Nuestro mejor regalo de Navidad es esta receta antirresaca
Que una noche de alcohol no te fastidie el día siguiente.
Llegó la Navidad y, con ella, los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos. Los juguetes y las cosas materiales están bien, pero si hay algo que hace falta todas las navidades y que no puede faltar en esta carta, más allá de polvorones y turrones, es una receta antirresaca, que acabe con el ‘tierra trágame’ del día siguiente.
Los días de fiesta pasan factura, y con los años esa factura es todavía mayor. Excepto para los afortunados que son inmunes. Sí, hay superhéroes de las noches de fiesta. Según una investigación de la Universidad de Boston (EEUU) publicada en 2008, el 23% de la población mundial beben sin saber lo que es una resaca.
Para evitar todo esto y que te pases un día entero diciendo clásicos “ya no bebo más”, “ya no vuelvo a salir” o “la última copa me sobró”, que probablemente incumplirás a la semana siguiente, siempre puedes recurrir a los trucos de expertos para apaciguarla de la mejor manera posible. Spoiler: la clave es no beber, pero siempre hay remedios para que calmar el dolor de cabeza.
1. No beber
Es difícil, pero es lo único que te asegura no tener un dolor de cabeza horrible al día siguiente. Los expertos hacen hincapié en reducir el consumo en estas fechas y pasar alguna fiesta sin beber. “El consejo es no beber en exceso. O directamente, no beber”, señala el doctor Maset, médico de Cinfa, quien recalca que hay que acabar con el mito de que el alcohol es beneficioso en su justa medida. “Eso de que una cerveza es buena o un vinito es bueno no es cierto. Hay que cortar con esa idea”, enfatiza.
En esto coincide el doctor José Manuel Fernández, coordinador del grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), quien recalca que “la única manera de prevenir la resaca es no beber alcohol”.
No es tan difícil no beber, mira a Broncano.
2. Si bebes, que sean copas poco cargadas
Si has descartado la primera opción, lo mejor es que no cargar demasiado las copas y no tomar las bebidas solas con hielo. “Siempre es mejor tomarla combinada y con poco alcohol. Por ejemplo, dos gin tonics muy poco cargados van a ser siempre mejor que uno fuerte”, apunta Maset. Así que, parafraseando a James Bond, mejor que sean agitados, mezclados y combinados con mucho refresco.
3. Mejor cerveza o vino
Puestos a coger una copa, siempre será mejor una cerveza o un vino que de un destilado. Todo, por la graduación. “Es cierto que las bebidas con menor graduación alcohólica, como por ejemplo, una cerveza sientan mejor que una de 40ºC, como por ejemplo un whisky”, apunta Maset. Lógica pura.
Del mismo modo, Fernández indica que estas bebidas fermentadas son aceptables, pero no el alcohol destilado. “Se puede tomar vino o cerveza, de manera moderadas sin excesos, y en el contexto de un patrón de vida saludable del estilo Mediterráneo con una dieta rica en frutas, verduras, pescados, frutos secos y aceite de oliva”, apunta el médico.
Aunque si lo tuyo son los combinados, mejor que sea de alcohol blanco. “Los alcoholes blancos tienen menos elementos químicos responsables de la resaca, que otras bebidas madurados como el vermut, el whisky o el coñac”, detalla Maset.
4. Una copa, un vaso de agua
Aunque las bebidas solas con hielo o aguadas no son recomendables, sí que es bueno darle un respiro al estómago entre copa y copa. “Intercalar entre una bebida alcohólica y otra un vaso de agua o zumos o refrescos para hidratarnos es mejor para el estómago”, detalla el médico. Maset recalca que no hay que calmar la sed a base de alcohol y que, si se toma, debe ser como un ‘acto social’. “Hay que procurar que la bebida dure, que se beba poco a poco y que tenga mucho hielo para que se ague mientras conversamos, por ejemplo”, detalla.
Pero esto tampoco es una “fórmula mágica”, como explica el doctor Fernández: “La función del agua es evitar la deshidratación que sucede tras un consumo excesivo de alcohol, y lo mejor es sustituirlo por otras bebidas”.
5. Come bien, pero sin empachos
“Comer ayuda a que el alcohol no dañe tanto el estómago y que, por ejemplo, no suba tan rápido”, apunta Maset, aunque indica que no hay que darse atracones. “Una comilona puede ser contraproducente porque irrita más aún el estómago y provoca vómitos o diarreas al día siguiente”, enfatiza.
Estas comidas ayudan a la menor absorción del alcohol, sobre todo si son grasas. “El mayor consumo de comida disminuye la absorción de alcohol, sobretodo si son comidas grasas. Pero los efectos dependen de factores como la cantidad y calidad del alcohol consumido, si son bebidas de baja o alta graduación, o la tolerancia personal de cada uno al alcohol”, explica Fernández.
7. Beber líquidos
La deshidratación es el principal síntoma de la resaca y esto se debe a que cuando se consume alcohol se orina más. Así que la botella de agua será el mejor acompañante de la jornada postfiesta.
“También viene bien alguna bebida isotónica incluso consomés o caldos. Todo, poco a poco y sin beber de golpe”, apunta Maset.
8. Olvida las grasas y la comida basura
Por mucho que te apetezca, una hamburguesa o una pizza no es la comida más conveniente para el día de resaca. La explicación es muy sencilla, las grasas machacan aún más el estómago. “Respetemos a nuestro cuerpo, si nuestro estómago ha sufrido lo mejor es evitar las grasas y las comidas copiosas”, detalla el médico.
Por el contrario, los expertos recomiendan comidas sencillas y ricas en glucosa como “pasta, arroz o tostadas” para reducir la hipoglucemia. “Todo sin ningún tipo de salsa o aditivo. El estómago lo agradece”, indica Maset.
9. La fruta, la gran aliada
Otra forma de recuperar esos azúcares perdidos con el consumo de alcohol es con fruta. Los zumos, según indican en la clínica estadounidense Mayo, son perfectos para la resaca. Dentro de las frutas, la naranja es una de las más efectivas por su alto contenido en vitamina C. Según un estudio publicado en British Medical Journal en 2005, los zumos de naranjas recién exprimidas “ayudan al hígado a metabolizar el alcohol y además duplican la velocidad de eliminación de este”.
10. Nada de “noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno”
“Hay gente que se levanta con dolor de cabeza y dice ‘me voy a tomar un parecetamol’. Es un error enorme que puede provocar incluso reacciones adversas. No hay que tomar ningún medicamento”, explica Maset.
Basta usar la lógica: tanto el alcohol como los medicamentos hacen trabajar al hígado. “El paracetamol es un fármaco muy seguro, pero puede afectar al hígado, mientras que el ibuprofeno afecta también a la mucosa del estómago”, advierte.
11. “Salir, dormir, el rollo de siempre...”
“Como decían nuestros abuelos, lo mejor es dormirla”, explica Maset. Y lo resume a la perfección. El consumo de alcohol hace trabajar más de la cuenta al cuerpo, especialmente al estómago y al hígado, si a esto se suma la deshidratación propia de la resaca y la falta de sueño es como si le hubiésemos dado una paliza al cuerpo.
“Tenemos que tomarnos nuestro tiempo y descansar. Hemos sufrido una intoxicación, el alcohol es una droga y debemos darle 24 horas”, detalla el experto.
12. El ejercicio y el coche, mejor otro día
Dentro del reposo de este día, entra también dejar el coche aparcado y no hacer ejercicio físico. “Ni correr una media maratón en navidades, ni tampoco conducir porque podemos tener mareos”, detalla Maset. Por muy dispuesto que te encuentres, ese día será mejor que te quedes en casa.
13. Ni cafeína ni productos milagrosos
Por mucho que la intuición nos lleve a pensar que un chute de energía nos va a ayudar a espabilarnos. Ni la cafeína ni la taurina son buenos compañeros de la resaca. “Incluso pueden ser negativas. Son diuréticos y puede ser contraproducente, ya que puede hacer que orinemos más, por tanto, nos deshidretemos”, detalla Maset.
De este modo, tampoco son recomendables algunos productos que se venden como “milagrosos” o terapias intravenosas popularizadas en Las Vegas (EEUU), que inyectan sales, vitaminas y otros nutrientes para la rápida recuperación. Estas últimas puede llegar a provocarles shock en algunos pacientes. De hecho, una modelo de 29 años falleció en agosto de 2019 tras someterse a este tratamiento.
“La mayoría de estos productos tienen cafeína o taurina, lo que empeora la situación también a nivel psicológico. Llegas de un estado de euforia y pasas a un poco de ansiedad, que te molesta todo, estás triste, irascible o con pocas ganas”, explica Maset.
Al final, la cuestión se reduce en saber beber.