La decepción de miles de republicanos: "Votaría a un sándwich de atún antes que a Trump"
El fuego amigo, un bache inesperado en la carrera a la reelección de Donald Trump.
“Votaría por un sándwich de atún antes que a Donald Trump”. Podrían ser las palabras del ala izquierda de los seguidores de Bernie Sanders, pero es una de las reflexiones de cientos de miles de republicanos decepcionados que votarán en contra del magnate el próximo 3 de noviembre en las elecciones de Estados Unidos, en las que Trump se enfrenta al demócrata Joe Biden.
No son pocos los que piensan así. “Donald Trump denigra a todos a voluntad: prisioneros de guerra militares, mujeres, niños, discapacitados, líderes de naciones aliadas, entre otros”. “El presidente es un mentiroso, no lo soporto”. “No voy a ser retenido por mi partido político esta vez, voy a votar por Joe Biden”. Son afirmaciones de muchos de los que hasta ahora habían sido votantes del Partido Republicano. Y sus palabras llegan desde todas partes del país: Arizona, Maine, Florida, Texas, Illinois, Carolina del Norte…
Estas y muchas otras experiencias son las que recoge la web de Republican Voters Against Trump o RVAT (Votantes Republicanos Contra Trump), que reúne los testimonios de más de 300.000 exvotantes del Partido Republicano que no quieren que Trump continúe en el cargo durante los próximos cuatro años. Entre ellos está Katie, de Illinois. Una madre exrepublicana que quiere “mantener a sus hijos a salvo”. Opina que “las mentiras de Trump son peligrosas y están costando vidas”: “Estamos haciendo todo lo posible para apoyar a Biden y echar a Trump del cargo para poder sentirme segura en este país y orgullosa de poder criar a mis hijos”.
Josh, desde Carolina del Norte, reconoce que votó a Trump, y que ahora no se siente especialmente orgulloso. “No volveré a votar por él”, asegura. “Si Biden se retira y el Comité Nacional Demócrata presenta a una lata de tomate, votaré por la lata de tomate”, dice.
Son cientos de miles las personas que componen esta comunidad. Bill, de Nueva York, está disgustado con la administración de EEUU y sabe que no es el único. “Votaré a Joe Biden y a Kamala Harris”, asegura. “El Partido Republicano ya no representa mi ética y mis valores, pero cuando me siento impotente recuerdo que puedo votar. Y votaré”.
Dicen que es peor el fuego amigo que el enemigo. Y algunos antiguos miembros del Partido Republicano son los que más balas están lanzando al actual presidente. De hecho, la consultora republicana Sarah Longwell fue una de las cofundadoras de RVAT y una de las personas que financia el grupo es Bill Kristol, un millonario neoconservador que fue jefe de gabinete del vicepresidente bajo el mandato de George Bush, según informa The Guardian.
El director político de la organización es Tim Miller, exdirector adjunto de Comunicaciones del Comité Nacional Republicano. Miller opina que “Donald Trump es inaceptable” y que “ha cometido muchos errores. El mayor de ellos fue no tomarse el coronavirus en serio”, señala en una entrevista con la BBC.
Pero la gran fuerza de estos movimientos no está tanto en los testimonios más pulidos de expolíticos republicanos, sino en los de la gente de a pie que transmite el mensaje: granjeros, trabajadores de la industria, amas de casa, obreros… Algunos forman parte de los swing voters (aquellos ciudadanos cuyo voto oscila entre un partido y otro), cuya mayoría son población blanca sin estudios universitarios.
The Lincoln Project
RVAT no es la única organización de republicanos que plantan cara a Trump en EEUU. Otra de las más conocidas es The Lincoln Proyect, que nació en 2019 de mano de dos estrategas políticos que habían formado parte del Partido Republicano: Rick Wilson y John Weaver. Algunos de sus miembros han sido analistas o asesores de George W. Bush, Ronald Reagan, John McCain o Mitt Romney.
Se trata de un comité de acción política cuyo objetivo es evitar la reelección de Trump y derrotar a sus seguidores en el Senado. En abril de este año, anunció su apoyo en las elecciones a Biden. Desde entonces, se dedican a compartir información en redes sociales y Youtube sobre el presidente, y algunos de sus vídeos han alcanzado millones de reproducciones.
Lanzaron su proyecto en las páginas del periódico The New York Times, en un artículo titulado Somos republicanos y queremos que Trump sea derrotado, el pasado 17 de diciembre de 2019. “Hemos sido y seguimos siendo ampliamente conservadores (o tradicionalmente liberales) en nuestra política y perspectivas. Nuestras múltiples diferencias políticas con los demócratas siguen ahí, pero nuestra fidelidad compartida a la Constitución dicta un esfuerzo común”, escribieron.
Estos grupos resurgen de las cenizas del movimiento Never Trump (Nunca Trump), que se formó en 2016 entre los republicanos para acabar con la candidatura de Trump dentro del partido. Tras su llegada al poder, Trump declaró públicamente la defunción de esta iniciativa.
Pero ahora han vuelto, y con muchos más apoyos. Incluso si estas personas se decidiesen finalmente por no emitir voto y quedarse en casa, probablemente también perjudicarían a Trump. Al fin y al cabo, en 2016 fueron parte de sus votantes.