Rodeados de montañas de basura electrónica
Visitamos una planta que recicla cada vez mayor cantidad de los residuos eléctricos y electrónicos que generamos.
Cada vez generamos más basura electrónica en forma de frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, secadoras, hornos, cocinas, ordenadores, teléfonos, televisores, monitores, lámparas, pilas, etcétera. Este año, el volumen mundial de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) será de 65,4 millones de toneladas, un 33% más que en 2012, según el informe de la Iniciativa Step de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
En España, en Sevilla se encuentra la única planta única de nuestro país que puede tratar todos estos RAEE. Las imágenes y los datos son impresionantes, y deberían concienciarnos de la enorme cantidad de residuos que producimos y que deberíamos tratar de forma adecuada.
Recilec (Reciclado de Componentes Electrónicos, S.A.) se encuentra a unos 50 minutos de la capital andaluza. "Se trata de la única planta en España que cuenta con los diferentes procesos y tecnologías para tratar cualquier tipo de RAEE en una sola instalación", destaca su gerente, Leonardo Díaz Pineda. La instalación se ubica cerca del Parque Nacional y Natural de Doñana, en la zona de Aznalcóllar, donde en 1998 un vertido tóxico minero produjo uno de los mayores desastres ecológicos de España.
En el camino a la planta, que forma parte de un parque de instalaciones "verdes", se pueden divisar en el horizonte las enormes torres, de más de cien metros de altura, y el campo de espejos móviles (heliostatos) de la PS10 y la PS20, las dos centrales de energía solar térmica de Abengoa, las primeras centrales comerciales instaladas del mundo y capaces entre ambas de generar energía suficiente para unos 15.000 hogares.
Una vez en la planta, contemplar su interior y zonas colindantes impresiona: montañas de toda clase de residuos electrónicos que podrían servir de decorado en una película post-apocalíptica de ciencia ficción. En ocasiones, el ruido procedente de la actividad de los diferentes operarios, resulta casi ensordecedor. Desde el inicio de su actividad en 2004, por Recilec han pasado más de 150.000 toneladas de RAEE, el equivalente en peso a unas 15 torres Eiffel, procedentes principalmente de comercios, puntos limpios y organismos públicos de Andalucía, Extremadura, Murcia y Ceuta y Melilla.
En el caso de la planta sevillana, un 35% de los residuos son equipos con gases refrigerantes/expansores de las espumas aislantes; un 25% grandes aparatos electrodomésticos sin gases (lavadoras, lavavajillas, secadoras, hornos, cocinas, etcétera); un 20% aparatos informáticos, ofimáticos, pequeños electrodomésticos, electromedicina, luminarias y electrónica de consumo en general; un 15% televisores y monitores; y el 5% restante lámparas y pilas.
A pesar de que pueda parecer caótico a simple vista, todo se encuentra perfectamente clasificado y gestionado, de manera que los residuos se descontaminan y se aprovechan con el consiguiente beneficio ambiental y económico. "Vía reciclaje recuperamos más del 85% de los materiales contenidos en estos residuos, de forma que evitamos su extracción de la naturaleza. Y, con la nueva línea para la reutilización esperamos recuperar en los próximos años un 3% del total, de forma que vuelvan al mercado como productos recuperados, alargando su vida útil", explica Díaz Pineda.
PARA QUÉ SIRVE RECICLAR LA BASURA ELECTRÓNICA
Como destaca José Pérez, consejero delegado de Recyclia, la plataforma que gestiona Ecopilas, Ecofimática, Ecoasimelec y Ecolum, fundaciones dedicadas a la recogida selectiva y el reciclaje de pilas y RAEE. "Todo residuo tratado de forma responsable representa una triple oportunidad: contribuir al cuidado de nuestro entorno, ahorrar energía y recursos naturales y generar empleo y crecimiento económico", sentencia Pérez.
La recuperación adecuada de los RAEE impide que algunos de sus componentes peligrosos causen graves daños al medio ambiente. Es el caso del mercurio, muy contaminante, o los gases clorados de, por ejemplo, las neveras que dañan la capa de ozono. Asimismo, según datos de Recyclia, las 235.000 toneladas recicladas el año pasado en nuestro país por los sistemas colectivos —entre los que se encuentran Ecoasimelec, Ecofimática y Ecolum— han evitado las emisiones de dióxido de carbono (CO2) equivalentes a 100.000 vehículos circulando durante un año, contribuyendo así a luchar contra el cambio climático.
En cuanto al aspecto económico, el tratamiento de residuos electrónicos en Europa alcanza los 2.200 millones de euros, procedentes fundamentalmente del reciclaje de smartphones, monitores, portátiles y televisores, dispositivos que representan el mayor valor de recuperación. La previsión es que se eleve hasta los 3.700 millones en 2020. Según el gerente de Recilec: "Generamos puestos de trabajo en nuestro país e inversiones que nos permite desarrollar tecnologías y conocimiento que a su vez podemos vender fuera. Contribuimos, además, al objetivo común europeo de lograr una transición desde una economía lineal basada en consumir y eliminar a una economía circular donde se minimice la generación de residuos, se maximice la recuperación de materiales y, con ello se genere actividad económica y empleo verde".
¿LOGRARÁ ESPAÑA LOS OBJETIVOS DE RECICLAJE DE RAEE?
La Unión Europea es cada vez más exigente con los objetivos de reciclaje de RAEE. En 2015 la legislación española traspuso la Directiva Europea en esta materia, que obliga a separar hasta siete fracciones diferentes de residuos y pasar de recoger en 2016 el 45% de la cantidad de aparatos puestos en el mercado español al 65% en 2019. Estos objetivos deben lograrse tanto para los residuos domésticos como para los residuos profesionales/industriales y en todas las comunidades autónomas.
Tanto el gerente de Recilec como el consejero delegado de Recyclia son optimistas. "España tiene la infraestructura de tratamiento necesaria para gestionar el 100% de los residuos electrónicos que se generan. Disponemos de plantas de tratamiento en Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao, Barcelona y otras provincias. Estamos entre los países más avanzados de Europa", asegura Pérez. De la misma opinión es Díaz Pineda, que añade que "poco a poco, se está logrando una mayor concienciación ciudadana y entre todos los agentes que intervienen en la gestión de los RAEE".
LA RECOGIDA ILEGAL DE RAEE, ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO UNO
Uno de los principales enemigos para lograrlo es la recogida ilegal. Según el proyecto Countering WEEE Illegal Trade (CWIT), realizado por la UE en colaboración con la Interpol, la UNU y el WEEE Forum (una asociación europea sin ánimo de lucro para combatir este problema), sólo el 35% de los residuos electrónicos son gestionados correctamente en Europa. El propio experto de Recyclia reconoce que "el resto son tratados sin ningún control y generalmente canibalizados —como se conoce en el sector a la extracción de las materias primas valiosas— o exportados de manera indocumentada a países como Ghana, Nigeria o China, carentes de cualquier infraestructura de reciclaje necesaria y convirtiéndose así en los grandes vertederos electrónicos mundiales".
Por ello, ambos expertos demandan más controles y sanciones a los que incumplen las leyes, pero también más facilidades para los ciudadanos, como la ampliación de los puntos de recogida, y más medidas de concienciación ambiental, para que entre todos consigamos que instalaciones como esta de Sevilla nos ayuden a vivir en dicha economía circular.