Vive la escena más íntima de 'First Dates' con una espectacular modelo... que le da la sorpresa de su vida
"Si no estuvieran las cámaras, es que te..."
"Me tengo que quitar a los hombres de encima". Maddie, una espectacular modelo de 34 años clavada a la actriz Pamela Anderson, calentó a su cita de First Dateshasta casi hacerla enloquecer. La mujer acudía al programa de Cuatro en busca de un hombre con poder, con dinero y con mucho éxito.
Y llegó Raúl, de 42 años, gestor y contable de un negocio familiar de fotocopias, amante de las motos, el polo, la ropa de marca y del golf.
"Ese chico tiene que ser para mí", exclamó la mujer al saber que su cita poseía un negocio de éxito.
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Mientras, el hombre no daba crédito con lo que tenía en frente. "Es muy hermosa", afirmó el hombre, quien pidió a su cita que le pellizcara para "saber que no estoy soñando".
Así que con estos mimbres bastante halagüeños comenzó una cita que el jacuzzi ayudó a calentar hasta niveles de dos rombos.
De este modo, Raúl ejerció de fotógrafo mientras Maddie posaba para él, jugueteando con fritas y poniendo cardiaco al chaval.
Ante la cámara, Raúl sólo tenía palabras de elogio para Maddie: "Es una mezcla de atrevida y romántica. Un poco cariñosa también", afirmaba.
La cosa fue a más, a más y a más... y si no hubieran estado las cámaras, vete tú a saber hasta dónde habrían llegado.
"Yo creo que le gusto... bastante", aseguraba la mujer frente a la cámara.
Sin embargo, en un momento dado, Raúl le ha insinuado que si vuelven a quedar le tocará pagar a ella, algo que no ha gustado en absoluto a la mujer: "Los hombres, yo creo que tienen que pagar las cenas y los viajes".
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Y así se plantaron en la decisión final, cargados de ilusión... ¿O tal vez no?
Lo de Raúl nadie lo dudaba. "Me fascinan tus ojos. Son muy hermosos. Por supuesto que querría una segunda cita", confirmó tajante, sin medias tintas.
Pero llegó el turno de Maddie, y con ella llegó la sorpresa: "No quiero una segunda cita con Raúl, pero ser amigos sí. Segunda cita como pareja no. Le falta altura", soltó la mujer, ante la cara de estupefacción del hombre.
Así que ducha fría y a dormir...
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