Rusia y sus aliados empiezan a retirar soldados de Kazajistán
Las protestas en el país dejan un balance de al menos 164 muertos, mil heridos y más de 12.000 detenidos.
La alianza militar postsoviética liderada por Rusia, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), ha comenzado la retirada de los 2.030 soldados desplegados en Kazajistán por las violentas protestas que sacudieron a la república centroasiática la semana pasada.
“En línea con la voluntad expresada por Kazajistán, el contingente de pacificación será retirado a sus destacamentos permanentes acorde con el calendario establecido”, señaló el secretario general de la OTSC, Stanislav Zas, durante una ceremonia en el Instituto Militar del Ejército de Tierra de Almaty.
De pie y en una sola fila junto a sus compañeros kazajos, soldados de Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán fueron despedidos por Zas, el viceministro kazajo de Defensa, general mayor Mukhamedzhan Talasov, y el alcalde de Almaty, Bakytzhan Saguintayev.
Al acto en la mayor ciudad kazaja, epicentro de los disturbios que se desataron en Kazajistán pocos días después del estallido de protestas por el alza del precio del gas licuado, acudió además el comandante del contingente, el general coronel ruso Andréi Serdiukov, quien agradeció a todos su labor en esta misión.
Una misión de una semana
La misión de la alianza comenzó el pasado día 6 en Kazajistán, un día después de que el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, solicitara a la OTSC asistencia para sofocar la “amenaza terrorista”, como calificó las protestas violentas.
Nursultán intentaba justificar la represión y la presencia de la OTSC en Kazajistán por la “amenaza terrorista” al país, ya que asegura que los manifestantes son “terroristas internacionales”. Habló de unos 20.000 insurgentes de Asia Central, Afganistán y Oriente Medio, y de campamentos de entrenamiento, aunque no ha presentado pruebas de ello.
La OTSC, ante la que Tokáyev ha asegurado que ha evitado un “intento de golpe de Estado”, cerró filas en torno a él y entonó un discurso idéntico para justificar la represión de las protestas, que ha dejado un balance hasta el momento de al menos 164 muertos, mil heridos y más de 12.000 detenidos.