¿Quién fue el militar Millán Astray que mencionó Almeida en la inauguración de la estatua a La Legión en Madrid?
Fue una de las figuras más feroces en el impulso del franquismo durante la guerra, fundó La Legión, pero el campo de batalla le brindó más heridas que victorias.
José Millán Astray y Terreros se coló en el discurso en el que el alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Almeida, alabó a La Legión durante la inauguración de una estatua de tres metros en el Paseo de la Castellana en honor a ese cuerpo militar.
Pero más allá de las loas del regidor madrileño, ¿quién fue este militar y que papel jugó en la historia de España?
La vida de Millán Astray transitó la decadencia española posterior al desastre del 98, cuando se perdieron Cuba y Filipinas, su cuerpo quedó terriblemente mutilado durante la guerra de Marruecos y fue uno de los ideólogos y propagandistas más acérrimos de Franco tras el golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la II República. Su carácter intempestivo y fiero le forjaron una reputación cuanto menos temible.
Nació el 5 de julio de 1879 en A Coruña. su biografía está ligada a lo militar desde muy pronto. En 1894, con 15 años, entró en la Academia de Infantería de Toledo, licenciándose dos años después con el rango de teniente segundo.
En 1896 se presentó voluntario para defender Filipinas, entonces colonia española, contra la insurrección de la población local. Fue distinguido con una medalla al valor por defender la plaza de San Rafael. En 1898, sin embargo, España perdió definitivamente la guerra y con ella sus últimas colonias de ultramar.
A su regreso a España entró en la Escuela de Guerra y posteriormente, en 1920, fundó La Legión, inspirándose en la Legión Extranjera francesa. Millán Astray hizo suyos los lemas “Viva la muerte” y “A mí la Legión”.
Guerra de Marruecos y mutilaciones
Tras la pérdida de las últimas colonias, España se embarcó en la década de los 20 del siglo pasado en varias campañas militares en Marruecos que buscaba restaurar su posición como potencia colonial. Fue un conflicto largo que había empezado en 1911 y que se alargó hasta 1927. Spoiler: salió regulín.
Las tropas españolas se vieron envueltas en una serie de misiones militares marcadas por errores tácticos y logísticos, entre las que destaca el conocido como Desastre de Annual. En total, murieron alrededor de 18.000 uniformados patrios.
Millán Astray lo sufrió en sus carnes, literalmente. Fue herido en varias ocasiones: un balazo en el pecho, otro en la pierna, que lo dejó cojo; y otro le destrozó el brazo, que finalmente perdió.
Pero la herida más tremenda fue la última, por ser la que más saltaba a la vista, un disparo enemigo impactó directamente en su rostro, reventándole un ojo derecho y desgarrándole también el maxilar y la mejilla.
Guerra Civil
Su fama y su cuerpo le precedían, sin embargo, tras la sublevación encabezada por el general Francisco Franco contra el Gobierno de la II República, su papel pasó a un plano secundario alejado del frente de batalla.
Fue designado por Franco como jefe de la oficina de prensa y propaganda del bando sublevado, que tenía su sede en el Palacio de Anaya de Salamanca, la facultad de filología de la Universidad de esa ciudad.
Pero su puesto duró poco, solo estuvo en ese cargo entre septiembre de 1936 y enero de 1937. Sus discursos radiofónicos destacaban por sus declaraciones antisemitas, en las que acusaba a los judíos y comunistas de ser los culpables de todos los males de España. Fue el fundador de Radio Nacional de España.
Durante su corta etapa en esa posición, sin embargo, destacó el enfrentamiento que mantuvo con el rector de la Universidad de Salamanca, el escritor y filósofo Miguel de Unamuno, el cual se había posicionado a favor de la sublevación y después se retracto. Ocurrió el 12 de octubre de 1936 con motivo de la celebración de un acto por el Día de la Hispanidad (entonces de la Raza).
Durante un acto en el paraninfo universitario, el militar y Unamuno mantuvieron un encontronazo dialéctico que a día de hoy sigue sin estar del todo claro por la multitud de fuentes que van y vienen sobre el orden de los acontecimientos. Muchas de ellas coinciden, sin embargo, en que Millan Astray llegó a gritar su famoso ”¡Viva la muerte, muera la inteligencia!” contra los intelectuales, a lo que Unamuno respondió con su “Venceréis pero no convenceréis”.
Últimos años
Tras la guerra, su vida pública mengüó poco a poco, aunque siguió siendo una figura popular. Franco le designó como procurador de las Cortes durante cuatro legislaturas y siguió comandando el Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria.
Como anécdota, durante la boda de la cantante Celia Gámez, en la cual ejerció de padrino, ante la afluencia de personas al casamiento, gritó su célebre ”¡A mí la Legión!” para permitir el acceso de la novia al altar.
La entrada del año 1954 saludó al mundo con su muerte, en la noche del mismo 1 de enero. Fue enterrado en el cementerio de la Almudena.
Calle General Millán Astray
La estatua del Paseo de la Castellana no es el primer homenaje donde el nombre de Millán Astray salta a la actualidad. Almeida ordenó la reinstauración del nombre del general en el callejero Madrid, que había sido eliminado por la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica, para ser sustituida por el nombre de la maestra Justa Freire.