Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez, Nobel de Física 2020
Los físicos han sido reconocidos por la Academia sueca por sus investigaciones sobre los agujeros negros.
Los físicos Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez se han alzado con el Nobel de Física 2020.
El primero ha sido galardonado por “descubrir que los agujeros negros es algo a lo que conduce la teoría de la relatividad”. Por otro lado, Genzel y Ghez han sido reconocidos por “descubrir uno de estos agujeros negros en el centro de nuestra galaxia”, siendo esta la única explicación actual de la Vía Láctea.
A lo largo de la historia de los galardones, desde 1901, solo cuatro mujeres, contando con Ghez, han recibido el premio: Marie Curie (1903), Maria Goeppert-Mayer (1963) y Donna Strickland (2018). En cambio, en este periodo de tiempo se han premiado 211 hombres.
Su trayectoria
Roger Penrose, profesor de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha centrado su carrera en los estudios matemáticos del Universo. De hecho, según informan en el comunicado de la Academia Sueca, utilizó estos métodos matemáticos en su demostración de que los exóticos agujeros negros son una consecuencia directa de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein, algo que ni el mismo creía.
En enero de 1965, diez años después de la muerte de Einstein, Roger Penrose demostró que los agujeros negros se pueden formar y los describió en detalle; según detalló entonces, los agujeros negros esconden una singularidad en la que cesan todas las leyes conocidas de la naturaleza lo que los hace especialmente atractivos. Su innovador artículo todavía se considera la contribución más importante a la teoría general de la relatividad desde Einstein.
Reinhard Genzel, profesor de la Universidad de Berkeley (EEUU) y Andrea Ghez, profesora de la Universidad de Los Ángeles, son directores de un grupo de astrónomos desde 1990 centrados en la región Sagitario A, en el centro de la Vía Láctea.
Ambos encontraron un objeto invisible extremadamente pesado que tira de todas las estrellas, haciéndolas correr a velocidades vertiginosas. Alrededor de cuatro millones de masas solares se agrupan en una región no mayor que nuestro sistema solar.
Usando los telescopios más grandes del mundo hasta el momento, Genzel y Ghez consiguieron ver a través de las nubes de gas y polvo interestelar el centro de la galaxia. Su trabajo pionero nos ha proporcionado la evidencia más convincente hasta ahora de un agujero negro en el centro de la Vía Láctea.
“Los descubrimientos de los galardonados de este año han abierto nuevos caminos en el estudio de objetos compactos y supermasivos. Pero estos objetos exóticos todavía plantean muchas preguntas que piden respuestas y motivan la investigación futura. No solo preguntas sobre su estructura interna, sino también preguntas sobre cómo probar nuestra teoría de la gravedad en las condiciones extremas en las inmediaciones de un agujero negro”, dice David Haviland, presidente del Comité Nobel de Física.
Próximos premios
Al anuncio de este Nobel le seguirán el de Química —miércoles 7—, el de Literatura —jueves 8— y el de la Paz —viernes 9—, mientras que el lunes, día 12, cerrará el ciclo el de Economía.
Los anuncios son en formato virtual, con una presencia mínima de periodistas acreditados en la sala. Se han suprimido las habituales ceremonias con centenares de invitados, reyes y antiguos galardonados, conciertos y banquetes para el día de la entrega, 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel.
El Comité Nobel canceló las galas correspondientes a Estocolmo; para el de la Paz, en Oslo, se reserva un espacio con público reducido en la Universidad.
Todos los premios llevan incluida una dotación económica, que este año aumentó a 10 millones de coronas suecas —un millón más respecto a 2019— (956.876 euros), a repartir en caso de más de un galardonado.