Relojes inteligentes, revueltas en Hong Kong y coronavirus, el cóctel molotov de Swatch
A juicio de la multinacional relojera, tendrá consecuencias a largo plazo.
Los astros se unen en la tormenta perfecta para los fabricantes de relojes que tienen intereses en Asia en general y en China en particular. A la moda de los relojes inteligentes —como Apple o Samsung— o a los fitbits (para hacer deporte) que han dañado las ventas de los relojes tradicionales durante los últimos cinco años, ahora llegan los problemas comerciales entre Estados Unidos y China, y el coronavirus.
Un cóctel molotov que, a juicio de la multinacional del sector relojero más importante, Swatch, tendrá consecuencias a largo plazo.
Las movilizaciones durante meses en Hong Kong comenzaron a dañar las ventas y todo lo demás se está encargando de darle la puntilla. Swatch ha anunciado ganancias durante 2020 en todos sus mercados menos en China, y específicamente en HK, donde espera caídas en las ventas y en los ingresos. Swatch, famoso por sus relojes de plástico a precios asequibles, también es dueño de la marca de relojes deportivos Tissot y de los relojes Omega de alta gama.
Otros grupos que también han avisado de que sus marcas relojeras se verán afectadas por la situación de la región china son el grupo Richemont, aunque en menor medida que Swatch, y el gigante de artículos de lujo LVMH, que también ha anunciado la desaceleración en el crecimiento de las ventas en el último trimestre de 2019 por el desplome de Hong Kong.