Rafael Bengoa, uno de los grandes expertos españoles: "Si hay segunda oleada en otoño ya no tenemos tiempo para hacerlo bien"
El referente en Salud Pública asegura que la unión política es una arma más contra el virus.
Al hablar de grandes expertos de Salud Pública uno de los primeros nombres que se ponen sobre la mesa es el de Rafael Bengoa (Caracas, 68 años).
Durante su dilatada trayectoria, ha ocupado el cargo de asesor sanitario de Barack Obama en el Obamacare, ha trabajado en la OMS durante 14 años llegando a ser director de Sistemas de Salud. También ha pertenecido a la Unión Europea o ha sido consejero de Sanidad del Gobierno del País Vasco. Actualmente es codirector del Instituto de Salud y Estrategia (Si-Health) junto a Patricia Arratibel.
Bengoa es un firme defensor de la sanidad pública y, para reforzarla, lleva meses solicitando un informe despolitizado sobre cómo se ha respondido a la pandemia. “Se necesita un documento imparcial y no de unas personas que van al parlamento a controlar lo que han hecho unos u otros”, afirma.
Aprovecha su experiencia como docente en la Harvard School of Public Health -la escuela de salud pública de más prestigiosa del mundo- para hacer comparaciones como que el coronavirus se ha colado como por un queso suizo.
España es actualmente uno de los países europeos más azotados por los rebrotes, ¿qué ha fallado?
Creo que hemos sufrido de una falsa seguridad, nos hemos confiado en que en el desconfinamiento iban a ocurrir dos cosas: que la población, sobre todo los jóvenes, iban a respetar todas las medidas y que el sistema de control epidemiológico local estaba montado. Al entender los distintos gobiernos que eso se podía controlar, hemos pensado que estábamos listos y nos está probando el virus que no. El comportamiento ciudadano, que ha sido ejemplar en confinamiento, no está siendo ejemplar en según que grupos de edad en desconfinamiento.
Luego también pasa que en algunas partes no se ha reforzado lo suficiente la atención primaria y por tanto nos amenaza el virus con que quiere volver con ganas. Cataluña y Aragón están intentando controlar los brotes porque han tenido la mala suerte de ciertos comportamientos ciudadanos y de los casos entre temporeros. Esto ha hecho que haya ya transmisión comunitaria. En otras partes de España no hay transmisión comunitaria y se está pudiendo controlar.
Otra cosa a comentar, y no quiero ir de listo, es que podríamos haber anticipado algunas de estas cosas. Deberíamos de haber podido adelantarnos a algunos movimientos y a partir de ahora sí que tenemos que hacerlo. Las cosas que hacemos para controlar el virus son cosas que van por detrás, si rastreas estás siguiendo al virus. Esto es necesario, pero yo creo que ahora durante el verano y en otoño nos tenemos que anticipar.
¿Se imaginaba rebrotes tan fuertes desde principios de julio?
Yo pensaba que entre los gobiernos habían atado bien el concepto de rastreo. En epidemiología, el control de salud pública es local. Los brotes son locales, las infecciones son locales, los test son locales, el rastreo es local, etc. Pensaba que entre todos habrían atado para que las condiciones mínimas estuvieran listas para la fase de desconfinamiento y es evidente que no lo estaban.
¿Está demasiado politizado el virus como para que haya esos acuerdos?
Más antes que ahora. Durante el confinamiento, la centralización por el estado de alarma choca con la visión que tienen del país algunos. Desde marzo o abril llevo diciendo que si hay algo que se aprendió de la pandemia del 1918 es que donde hubo mucha política esta tuvo un efecto negativo sobre el control de la pandemia. Se sabe de distintas ciudades de Estados Unidos. Yo digo que la unión política es fundamental en esta situación, es un arma más en contra del virus.
En la primera oleada y gracias al estudio de seroprevalencia se supo que se detectaba aproximadamente a uno de cada diez casos, ¿cuántos calcula que se pueden detectar ahora?
No te sabría decir, pero es muy importante que se hagan muchas pruebas. De hecho, países que nos han estigmatizado hacen menos pruebas que España. Tenemos que seguir haciéndolas, contratando rastreadores y acelerarando la creación de una aplicación para facilitarles la tarea. Sería bueno que en otoño tuviéramos muchos más rastreadores, una aplicación y se hicieran más test.
¿Existe el riesgo de un principio de colapso sanitario en algunas zonas de España ya en agosto?
No creo. De las pocas cosas que nos estamos anticipando bien es en la infraestructura sanitaria que te hace falta a nivel hospitalario, aunque las epidemias no se controlan en los hospitales. Se controlan con la atención primaria, el rastreo local, la participación municipal y un comportamiento ciudadano que debería de parecerse más al del confinamiento que al que estamos teniendo en desconfinamiento.
¿Cuántos rastreadores se necesitan?
No te sabría decir una cifra exacta, pero sí un 50% más de los que hay hoy. Si los contratamos, los formamos bien, tenemos una aplicación y nos anticipamos a problemas como los de temporeros o residencias podemos tener una segunda oleada más controlada, aunque sea igual de fuerte que la primera.
¿Es posible darle la vuelta a la situación en Cataluña y Aragón sin un confinamiento total?
Creo que sí. Espero que en los próximos días haya un mayor control en la transmisión comunitaria que se está dando en esas comunidades. Ahora, en cuanto empiecen a bajar las cifras no quiere decir que haya que relajar las medidas porque no hay que cometer el error de caer dos veces en la falsa seguridad que nos da el desconfinamiento. No veo un motivo para reabrir lugares cerrados como discotecas o permitir botellones, solo porque bajen las cifras... Un nuevo confinamiento no se puede permitir porque daría la sensación de que no controlamos nada.
¿Haría PCR en orígenes y cuarentenas a turistas extranjeros?
Sí, es evidente que estamos teniendo casos importados tanto de unas autonomías a otras como de fuera de España. Sabiendo que toda Europa tiene casos infectados debería de haber un control en los aeropuertos.
¿Y no tendría más sentido tomar esa decisión, por ejemplo, a nivel europeo?
La Unión Europea está muy concebida para tomar decisiones europeas en relación a la parte económica, pero no tiene historia en tomar decisiones en términos de salud pública. No tiene una infraestructura para llegar a un consenso europeo en algunas medidas de salud pública. Además, por razones de diseño en la constitución no puede meterse en temas de cómo organizar la sanidad en un país, no tiene ese mandato y no está autorizada.
Para tomar decisiones de este estilo lo debería hacer en concordancia con la oficina de la OMS en Europa, ya que está descentralizada. También con el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas (CDC) de Estocolmo. Sí que se podrían poner de acuerdo la OMS de Europa, el CDC de Estocolmo y la Unión Europea para conformar con los países un sistema de alerta y de control epidémico más consensuado y uniforme y que no cada país esté haciendo lo suyo.
¿La Comunidad de Madrid está diciendo la verdad en cuanto a los datos?
Yo no recibo los datos. Es importante que los que están recibiéndolos en el ministerio ayuden a las comunidades a acelerar en crear las condiciones para que no tengamos una situación en Madrid como las que ha habido en otras partes del país. En lugar de denunciar que no sé si los datos son ciertos o no, es más importante decir que se pongan de acuerdo los distintos niveles de gobierno para asegurar que todas las autonomías tengan la infraestructura y los fondos necesarios para contratar rastreadores y reforzar la atención primaria y los equipamientos de hospitales. Es muy importante que los distintos gobiernos se estén ayudando y no usando lo que está pasando en una zona u otra con fines políticos. Si hay un rebrote potente en Madrid que no use políticamente por unos o por otros.
¿Qué ha fallado con los jóvenes y, sobre todo, cómo se tendría que haber hecho la comunicación con ellos?
Si algo que tenemos que hacer la próxima vez, porque va a haber más pandemias, o en la siguiente ola de esta es dirigirnos a los jóvenes que no ven las noticias o no leen los periódicos utilizando las redes sociales y figuras populares y no con los políticos que están saliendo como si informar fuera suficiente. Hace falta también comprender. Los jóvenes se sienten informados, pero no cambias de comportamiento hasta que hayas comprendido algo y se necesita tiempo y acceder a su cultura y forma de pensar de una manera muy diferente. Es uno de los grandes aprendizajes de esta pandemia.
¿Hay tiempo aún para corregirlo en esta pandemia?
Si hay una segunda oleada en otoño ya no tenemos tiempo para hacerlo bien y realizar cambios estructurales grandes, pero sí hay tiempo para probar ciertas cosas. De la misma forma que investigamos sobre el virus, la vacuna o medicamentos también hay que hacerlo para dirigirnos a subgrupos de la población, en este caso los jóvenes. Tenemos que averiguar cuál es el proceso de aprendizaje que necesitan para cambiar de comportamiento. Lo sabemos desde hace tiempo con el alcohol o el tabaco.
Este fin de semana Alemania ha detectado más de 170 positivos en temporeros, ¿qué medidas tomaría para frenar este tipo de brotes entre el colectivo?
Hay que corregir las infraestructuras de vivienda. Casi no me atrevo a llamarles vivienda porque las condiciones son tan malas que están casi preparadas para que se infecten en cuanto entre uno. No hay que prohibirlos, hay que darles condiciones dignas para vivir. También hay que formarles y explicarles bien en qué consiste esta infección.
¿Por qué ha costado tanto imponer las mascarillas como obligatorias si en marzo ya había estudios científicos de transmisión por el aire?
Llevo diciendo mascarillas sí desde hace tres meses. La evidencia científica es muy importante, pero también la experiencia. Los que hemos estado en oriente hemos visto que controlan muchas cosas con mascarillas y esa experiencia cuenta. A la OMS le gusta decidir solo a través de la evidencia científica, reúne a varios sabios y entonces hacen una recomendación. Habría que añadir esa experiencia porque esos países saben que es mejor llevar mascarilla para detenerla.
La ciencia más que lenta es adaptativa, va aprendiendo y luego va soltando la información, aunque en estos meses de pandemia ha ido rápida. Tenemos varios medicamentos para los pacientes graves, se publicó el genoma en nada, estamos haciendo un control epidémico cada vez más serio, hay varias vacunas avanzadas…
Trabajó 14 años para la OMS, ¿ha estado la organización a la altura de la situación?
La OMS necesita reformas estructurales para tener más poder y agilidad a la hora de asegurar que existen los sistemas de alerta de forma más rápida para actuar antes. Ya han movido a la exprimera ministra de Nueva Zelanda para que dirija a un grupo de cara a analizar la situación y sugerir las reformas necesarias.
Como exasesor sanitario de Obama, ¿le da pena todo lo que está pasando en EEUU?
Es un drama. Las políticas erráticas del presidente actual, no solo en relación a no haber reforzado el Obamacare, cosa que seguramente ahora se arrepienta, sino también con sus discursos sobre los medicamentos, mascarillas, etc han hecho un enorme daño. Aquellos que ven a su presidente como un ejemplo de que hacer o no les ha llevado a la evidencia equivocada. En Estados Unidos habrá gente ahora que tras un mes intubado estarán recibiendo facturas de un millón de euros y si no tienen un seguro se arruinarán. Va a empezar a haber bancarrotas familiares porque van a recibir facturas que nadie en España va a recibir. Es por eso tan importante tener un refuerzo universal de sistemas públicos de salud.
¿Se cree que pueda existir una vacuna antes del 2021?
Entiendo que habrá una vacuna provisional en la que se va a recomendar su uso y se usará la palabra provisional al final del año o durante el que viene porque no habrá pasado bastante tiempo para ver toda la capacidad inmunogénica que nos produce. Para eso tienen que ir pasando años y conforme pasen se irán mejorando hasta tener la definitiva. Lo que parece es que hay buenas noticias y, siendo optimistas y si sale a final de año, estamos hablando de vacunar en España en febrero o marzo. Hasta entonces habrá que estar controlando todo.
¿Está contento con la gestión del Gobierno y de Fernando Simón?
Más que ponerle una nota al Gobierno, que es muy difícil porque hemos actuado tarde y se han hechos algunas cosas bien y otras no, igual que en las comunidades, intento no contestar para que no lo usen de forma específica entre unos y otros para atacarse. Esto es muy negativo porque beneficia al virus y no hay que entrar en un proceso de culpabilización. En los hospitales hemos aprendido que donde hay un error vienen del sistema y no de una persona, ahora España se tiene que poner de acuerdo para que no nos vuelva a pasar lo que nos ha pasado. Si no aprovechamos esta crisis como una oportunidad para ponernos de acuerdo políticamente no vamos a tener otra oportunidad igual.
¿Qué le pediría para el futuro?
Hay que evitar que las personas vulnerables sean víctimas, hay que tener un plan de protección para estas personas. Hay que anticiparse también a lo no covid, es decir, cuidar otras enfermedades como el cáncer, la diabetes o la salud mental. Este plan cobra más y más importancia. Hay estudios europeos que dicen que va a haber un 20% de aumento de cáncer. No podemos sumar otro 20% en los próximos meses y por eso hay que prever esas consecuencias sanitarias del virus. También hay que asegurar que en otoño tengamos un circuito covid y que la máquina no tenga que ser sacrificada por las demás cosas. En marzo nos pilló por sorpresa y focalizamos todos los recursos y esfuerzos ahí y el resto de las cosas quedaron parcialmente desatendidas.
Además, no solo hay que prepararse para futuras pandemias, también hay que repensar el modelo asistencial. Ahora lo tenemos focalizado sobre agudos y hay que complementarlo para crónicos, es decir, llevar los recursos a la comunidad e implementar el uso de la tecnología.