¿Quién tiene más que perder en las 'midterm': Biden o Trump?
En los últimos 160 años, el partido en el poder rara vez ha salido bien parado de una votación de mitad de mandato.
Estados Unidos vota ya en sus elecciones de medio mandato -’midterm-, cita clave que por norma es un referéndum sobre el inquilino de la Casa Blanca: Joe Biden. Por eso, consciente de la lectura en clave examen que tiene esta cita, el demócrata le da otra vuelta de tuerca y pretende cinvertirlo en una votación contra Donald Trump y sus ideas “extremistas”. Se trata, en definitiva, de una jornada electoral crucial con mucho en juego para el actual líder estadounidense y su predecesor. ¿Quién saldrá mejor parado?
Antes de nada, un recordatorio: estas elecciones determinarán si los demócratas mantienen el control de la Cámara de Representantes y del Senado. Según los últimos sondeos, la oposición republicana tiene muchas probabilidades de hacerse con la Cámara. Sin embargo, el destino del Senado no está tan claro.
Pero, concretamente, ¿qué se juegan Joe Biden y Donald Trump este martes? Trump está dejando caer, a falta de anuncio oficial, que se presentará a la presidencia en 2024, y Biden tampoco oculta sus intenciones. Al final de estas elecciones de medio término, son varios los escenarios posibles. El resultado podría ser la gota que colma el vaso, deteniendo el impulso de uno o acelerando el del otro.
Desde este punto de vista, Joe Biden es quien más tiene que perder. En los últimos 160 años, el partido en el poder rara vez ha salido bien parado de una votación de mitad de mandato. Según los últimos sondeos, esta vez no será la excepción, ya que la oposición republicana tiene muchas probabilidades de conseguir suficientes escaños en la cámara baja para obtener la mayoría.
Si los demócratas solo retienen el Senado, lo único que podrían hacer es ayudar al presidente con la aprobación de sus nombramientos judiciales. “De hecho, eso puede ser lo único que podrían hacer en un Congreso dividido”, señala el Washington Post.
Una oleada de investigaciones en caso de derrota
Obviamente, para el presidente, el peor escenario sería perder tanto la Cámara de Representantes como el Senado. Si los republicanos toman las riendas de ambas cámaras, no descansarán hasta bloquear todas sus políticas. “Estas elecciones van a cambiar el equilibrio de poder”, señala Marie-Christine Bonzom, politóloga especializada en Estados Unidos. “En caso de derrota en ambas cámaras, Joe Biden perderá su poder y no podrá hacer mucho más que gestionar la política internacional”.
En cuanto al derecho al aborto, las cosas se pondrán aún más feas. Joe Biden quiere superar las normas parlamentarias que actualmente le impiden legalizar el aborto en todo el país. En caso de cohabitación política, esto nunca ocurrirá. De hecho, las leyes podrían volverse aún más estrictas. Tampoco podría proteger los derechos de la comunidad LGTBIQ+ ni prohibir los rifles de asalto, como había planeado.
Personalmente para Biden, su mandato podría convertirse en una pesadilla, ya que los líderes republicanos están planeando promover numerosas investigaciones, tanto sobre su hijo Hunter Biden como contra su administración. Entre ellos, su gestión de la guerra en Afganistán, las redadas del FBI en Mar-a-Lago, sus políticas de fronteras y las falsas acusaciones de Trump sobre el fraude electoral. Algunos diputados republicanos de extrema derecha también están dispuestos a iniciar un proceso de destitución.
Respiro a corto plazo en caso de victoria
Este es el escenario menos probable según las encuestas, pero si los demócratas conservan ambas cámaras, Joe Biden podría mirar hacia 2024 con más calma. Pero tampoco por mucho tiempo, porque su margen de maniobra seguiría siendo muy limitado frente a los republicanos.
Como explica Marie-Christine Bonzom, “si gana, será por un margen muy pequeño. Tal y como están las cosas, aunque haya prometido a los estadounidenses plasmar mediante ley el derecho al aborto en caso de victoria, lo cierto es que nunca conseguirá los votos suficientes (60)” para anular las normas parlamentarias. Lo mismo ocurre con el matrimonio entre homosexuales, la sanidad y el derecho al voto.
Esta victoria en realidad sólo mantendría el statu quo hasta las elecciones presidenciales de 2024.
Donald Trump está preparando el terreno para 2024
Donald Trump se ha volcado en la campaña del Partido Republicano, celebrando múltiples mítines por todo el país. Y sea cual sea el resultado, parece más probable que él salga beneficiado. “Si los republicanos ganan, dirá que ha sido gracias a él y al apoyo que les dio a los candidatos. Si pierden, dirá que es culpa de la cúpula del partido y que tiene que volver para arreglar la situación”, explica Marie-Christine Bonzom.
Obviamente, saldría más beneficiado si su partido ganara. Como señala Nicole Bacharan, politóloga especializada en política estadounidense, en caso de victoria, los republicanos planean “sepultar el trabajo de la comisión que investiga el asalto al Capitolio llevado a cabo por los seguidores de Donald Trump”. Al mismo tiempo, su partido hará todo lo posible para asfixiar a Joe Biden con investigaciones y mociones de censura.
Sería un magnífico trampolín para las elecciones presidenciales de 2024, para las que el 15 de noviembre anunciará su candidatura, probablemente.
Sería un error pensar que Donald Trump no arriesga nada en estas elecciones. Si los demócratas ganan, los republicanos se tendrán que hacer preguntas evidentes para entender por qué han fracasado, dice Marie-Christine Bonzom. “Cuando busquen culpables, algunos señalarán que Trump y sus problemas legales han enturbiado la campaña y le culparán de la derrota”.
A pesar de su poderosa aura en el seno de su partido, Donald Trump quedaría debilitado, una situación que beneficiaría a algunos republicanos que quieren salir de su sombra. Los medios de comunicación estadounidenses mencionan sobre todo al gobernador de Florida, Ron DeSantis, o al gobernador de Texas Greg Abbott. “Están esperando una oportunidad así para adelantarle”, comenta Nicole Bacharan. “Sin embargo, aunque lo intenten, no conseguirán nada, porque no hay que subestimar la capacidad de derribo” del expresidente.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.