Siete rutas para perderse en la naturaleza sin salir de España
Lugares donde hacer senderismo para todos los gustos.
Se acercan las vacaciones y con el final del estado de alarma y la incertidumbre de viajar al extranjero son muchos los españoles que buscan opciones nacionales para moverse este verano.
Entre las favoritas está siempre la playa, pero hay también quien aprovecha los días de vacaciones o los fines de semana para escaparse de la ciudad a respirar aire puro en la naturaleza y hacer algo de deporte. Lo que se conoce en los últimos años como turismo activo ha sido una tendencia en alza en los últimos meses.
Desde la entrada de la primavera, las búsquedas en Google de rutas de senderismo se han disparado. Las hay para todos los gustos: para familias, para los más deportistas, los que prefieren la costa o para los que no tienen miedo a las alturas. Para hacer un breve resumen de la oferta de enclaves, hemos seleccionado siete de toda la península para aquellos que quieran adentrarse en la naturaleza para desconectar.
Esta ruta, no apta para personas con vértigo, es una de las más espectaculares del Pirineo catalán-oscense. Se trata de la frontera natural entre las comarcas de Ribagorza (Huesca) y la de Pallars Jussà (Lleida). El tramo más espectacular de este recorrido son las pasarelas de madera y hierro adosadas a la pared de la roca que hacen que la ruta en ese tramo sea prácticamente vertical salvando desniveles de hasta 50 metros.
El segundo tramo de la ruta, ya en Cataluña, es el del impresionante desfiladero de Congost Mont-Rebei al que se accede mediante la GR-1 a la que se llega gracias un pequeño sendero tras superar las pasarelas de Montfalcó (Huesca). Este sendero está excavado en las rocas junto al río Noguera a su paso por la Sierra del Montsec.
Para hacer los dos tramos completos —unos 8 km lineales, es decir, 16 km entre ida y vuelta— hay varias opciones: hacerlo a pie (unas 8 horas), hacer la ida completa y la vuelta en taxi (con un coste de 60 o 70 euros), volver en catamarán (de 12 a 20 euros) o en kayak (de 45 a 90 euros en función de las personas).
Puedes consultar el mapa completo de la ruta aquí.
Dentro del Parque Nacional de las Hoces del Duratón se pueden realizar múltiples actividades, entre ellas diversas rutas de distintas longitudes y dificultades que permiten observar distintos enclaves dentro del parque o la variedad de aves presentes en el entorno. Las más comunes son la de Los dos ríos —de 5,2 km— o la conocida como Senda larga —de 10,2 km—, ambas de poca dificultad. Para esta última hay que pedir autorización del parque para realizarla entre el 1 de enero al 31 de julio por ser época de cría de rapaces.
La primera ruta, pasa por algunas de las puertas más significativas de la muralla de Sepúlveda, el Puente de Picazo, el Puente Talcano, desde donde se puede observar la formación geológica Silla de Montar a Caballo. Puedes ver la ruta completa aquí.
La ruta más larga une el Puente romano de Talcano con el Puente de Villaseca, a través de algunas de las hoces y los meandros del río recorriendo buena parte del cañón. Puedes ver la ruta completa aquí.
Esta ruta es considerada una de las más bonitas e impresionantes de Andalucía, ya que permite ver los desfiladeros que bordean el enclave del pantano del Chorro, situado en Ardales.
Para acceder a ella es necesario reservar una hora para acceder –cada 25 minutos hay una visita— y pagar la entrada de 10 euros para realizarla. Además, es obligatorio llevar los elementos de seguridad que se faciliten en la entrada (especialmente un casco para posibles desprendimientos). La ruta tiene unos 8 km entre accesos desde el parking y pasarela de pago. En su camino atraviesa dos desfiladeros, varios cañones y un gran valle con pasarelas y senderos.
Para ver la ruta completa, reservar la entrada y preparar la visita puedes encontrar más información en la web del Caminito del rey.
Los caminos de Ronda son los senderos costeros que recorren la Costa Brava por acantilados y playas. A través de ellos se puede recorrer prácticamente toda la provincia de Girona disfrutando de unas vistas espectaculares.
Algunos de ellos están empedrados, otros son de tierra y otros incluso adoquinados por pasar cerca de algunas localidades. Uno de los más espectaculares para apreciar los acantilados de la Costa Brava es el que va de Sant Feliu de Guíxols a Sant Pol. Este camino recorre 10,17km de forma lineal —serían 20,34km ida y vuelta— saliendo desde la cala de Guíxols hasta llegar a la cala del Ferro. Durante el camino se pueden hacer paradas en varias playas o plataformas adaptadas para el baño en distintas calas.
Puedes consultar la ruta completa aquí.
Quedarse en Madrid no significa estar en la ciudad. La Comunidad de Madrid tiene varios parajes en la sierra de Guadarrama que son ideales para hacer senderismo en el límite de esta con la provincia de Segovia. Uno de ellos es el macizo de Peñalara, en el que hay distintas rutas para todos los niveles y actividades, desde senderismo a paseos familiares o escalada.
Una de ellas es la que rodea la Laguna de Peñalara, de 7,41km y con circuito circular. Es de baja dificultad, por lo que a diferencia de otras, es accesible para toda la familia. En su recorrido, que se inicia desde el Puerto de Cotos, se puede ver el Mirador de la Gitana o el Refugio de Zabala entre otros muchos enclaves.
Puedes consultar el recorrido de la ruta completo aquí.
Asturias es una comunidad autónoma imprescindible para los amantes del senderismo. En ella se encuentra la famosa ruta del Cares, pero hay otras muchas más sencillas o menos conocidas para el gran público. Una de ellas es la de la Olla de San Vicente, que sigue la ribera del río Dobra hasta llegar a la mencionada poza. Es ideal para hacerla con niños dado su corto recorrido y la posibilidad de poder parar a comer y bañarse en la poza.
Se parte de Cangas de Onís por la N-625 dirección al Puerto del Pontón, tras el pueblo de Tornín poco antes de llegar al puente medieval sobre el río Dobra. El recorrido no supera los 5 km ida y vuelta.
Puedes consultar la ruta completa aquí.
La ribeira sacra además de ser un enclave natural espectacular es tierra de grandes vinos. Los escarpados viñedos en los cañones del Sil hacen que sea un lugar único por el que hay cantidad de rutas y senderos por los que perderse.
Uno de ellas es la ruta de A Teixeira y las pasarelas del río Mao. Este camino, de 16,4 km, es circular e inicia y acaba en la localidad de A Teixeira. Durante el camino se recorren estas pasarelas, construidas en madera con un mirador en el que se puede observar el valle del Mao. También se para en la que fue la primera central hidroeléctrica gallega, creada en 1914, y el gran pantano que forma el embalse de Leboreiro.
Puedes ver la ruta completa aquí.