Risto Mejide cae en la trampa de unos concursantes de 'Got Talent' y recibe una lección
"Ay, qué pereza".
Todo salió tal y como los concursantes habían planeado: fueron dispuestos a sorprender, a darlo todo y hasta consiguieron dar una auténtica lección sobre los prejuicios a Risto Mejide, el miembro del jurado más implacable de Got Talent (Telecinco).
Al aparecer en el escenario, Mejide los recibió con muecas de escepticismo y cansancio. Las sudaderas fosforitas, las poses chulescas, las expresiones y gestos al hablar y las máscaras negras que ocultaban sus caras hacían pensar que sería otro número de postureo de los que él tanto odia. Les hizo las preguntas de rigor de mala gana y reaccionó a cada respuesta con un gestito. "Ay, qué pereza", musitó en los instantes previos al comienzo de la actuación. Había mordido el anzuelo.
Los concursantes mantuvieron su farsa durante unos segundos, hasta que dieron un golpe de efecto y se quitaron las máscaras transformando a los jóvenes posturitas en hombres maduros que lo dieron todo y pusieron al patio de butacas en pie. Al terminar, todos, público y miembros del jurado, los aclamaron con ganas.
Ni siquiera Mejide pudo contener la risa y estalló en una gran carcajada justo antes de la valoración. Los concursantes explicaron que eran un grupo de padres que se había aficionado al baile, que todo empezó con un "no hay huevos" y que estaban allí por culpa de sus hijos.
"Ya iba siendo hora de que alguien se riese un poco de todo el postuero del baile, que hay muchísimo, que viniese a reivindicar las curvas de la felicidad, que las tenéis casi todos... y he visto hasta una campaña de cerveza con vosotros", concedió Mejide. Sin embargo, a la hora de valorar reculó: "A ver, una cosa es que nos caigáis bien, que haya buen rollo...".
"Creo que es una irresponsabilidad por nuestra parte que vayáis a pasar a una semifinal, la gente ahí hace cosas muy buenas", se excusó entre risas. Los concursantes le convencieron asegurando que tenían preparado un "numerazo" por si volvían y Mejide les acabó dando "el sí de Risto".