Puma cada vez menos lujo, cada vez menos Kering
Ya sin la tutela de la multinacional francesa, la marca de ropa deportiva ha puesto en marcha nuevas estrategias y alianzas con las que volver recuperar su posición en el mercado internacional.
El grupo Kering está a punto de terminar su relación con Puma. La familia Pinault decidió hace tres años centrarse sólo en las compañías de verdadero lujo —Gucci, Saint Laurent y Balenciaga—y desprenderse de las participaciones que tenía en otras marcas no tan exclusivas y que no forman parte de su core business. Y en ella, desde el primer momento, estaba Puma.
Desde que conoció las intenciones de Pinault, presidente de la multinacional francesa, la marca de ropa deportiva ha centrado su negocio en una agresiva campaña de márquetin y publicidad que incluye la equipación del equipo de fútbol inglés Manchester United y patrocinios de deportes minoritarios como golf y tenis, que le está dando buenos resultados tanto en ventas como en bolsa, donde las acciones se recuperan poco a poco. Así ha cerrado el primer semestre de 2019 con una facturación de 2.546 millones de euros, un 46% más que el año anterior, mientras que el beneficio neto se incrementó un 16,7%, hasta 144 millones de euros.
Además, en septiembre la compañía anunció una alianza estratégica con Helly Hansen con el objetivo de relanzar la marca entre los más jóvenes buscando una “nueva identidad de vida más urbana”, las misma estrategia que inició con gran éxito Nike a principios de la década y que copió Adidas. Helly Hansen es una veterana empresa noruega especializada en ropa impermeable para marinos y que ha terminado convirtiéndose en marca de “nicho” para equipamiento naútico y de ski, muy de moda entre los jóvenes nórdicos.
Y este no es el único lanzamiento de Puma: este mismo mes ha puesto en el mercado, y en exclusiva con Amazon, la marca Care of que incluye el diseño, fabricación y venta de ropa y calzado deportivo en exclusiva para el supermercado online.