Puigdemont deja Bruselas y alquila una mansión en Waterloo
El diario 'L'Echo' desvela la localización y añade que pagará 4.400 euros por mes por la vivienda.
El expresident de la Generalitat catalana Carles Puigdemont abandona Bruselas. A la espera de ver si en algún momento decidirá regresar a España e, incluso, intentar una investidura en el Parlament, la prensa belga ha avanzado que se ha alquilado una mansión en la ciudad de Waterloo, a menos de 30 minutos de la capital comunitaria y en zona francófona, en Valonia.
L'Echo ha adelantado que Puigdemont habría firmado el contrato de arrendamiento de su nueva casa el miércoles, aunque no lo hizo personalmente sino a través de su amigo el empresario Josep Maria Matamala, el hombre que lo ha acompañado en los tres últimos meses en su exilio belga y quien ha viajado con él, además, a Dinamarca. El diario añade que, más allá de esa cercanía, también estuvo inmerso en movimientos nacionalistas, como "uno de los fundadores del movimiento político Convergència Democràtica de Catalunya en Girona".
Puigdemont hasta ahora vivía a medio camino entre varios hoteles de Bruselas (sobre todo, el Husa President Park, del grupo de Joan Gaspart),y una casa en la población de Sint Pauwels, Flandes, que le había ayudado a encontrar temporalmente un empresario amigo de Bart De Wever, alcalde de Bruselas y líder de la N-VA o Nueva Alianza Flamenca, un partido con el que los independentistas catalanes mantienen lazos desde antiguo. Era en dicha población donde se esperaba que se empadronase Puigdemont al superar los tres meses de estancia en Bélgica, pero según la prensa local ha pesado en la decisión, entre otras cosas, que el expresident habla francés pero no habla neerlandés.
El rotativo Le Soirha publicado también esta información y señala que los otros cuatro exconsejeros huidos en Bélgica también podrían mudarse a la misma ciudad.
Puigdemont ha optado finalmente por un municipio famoso en el mundo entero por sus reminiscencias napoleónicas y por una villa nueva de estilo francés, con unos 550 metros, seis habitaciones, tres salas de baño con sauna, cocina equipada, garaje para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados más, que da a un jardín de dimensiones similares.
'L'Echo añade que el reto ahora es amueblar la casa, de forma que pueda recibir la visita de la esposa del exmandario y sus hijas, que ocasionalmente (sobre todo en Navidad) han ido viajando a Bélgica para verlo en estos meses de distancia. Lo que no han podido averiguar ellos tampoco es lo que mucha gente se pregunta: ¿quién para todo esto?
Una zona pudiente
Waterloo, más allá de ser conocida además de la derrota de Napoleón en 1815, es un municipio donde se concentra población de alto poder adquisitivo e, incluso, de la nobleza local. La casa de Puigdemont no será, pues, una excepción en cuanto a espacio y comodidades.
La casa está situada concretamente en la calle del Avocat, que el diario belga que ha anunciado el alquiler describe como "una calle donde uno se arriesga a perder un poco de su anonimato" con la llegada del nuevo vecino. El alquiler, afirma, cuesta 4.400 euros al mes, más dos meses de fianza por anticipado.
Por el momento no hay confirmación oficial de este alquiler por parte de los asesores o el partido de Puigdemont.
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