Radiografía del metaverso: qué hay detrás del espacio más codiciado
Empresas como Google, Facebook o Nike ya han apostado por este nuevo entorno digital.
Ni siquiera se puede tocar con los dedos pero el metaverso se ha convertido en uno de los elementos por el que algunas de las empresas más importantes han decidido centrar su inversión, transformando algunos de sus servicios a la nueva realidad virtual, en lo que consideran el futuro de Internet.
¿Qué es el metaverso?
Metaverso es un acrónimo que está compuesto por el término “meta”, que proviene del griego y su significado es “más allá”, y por “verso”, en referencia al universo.
Este nuevo concepto da nombre al mundo virtual, un espacio en el que todas las personas se podrán conectar e interactuar social y económicamente mediante la utilización de avatares individuales.
Esos avatares son los que permitirán a cada usuario una experiencia inmersiva con la que formar parte de un videojuego, comprar objetos, entretenerse y relacionarse con otras personas.
Un término que para Elena Bello, PR Specialist de IEBS Business School, tiene que ver con “una realidad digital basada en la tecnología blockchain”. En declaraciones a El HuffPost, defiende que estas nuevas tecnologías están caracterizadas por “mundos virtuales que continúan existiendo cuando ni siquiera estás jugando”.
El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad Internacional de Valencia, José Martí Parreño, también asegura que es un “entorno fluido” en el que la gente se puede mover entre “diferentes plataformas y realidades de manera híbrida”.
El papel de las grandes marcas
Las grandes compañías ya trabajan en el desarrollo de nuevos dispositivos con el que adecuar sus servicios a la nueva realidad virtual. Empresas como Google, que ya está trabajando en el desarrollo de sus propias gafas de realidad aumentada, a través de un proyecto llamado Project Iris. Unos pasos similares a los de Apple, quien también está elaborando sus propias gafas, las conocidas como Apple Glasses, incorporando una tecnología similar.
Pero no solo las empresas tecnológicas están estudiando la posibilidad de invertir en el mundo virtual. El gigante estadounidense de moda y equipamiento deportivo, Nike, lanzó el pasado 26 de abril su primera colección de non-fungible tokens (NFT).
El grupo de Oregón compró el pasado mes de diciembre la start up de sneakers virtuales Rtfkt y desveló en redes sociales su nuevo proyecto de zapatillas virtuales, las Nike Dunk Genesis CryptoKicks. Un modelo virtual con el que el usuario puede customizar con hasta ocho diseños el color del producto, por un precio de entre 7.500 y 9.000 dólares el par. Aunque también cuenta con algunos diseños exclusivos que han disparado su valor.
En España, algunas compañías como Zara, ya han dado un paso al frente en el mundo virtual y, el pasado 6 de diciembre, la empresa gallega reveló su primera colección de ropa para el metaverso, en colaboración con la entidad surcoreana Ader Error.
Pero Zara no ha sido la única entidad española en entrar en el metaverso. Metrovacesa o el dueño de Mercadona, Juan Roig, también han apostado por seguir innovando en este ámbito. La empresario valenciano, ha impulsado través de su start up, Lanzadera, a la compañía Uttopion, que ha logrado facturar un millón de euros con la venta de terrenos virtuales desde febrero.
En el mercado del arte, los NFT también han revolucionado el sector y fundaciones como la de la Casa de Alba, se han sumado a esta iniciativa. El pasado 28 de abril presentaron su primer NFT basado en los memoriales de Cristóbal Colón a los Reyes Católicos. “No sabemos lo que nos vamos a encontrar, pero sin duda, es el futuro”, aseguró el secretario de la fundación, Emilio Ramírez.
Para Elena Bello esto no se trata de “una moda actual” y considera que el metaverso “ha llegado para quedarse”. Por esa razón, justifica que las empresas “no están queriendo perderse la oportunidad de sumarse a esta nueva tecnología y de aprovechar sus múltiples ventajas”. “Su potencial es infinito, especialmente para aquellas compañías que tengan a los millennials y generación Z como mercado objetivo”, añade.
El doctor Martí Parreño coincide con Bello y reconoce que la principal ventaja para las compañías es la de “ahorrar en recursos”. Desde el punto de vista empresarial, en un contexto cada vez más competitivo y complejo, la telepresencia del metaverso no sólo ofrece soluciones a los problemas de movilidad, sino a reducir el impacto en recursos económicos y medioambientales”, indica, en declaraciones a El HuffPost.
Aumentan las búsquedas
En España, el interés por el metaverso se ha visto reflejado en su crecimiento desde el año 2020. Según refleja el informe publicado por la consultora BeConfluence, en los dos últimos años, las búsquedas se han multiplicado por tres, alcanzado el millón de búsquedas mensuales durante los primeros meses de 2022.
Algunas empresas españolas también han aumentado su atención sobre el nuevo entorno digital y, según recoge el informe, las búsquedas de las compañías nacionales han crecido un 5%, entre 2021 y 2022.
El informe de la consultora también refleja que las búsquedas sobre el metaverso proceden de ámbitos tan diversos como informática y telecomunicaciones, entretenimiento, marketing y comunicación y retail. Entre ellos concentran por sí solos más del 50% de las búsquedas en España
La directora general de BeConfluence y coordinadora del informe, Rosa Gómez-Acebo, defiende, en declaraciones a El HuffPost, que el crecimiento de las búsquedas se basa, en gran parte, por las “dudas” y el “desconocimiento” sobre los entornos virtuales que ya existen.
Las dudas legales
Uno de los principales inconvenientes de esta nueva realidad virtual es el de las posibles estafas y los posibles problemas psicológicos, físicos y adictivos que puedan generar en algunas personas.
Una adicción que ya se está dando con el uso de las redes sociales. Según los datos del informe de Unicef, El impacto de las tecnologías para la relación, información y comunicación (TRIC) en la infancia, el 30% de los jóvenes es adicto a Internet. Un problema que podría ser similar en el metaverso y generar una dependencia similar a la que produce las redes sociales en algunas personas.
A los posibles problemas adictivos y psicológicos, se le añade la falta de seguridad jurídica de las empresas. Elena Bello reconoce que uno de los mayores retos a los que se enfrenta el nuevo entorno digital es el de “la seguridad de los datos” y explica que el principal temor es el de acciones como la recopilación de “datos personales, biométricos, financieros o dactilares”.
El doctor Martí Parreño invita a cada empresa e institución a “analizar detenidamente qué beneficios les aporta cada modalidad de metaverso” y aconseja que planifiquen “cuidadosamente”, su integración con “su visión, misión y las personas a las que sirven”.
¿Posible fracaso?
Tantas son las expectativas con el metaverso que también se han generado dudas sobre un posible fracaso de esta nueva realidad, algo que para los expertos no debería darse porque pese a que está “en pleno desarrollo”, lleva funcionando desde hace años en los videojuegos.
Después de la mala experiencia con algunos dispositivos que parecían que iban a marcar un antes y un después en la tecnología, como ocurrió con las Google Glass, las pretensiones con este nuevo mundo digital también provoca cierto recelo.
El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad Internacional de Valencia cree que “más que del éxito o fracaso” del nuevo entorno digital en su conjunto, se debería hablar de “metaversos específicos”. “En todo caso, serán los usuarios quienes validarán el éxito del metaverso en función de la utilidad que perciban en su uso”, justifica.
“Si se opta por la colaboración y co-creación de un único metaverso (a modo de consorcio o alianza de todas las empresas tecnológicas implicadas), que salvaguarde los derechos de los usuarios y la competencia, hay más posibilidades de éxito”, expone el doctor José Martí.