Rusia denuncia el "chantaje occidental" mientras concentra sus tropas en el Donbás
Ni las últimas sanciones ni la expulsión rusa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han logrado modificar un mínimo la intención de Putin en Ucrania.
Diario de guerra, día 43. La vida vuelve a Kiev mientras la guerra se concentra en el este del país. Ya lo anunciaron las autoridades militares rusas y el plan se está cumpliendo en esta segunda fase de “la operación”.
Ahora las aspiraciones son controlar la región del Donbás y conquistar Maruipol. Los que aún siguen en la zona tratan de huir, incluso por sus propios medios. Mientras, las autoridades piden que haya una evacuación masiva porque la “ofensiva final” que anuncia Rusia es cada vez más inminente.
En el ámbito diplomático, la comunidad internacional da un golpe sobre la mesa en el Consejo de Derechos Humanos con la expulsión de Rusia, que el país se toma como una “salida voluntaria” y sin captar el mensaje. Desde Moscú mantienen que todo es parte del engranaje de EEUU apoyado en sus aliados. En Europa, nuevo paquete de sanciones contra Moscú y ahora a esperar las consecuencias anunciadas por Putin.
¿Cómo avanza el conflicto?
Las tropas rusas se mueven por el este del país sembrando destrucción. En dirección a Mariupol y con la ayuda de los ejércitos prorrusos del Donbás que les van abriendo camino. Por su parte, el Ejército ucraniano se reagrupa en la zona para resistir el ataque cada vez más inminente. Rusia reconoce una pérdida “significativa” de tropas y cree que la “operación” en Ucrania culminará pronto.
“Esperamos que en los próximos días, en un futuro previsible, esta operación alcance sus objetivos o la termine con las negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana”, ha valorado el portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin.
En Lugansk, las autoridades han denunciado que todos los hospitales de la región están destruidos con la intención de que sea imposible atender a los heridos y provocar el mayor número de víctimas.
Por ello, insisten a los civiles que abandones esas regiones por vías seguras porque podría ser la última oportunidad que tengan para hacerlo.
En Kiev todo va volviendo a la normalidad después de una semana de retirada de los soldados rusos. Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Vitaliy Klychhko, ha pedido prudencia a todos aquellos que quieren regresar a la ciudad porque la amenaza de un bombardeo “sigue siendo probable”.
¿Y las negociaciones?
No hay buenas noticias al respecto. El Kremlin acusa a Kiev de boicotear las negociaciones de paz y asegura que el presidente Zelenski ha cambiado lo que se acordó en la reunión de Turquía y prevé que recibirán nuevas exigencias por su parte.
¿Hay nuevas sanciones?
Después de varios días de debate, al final Bruselas ha dado luz verde al quinto paquete de sanciones contra Rusia que incluye el embargo del carbón. Como ya se había adelantado, por primera vez se toca el tema energético y el veto a exportar armas aunque aún hay distancias para castigar el petróleo y el gas, que tanto el Parlamento Europeo como algunos países ya reclaman.
Pero no son las únicas medidas contra Rusia. Montenegro expulsa a cuatro diplomáticos rusos, Estonia dejará de emitir visados y permisos a ciudadanos rusos y bielorrusos y Suiza congela más de 7.300 millones de euros en activos y fondos rusos. Y la comunidad internacional expulsa a Rusia del Consejo de Derechos Humanos.
¿Y cómo responde Rusia?
Sobre la expulsión del Consejo, el Kremlin dice que se va “voluntariamente” y denuncia el engranaje montado por EEUU y sus aliados. Respecto a las sanciones internacionales, responde con castigos contra las autoridades de Australia y Nueva Zelanda, incluidos sus primeros ministros y otras 280 personas de ambos páises.
Sobre lo de la Unión Europea, aún no se ha pronunciado pero esta semana ya advirtió de que habrá consecuencias.
¿Qué dice la OTAN?
La reunión de ministros de Exteriores de la Alianza contaba con un invitado de honor, Dimitro Kuleba, ministro ucraniano. Ante los medios, en Bruselas, el diplomático ucraniano ha aprovechado para pedir “armas, armas y armas”.
En respuesta, el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, ha anunciado que los aliados aumentarán el apoyo armamentístico a Ucrania y que seguirán fortaleciendo el flanco oriental para evitar que la guerra “escale y se propague”.