Quién es Suella Braverman y por qué es polémico que la nombren ministra del Interior
Braverman ha protagonizado un impactante regreso como ministra del Interior tan solo seis días después de dimitir del mismo cargo.
La diputada conservadora Suella Braverman ha sido nombrada ministra del Interior de Reino Unido solo seis días después de dimitir del mismo cargo por un grave fallo de seguridad.
Su nuevo nombramiento por parte del nuevo primer ministro, Rishi Sunak, ha provocado otra polémica más.
Los partidos de la oposición han acusado al primer ministro de haber conspirado con Braverman y han exigido una investigación del Gabinete.
Braverman ocupa uno de los grandes cargos del Estado y es la responsable de la seguridad de Reino Unido.
Sigue leyendo para descubrir quién es y por qué su nuevo nombramiento ha resultado tan polémico.
¿Quién es Suella Braverman?
Braverman nació en Harrow, al noroeste de Londres, y creció en Wembley. Su padre y su madre se trasladaron a Gran Bretaña desde Kenia y Mauricio, respectivamente, con “muy poco dinero” en la década de los 60, según la web de Braverman.
Su madre empezó a trabajar en el Servicio Nacional de Salud (NHS) a los 18 años y ejerció de enfermera durante 45 años, mientras que su padre trabajó en una asociación de viviendas. Su madre también fue concejala durante 16 años.
Su nombre de pila se debe a Sue-Ellen Ewing, de la telenovela estadounidense Dallas, que era muy popular cuando ella nació en 1980, pero a sus profesores no les gustaba el guion en mitad del nombre y empezaron a usar “Suella” en la etiqueta de su abrigo, y así se quedó.
Braverman asistió a un colegio público antes de que sus padres la enviaran a uno privado donde obtuvo una beca parcial.
Después estudió Derecho en el Queens’ College de Cambridge, donde también fue presidenta de la Asociación Conservadora de la universidad.
Braverman estudió un máster en Derecho Europeo y Francés en la Sorbona de París, superó los exámenes del Colegio de Abogados de Nueva York y obtuvo el título de abogada en el estado de Nueva York.
Desde 2005, Braverman se ha especializado en derecho público y revisión judicial. Ha defendido al Ministerio del Interior en casos de inmigración y a la Junta de Libertad Condicional en recursos de presos.
Braverman fue elegida diputada Tory por Fareham en mayo de 2015, después de intentarlo sin éxito en otros escaños, como el de Leicester Este en 2005 contra el laborista Keith Vaz.
También formó parte de una serie de comités parlamentarios e hizo campaña a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Fue presidenta del Grupo de Investigación Europea (ERG) del partido Tory, que es euroescéptico.
Braverman fue ascendida a secretaria parlamentaria del Tesoro y en 2018 fue nombrada ministra junior para la salida de la Unión Europea.
Sin embargo, poco después formó parte de las dimisiones de los políticos que abandonaron el Gobierno de Theresa May por su proyecto de acuerdo sobre el brexit.
Fue nombrada fiscal general por Boris Johnson en febrero de 2020, lo que desató la polémica por su enfoque en algunas materias, como el derribo de la estatua del esclavista Colston.
En su papel de abogada del Gobierno, Braverman dijo que estaba “considerando minuciosamente” remitir el caso al Tribunal de Apelación después de que un jurado absolviera a cuatro manifestantes por vandalismo.
Y cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos intervino en junio de 2022 para detener un vuelo de deportación de refugiados a Ruanda, Braverman declaró: “Es el momento de completar el brexit y dejar que el pueblo británico decida quién puede y quién no puede quedarse en nuestro país”.
Así, se convirtió en una figura clave en las llamadas “guerras culturales” emprendidas por el Gobierno de Johnson. En una entrevista, Braverman expresó su orgullo por ser “hija del Imperio Británico” que, según ella, fue una “fuerza del bien”.
También pidió a los colegios que no cedieran a los niños trans y le pidió a la Policía que se centrara en “atrapar a los delincuentes, no en vigilar los pronombres”.
Braverman también ha acusado a los funcionarios del país de frustrar el brexit debido a su sesgo a favor de la permanencia en la UE.
Vida privada
Se casó con Rael Braverman, ejecutivo de Mercedes-Benz, en febrero de 2018 en la Cámara de los Comunes, después de tres años de relación.
La pareja tiene dos hijos: George, nacido en 2019, y Gabriella, nacida en 2021.
El Gobierno actualizó la ley para que, como fiscal general, pudiera tomarse seis meses de baja por maternidad. Braverman se convirtió en una de las ministras de mayor rango del Gobierno en dar a luz en su cargo.
Candidata a primera ministra
Mientras la administración de Johnson se venía abajo, Braverman criticó al entonces primer ministro por su gestión del escándalo de Chris Pincher, que al final provocó su caída.
El primer ministro actuó de forma “espantosa”, según Braverman, y añadió: “Me duele decirlo, pero es hora de irse”.
Fue la primera en presentar su candidatura para sustituir a Johnson este verano.
Braverman se mostró en contra de los “sinsentidos de la cultura woke” y obtuvo suficientes apoyos del sector de la derecha del partido.
Sin embargo, cayó tras la segunda votación de los diputados y pasó a respaldar a Liz Truss.
Ministra del Interior
Braverman fue nombrada por primera vez ministra del Interior por Truss en septiembre de 2022, en sustitución de Priti Patel.
Durante su breve mandato, se enfrentó a la primera ministra en materia de inmigración y rompió con la línea del Gobierno al declarar que quería recuperar el objetivo de David Cameron de acoger a menos de 100.000 inmigrantes al año.
Además, sorprendió con un extraño discurso en los Comunes en el que atacó a los “partidarios del woke que leen The Guardian”.
Y tras solo seis semanas en el cargo, Braverman dimitió diciendo que había cometido un “error” al enviar un documento oficial desde su cuenta de correo electrónico privada.
Admitió que había infringido el código ministerial al enviar el documento restringido a su compañero Sir John Hayes.
También se supo que Braverman puso en copia accidentalmente a alguien que creía que era la esposa de Sir John, pero que en realidad era un asesor del diputado conservador Andrew Percy, que fue quien dio la voz de alarma.
En su defensa, argumentó que se trataba simplemente de un borrador de una declaración ministerial escrita sobre inmigración que se iba a publicar de forma inminente.
Al retirarse, Braverman arremetió contra Truss diciendo: “Fingir que no hemos cometido errores, seguir como si no los hubiéramos cometido y esperar que las cosas se arreglen por arte de magia no es una política seria”.
Braverman declaró que le preocupaba seriamente el compromiso del Gobierno de cumplir los objetivos del manifiesto sobre inmigración y barcos.
Tras provocar la caída de Truss, Braverman pasó a apoyar a Sunak en la contienda por el liderazgo.
Adivina, adivinanza: ¿Quién ha vuelto?
Braverman protagonizó un impactante regreso como ministra del Interior tan solo seis días después de dimitir del mismo cargo bajo el gobierno de Truss.
A pesar de haber incumplido el código ministerial en dos ocasiones, volvió a convertirse en una de las ministras más importantes e influyentes del Gobierno.
Simon Case, el funcionario de mayor rango del Gobierno, está “furioso” por su rápido regreso y “muy preocupado” por el incumplimiento, según ha declarado una fuente a The Times.
Su nombramiento también ha provocado una importante reacción de los partidos de la oposición, que dicen que Sunak ha incumplido su promesa de restaurar la “integridad”.
El líder laborista, Keir Starmer, ha acusado a Sunak de hacer un “trato sucio” para volver a nombrar a Braverman, mientras que los liberales demócratas han solicitado una investigación del Gabinete.
Starmer ha declarado ante los diputados: “Es tan débil que ha tenido que hacer un trato sucio, comerciando con la seguridad nacional, porque tenía miedo de perder otra elección de liderazgo”.
Por su parte, Sunak ha respondido que estaba “encantado” de volver a nombrar a Braverman y que ella había “aceptado su error” y formaba parte de un “Gabinete unido”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.