Sadiq Khan: el hombre que ha logrado intimidar a Donald Trump
La reticencia de Trump a cruzarse con Khan se ve como una clara victoria del alcalde de Londres.
Al alcalde de Londres le preguntaron hace poco qué haría si Donald Trump visitara su ciudad.
Sadiq Khan, el primer musulmán que dirige una gran capital occidental, habría tenido excusa si hubiera contestado algo despectivo.
Khan ha sido el blanco de tuits beligerantes y con tintes racistas por parte del presidente estadounidense en numerosas ocasiones desde que ganó la alcaldía en 2016 con un sorprendente resultado de 1,3 millones de votos, el mejor resultado personal en la historia de la política británica.
En cambio, el ex abogado de derechos humanos —que como líder de una ciudad muy golpeada por las agresiones de arma blanca también recibe sus críticas—, ofreció una respuesta con la elegancia por la que se caracterizan sus diatribas con Trump.
"Le llevaría a los lugares más diversos de Londres, donde puedes ser quien eres, y donde no sólo te toleran, sino que te respetan, te celebran y te acogen", contestó.
Finalmente, Trump ha conseguido el viaje a Gran Bretaña que tanto deseaba, y que incluirá un té con la reina, un desfile militar y una rueda de prensa con la primera ministra Theresa May.
Pero no es la visita de Estado que Trump quería o que May prometió en su visita a Washington en 2017. No habrá paseo en carruaje con la Reina, un honor concedido a personas como Vladimir Putin y George W. Bush. Ni habrá visita a Buckingham Palace ni a la residencia oficial de May en el número 10 de Downing Street. Ni oportunidades de foto frente a los numerosos monumentos de Londres.
El ambiente hostil de la ciudad ante la visita de Trump se ha visto reflejado en la advertencia de la embajada de EE UU en Londres, que ha pedido a los ciudadanos estadounidenses que mantengan un perfil bajo estos días en caso de que las protestas se vuelvan violentas.
De hecho, casi todos los actos se celebrarán a puerta cerrada, y el presidente evitará la zona central de la capital, seguramente por miedo a encontrarse con los 50.000 manifestantes y el enorme globo naranja de 'baby Trump' flotando sobre Westminster.
La reticencia de Trump a cruzarse en su camino puede verse como una victoria para Khan o, al menos, como una decisión que al alcalde de 47 años le parece acertada.
El alcalde de Londres tiene el potencial, y la ambición, de llegar a ser algún día primer ministro, pero hacerse un hueco en Downing Street es duro para los políticos de centroizquierda como Khan cuando el Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn, se mueve hacia posturas más de izquierdas y radicales.
Mantener un perfil alto es clave y los conflictos con la figura más poderosa del mundo (y, para muchos, la más odiada) no hacen mella en la marca Khan. Hay un contraste increíble entre los dos hombres: mientras Trump demonizaba a los inmigrantes y llamaba "violadores" a los mexicanos durante su campaña, Khan nunca ha perdido la oportunidad de recordar a sus votantes que es hijo de un conductor de autobús paquistaní.
Su ascenso al puesto que tiene ahora, ocupado anteriormente por el campeón del Brexit y aliado de Trump Boris Johnson, no le pareció imposible cuando era parlamentario laborista.
Cuando los laboristas no lograron llegar al poder en las elecciones generales de 2010, la carrera de Khan parecía languidecer en la oposición y cuando trató de presentarse como candidato del partido a la alcaldía de Londres, fue visto como la apuesta outsider frente a la olímpica Tessa Jowell.
Después de ganar la candidatura laborista, su oponente, Zac Goldsmith, un conservador millonario y cercano al entonces primer ministro David Cameron, calculó (mal) que una parte de los londinenses sería reticente a colocar a un musulmán en lo más alto, y trató de difamarlo con falsas afirmaciones de que simpatizaba con extremistas islámicos.
Lejos de dar en el blanco, esos trucos sucios funcionaron a favor de Khan, y contribuyeron a asegurarle una victoria contra todo pronóstico.
El candidato de Britain First, un grupo abiertamente racista que Trump retuiteó para indignación de mucha gente, le dio la espalda a Khan cuando se anunció el resultado.
Pero no se puede decir que la victoria de Khan en 2016 haya generado un período de grandes cambios positivos para la ciudad de Londres.
Apenas un mes después, Reino Unido votó por salir de la Unión Europea y en poco más de un año la capital se vio devastada por dos ataques terroristas y el incendio en la Torre Grenfell, donde murieron 72 personas.
Fue durante ese tumultuoso período cuando el alcalde se enfrentó por primera vez a Trump. El primer incidente ocurrió después del atentado en el puente de Westminster, que se llevó la vida de seis personas cuando un terrorista atropelló a los peatones que pasaban por ahí y apuñaló a un agente de policía no armado hasta provocarle la muerte.
El presidente americano usó la tragedia para promover su veto migratorio y de viajes para personas de países de mayoría musulmana.
"Tenemos que ser inteligentes, estar atentos y ser duros", tuiteó Trump. "Los tribunales tienen que respaldar nuestros derechos. ¡Tenemos que prohibir ciertos viajes como un nivel de seguridad adicional!".
En las siguientes semanas, Khan respondió:
If he comes to London, President Trump will experience an open and diverse city that has always chosen unity over division and hope over fear. He will also no doubt see that Londoners hold their liberal values of freedom of speech very dear.
— Sadiq Khan (@SadiqKhan) April 26, 2018
Si viene a Londres, el presidente Trump experimentará una ciudad abierta y diversa que siempre ha elegido la unión por encima de la división y la esperanza por encima del miedo. Sin duda, verá que los londinenses aprecian mucho sus valores liberales de libertad de expresión.
Luego sucedió el ataque en el puente de Londres, cuando los terroristas islamistas mataron a ocho personas e hirieron a decenas.
Trump respondió atacando al alcalde por tratar de ser "políticamente correcto" en lugar de llevar a cabo acciones firmes.
We must stop being politically correct and get down to the business of security for our people. If we don't get smart it will only get worse
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 4, 2017
Debemos dejar de ser políticamente correctos y ponernos manos a la obra en la cuestión de la seguridad para nuestra gente. Si no somos listos, sólo ira a peor.
At least 7 dead and 48 wounded in terror attack and Mayor of London says there is "no reason to be alarmed!"
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 4, 2017
Al menos 7 muertos y 48 heridos en un ataque terrorista y el alcalde de Londres dice que "no hay motivo para alarmarse".
Do you notice we are not having a gun debate right now? That's because they used knives and a truck!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 4, 2017
¿Os dais cuenta de que no estamos teniendo un debate sobre las armas ahora mismo? ¡Es porque usaron cuchillos y un camión!
Como respuesta a estos comentarios, un portavoz de Sadiq Khan señaló que el alcalde tenía "cosas más importantes que hacer que responder a los tuits desinformados de Donald Trump, que deliberadamente saca de contexto sus afirmaciones".
Trump consideró esta respuesta "patética".
La tensión volvió a aflorar entre Trump y políticos británicos cuando el presidente compartió tres vídeos anti-musulmanes del grupo extremista Britain First.
Trump respondió luego que estaba "preparado para disculparse" por los posts, que hacían varias afirmaciones falsas y ofensivas sobre musulmanes.
El alcalde de Londres fue uno de los primeros en contestar:
President Trump has used Twitter to promote a vile, extremist group that exists solely to sow division and hatred in our country. It's increasingly clear that any official visit from President Trump to Britain would not be welcomed. pic.twitter.com/oZ1Kt0JCfY
— Sadiq Khan (@SadiqKhan) November 30, 2017
El presidente Trump ha usado Twitter para promocionar un grupo vil y extremista que solamente existe para sembrar la división y el odio en nuestro país. Cada vez queda más claro que no sería bienvenida ninguna visita oficial del presidente a Gran Bretaña.
En cualquier caso, el presidente Trump no es el único que lanza críticas al alcalde de Londres. Algunos creen que su respuesta a la crisis de la vivienda —la falta de casas decentes se vio aún más destacada por la tragedia de la torre Grenfell— ha resultado escasa para el cambio radical que necesita la ciudad.
Khan atrajo a muchas familias humildes con promesas de vivienda. No obstante, con media legislatura a sus espaldas, y con una demanda que no deja de aumentar, ha sido muy criticado por los lentos avances en la construcción de pisos asequibles y de alquiler social.
Khan también prometió congelar el coste del transporte público e invertir en infraestructura de transporte en Londres, pero los niveles de atascos no dejan de crecer, complicando aún más su otra gran promesa de reducir la contaminación del aire (y los planes de mejora van con retraso).
Todo esto no ha pasado desapercibido. Un sondeo de mayo registró una caída de un 9% en su popularidad.
Pero la percepción de Khan como pro-europeo liberal —en algunas partes de Londres, el 70% de la gente votó por permanecer en la UE— es su mejor baza.
Y ya que tanto Trump como Khan dan muestras de querer presentarse a la reelección, quedan muchas páginas por escribir sobre la historia entre estos dos hombres.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano