"Esto que te estoy contando, Bertín, no lo he contado en mi vida", aseguró este miércoles Rosa López en la emisión de Mi casa es la tuya (Telecinco). Se refería a por qué estuvo casi un año entero sin cantar: perdió la voz en septiembre de 2002, en la gira tras ganar Operación Triunfo y representar a España en Eurovisión, y no volvió a dar un concierto hasta julio de 2003.
"Teníamos una gira tremenda, eso no era el problema, viajar. Mi voz estaba preparada [...] Hubo un día, no sé por qué, porque yo no estaba mal, que una chavala me decía '¿Estás bien, Rosa? ¿Estás bien?' Te juro que me lo tomé de cachondeo", comenzó a relatar la artista con su madre y el presentador, Bertín Osborne, como testigos.
Esa persona del equipo siguió insistiendo. "No es que se empeñara en que estaba mal, es que por cojones quería traer a un médico ¡que no era ni médico, o sí, no lo sé!", exclamó López. Según recuerda, ese supuesto médico le exploró las cuerdas vocales "con una lupa de dentista".
"Yo me acojoné cuando ese hombre abre el maletín y hay una jeringuilla y veo que rueda un bote, con colorcillo azul y blanco. No sé qué coño era aquello, no tengo ni idea de lo que era. Al final no sé qué me pincharon en el culo", prosiguió.
"El primer concierto de puta madre, segundo día también y el tercero, que fue en El Escorial, a la sexta canción no es que no pudiera cantar, es que me estaba asfixiando", contó al tiempo que se le llenaban los ojos de lágrimas y ante el asombro de Osborne. Puedes ver el momento completo aquí.
"Nadie quería operarme las cuerdas", dijo emocionada. Fue su expareja, que era médico, quien "se cargó el marrón" y la operó. Como contó su hermano Octavio en un vídeo, estuvo ocho meses sin pronunciar palabra, "hablando con una pizarra".