y Cospedal representaban el ala más institucional y más pegada al partido, finalmente las bases han dado una sorpresa y han colado a Casado en la final. Se presentaba como más outsider frente al aparato. Casado durante días ha denunciado una "guerra sucia" contra él. "Había mucho cabreo entre los militantes", sostiene una persona del círculo del diputado madrileño.
Ahora les toca enfrentarse a Santamaría y Casado en una cruenta segunda ronda. Hay 3.184 compromisarios, que tendrán que elegir entre uno de los dos el 20 y el 21 de julio. Una noche de infarto en Génova, donde han estado todos los candidatos (a excepción de Elio Cabanes). Los más vibrantes eran los miembros del equipo de Casado, que estaban en la quinta planta; muy cerca estaba García-Margallo.
Los que tenían más aplomo eran los sorayos, que llegaba "animados" a Génova y que confiaban especialmente en Andalucía desde su cuartel general en la tercera planta. Joserra (José Ramón García-Hernández) pedía consenso y respetar al más votado en la cuarta. La planta más fría era la séptima, donde estaba Cospedal acompañada de su marido. El fracaso dominaba las alturas. Una caída brutal de la todopoderosa mujer del PP, que decidió presentarse tras la espantada de Alberto Núñez Feijóo. Cospedal es la que queda peor, hundida teniendo todo el aparato a su favor y habiendo sido secretaria general del partido desde hace diez años. Su comparecencia ha sido muy comentada por los periodistas: ojos vidriosos y voz entrecortada.
Y, mientras, Rajoy hoy estaba de vacaciones en Sanxenxo. No quería nada de líos. Eso sí, ha llamado a Santamaría para darle la enhorabuena.