El presidente, conocido por sus posiciones ultras, ha expulsado a dos diputadas socialistas tras exigir la retirada de los retratos de dos republicanas asesinadas en la dictadura.
En el edificio en el que actualmente se encuentra la Presidencia se ubicaba la Dirección General de Seguridad, que interrogaba hasta la tortura a ciudadanos.
El presidente del Gobierno acompaña a los expertos que trabajan en el Valle de Cuelgamuros en plena ofensiva de PP y Vox por erradicar la memoria histórica.
Apuesta por llevar fuera de nuestras fronteras el borrado que están efectuando la derecha y sus aliados, en el que el franquismo se disuelve, lo que no se veía sobre el papel desde la primera ley memorialista de Zapatero de 2007.