3.400 millones para que "muchas personas puedan dormir tranquilas": así es la prórroga de los ERTE
Las ayudas, que actualmente protegen a más de 570.000 trabajadores, estarán vigentes hasta el 30 de septiembre tras otra negociación al límite.
“Hoy muchas personas van a poder dormir tranquilas”. Con esta frase presentaba, orgullosa, Yolanda Díaz la nueva prórroga de los ERTE aprobada este jueves en un Consejo de Ministros extraordinario. Esas “muchas” son algo más de 570.000 que siguen en situación de suspensión temporal de su trabajo más de un año después de la llegada del coronavirus.
El montante del nuevo paquete legal sobre los ERTE alcanza los 3.400 millones de gasto público, de los que 1.400 se destinarán a prestaciones y 2.000 se corresponderán con exoneraciones y ayudas a autónomos.
Las líneas maestras del texto refuerzan aspectos ya existentes, como la exoneración de cuotas, las ayudas por cese de actividad y el hecho de no gastar paro hasta 2022. También añade incentivos para reactivar la actividad laboral y presenta novedades en los tramos de ayudas directas y reducción en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Pero no solo se habla de expedientes temporales en la norma aprobada hoy. El Gobierno y los agentes sociales han dedicado varios capítulos aparte para los autónomos, colectivo al que dotan de más ayudas en función de cada situación laboral.
Otra negociación al límite... pero sin Pedro Sánchez
La negociación a tres bandas entre Ejecutivo, sindicatos y patronal, ha vuelto a moverse al límite del plazo, a cuatro días de que perdiera vigencia la anterior prórroga. Sin embargo, “esta negociación no ha tenido nada de excepcional”, ha señalado el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá, rechazando de plano que Pedro Sánchez tuviera que intervenir en las discusiones.
Con la bandera del diálogo social por delante, Díaz y Escrivá han sacado pecho por la capacidad del Gobierno de volver a llegar a un pacto a varias bandas. Es el quinto acuerdo sobre los ERTE a causa de la pandemia. “La marca de la casa, del Gobierno, se llama diálogo social. Ya no es discutible que somos un ejemplo de esto”, ha explicado la titular de Trabajo, para quien los ERTE han evitado que hoy haya seis millones de parados.
Diferentes tipos de ERTE
No variarán los llamados ERTE de impedimento para aquellas empresas que no pueden desarrollar su labor por las restricciones. Las exoneraciones son del 100% si tienen menos de 50 trabajadores, y del 90% si tienen más.
Los ERTE de limitación, un grado de afectación a la actividad laboral menor que los de impedimento, tendrán una rebaja de las exoneraciones incluidas hasta ahora. Si la empresa es de menos de 50 empleados, los porcentajes serán del 85% en junio y julio y del 75% en agosto y septiembre. Si la empresa es más grande, los porcentajes pasan al 75% y 65%, respectivamente.
Aquellos sectores calificados como “ultraprotegidos” incluirán nuevas categorías. Aparecen la confección de otras prendas de vestir y accesorios, el comercio mayorista de café, té, cacao y especias y las actividades de fotografía. Todas ellas y las ya consideradas en esta categoría encuentran en el nuevo texto un incentivo mayor por reincorporar a situación activa a sus empleados (95% y 85%, según el tamaño de la compañía) que las que deban mantener a su plantilla en suspensión temporal (85-75% en empresas de hasta 50 miembros y 75%-60% en las más grandes).
Sigue el “contador a cero” por desempleo hasta 2022
Lo que no varía es la situación de los afectados con respecto a una futura prestación por desempleo. Se mantiene el “contador a cero” hasta el 1 de enero de 2022, más allá del periodo de validez de esta prórroga, por lo que no gastarán ninguno de los derechos a ‘paro’ que hayan generado con anterioridad.
En el caso de los fijos discontinuos y los profesionales de las artes en espectáculos públicos, este contador no se moverá hasta el 30 de septiembre. Asimismo, mantendrán su vigencia las medidas extraordinarias recogidas en el esquema actual relativas a la salvaguarda del empleo, la prohibición del despido o la interrupción del cómputo de los contratos temporales, así como los límites relacionados con el reparto de dividendos, el uso de horas extraordinarias y las externalizaciones.
Capítulo especial para los autónomos
El decreto incluye varios apartados para los autónomos, más allá de la normativa sobre ERTE. A quienes hayan estado en uno de ellos durante el periodo febrero-mayo se les exonerará de pagar su cuota a la Seguridad Social entre un 90% en junio y un 25% en septiembre.
Los trabajadores por cuenta propia que no hayan podido retomar su profesión por restricciones legales mantendrán la prestación extraordinaria que venían recibiendo. Esta se eleva al 70% de la base mínima de cotización (antes era del 50%), se mantiene la exoneración de las cuotas a la Seguridad Social, aunque ese periodo contará como cotizado y, en su caso, será compatible con ingresos del trabajo por cuenta ajena hasta 1,25 veces el SMI, 1.187,25 €.
Otra cuestión es la de autónomos que sí trabajan. Para poder optar a ayudas compatibles con su actividad, los ingresos deberán presentar una caída interanual del 50% en el segundo y tercer trimestre de este año y que no hayan obtenido en este periodo unos rendimientos netos computables fiscalmente superiores a 7.980 euros.
Para los considerados autónomos de temporada, los que solo trabajan en un periodo concreto, como en hostelería durante las vacaciones, mantienen también su prestación, del 70% de la base mínima siempre que no tengan ingresos superiores a 6.650 euros en el segundo y tercer trimestre.
El Gobierno aún contempla una partida especial para aquellos autónomos que no cumplan los requisitos anteriores. Podrán solicitar una prestación extraordinaria del 50% de la base mínima de cotización, con exoneración en las cuotas a la Seguridad Social, que computará como periodo cotizado. Los requisitos son no haber superado los ingresos del primer trimestre de 2020 en el segundo y tercero de 2021 y que sus rendimientos netos de enero a junio no pasen de 6.650 euros.