Cómo gestionar tus nervios y tu relación cuando te pasas todo el día con tu pareja
“Es paradójico: nos quejamos de que estamos aislados, pero al mismo tiempo algunos sienten que no tienen suficiente privacidad”.
Hace algo más de un año, cuando la covid-19 era una enfermedad rara de Wuhan sin demasiada importancia, pocos pensaban que iban a tener que pasar más tiempo que nunca encerrados en casa. Con esta nueva forma de vivir, llegaron otros cambios: las mascotas son más felices que nunca, el pantalón de chándal ha destronado a los vaqueros y muchas parejas que viven juntos han visto su relación puesta a prueba.
“Ya no tenemos las vías de escape que teníamos antes para desestresarnos, así que los problemas más minúsculos pueden convertirse en auténticos quebraderos de cabeza”, expone la psicóloga Bronwyn Singleton. “Todo el mundo está algo desgastado a estas alturas de la película”.
Pese a la cercanía física de las personas que comparten techo, en muchos casos ha quedado patente que falta intimidad y confianza en la forma de relacionarse el uno con el otro.
“Solemos pensar en el sexo o en el espacio físico de cada uno cuando hablamos de intimidad en una relación, pero la intimidad también engloba un vínculo emocional e intelectual que surge al hacer cosas juntos”, explica Singleton.
En circunstancias normales, “al final de la jornada laboral, la gente traía anécdotas del trabajo o de cualquier cosa que hubiera pasado ese día. Salían con sus amigos y eso ayudaba a crear experiencias. Ahora, al final del día, como has estado todo el rato junto a la otra persona, ya está al tanto de lo que te ha pasado”, reflexiona. La mayoría de las parejas ya no se cuentan experiencias emocionantes o divertidas porque se han quedado sin ellas y no saben de qué más hablar.
Aparte, muchas personas en esta situación están prácticamente obligadas a recurrir a su pareja también para todas aquellas cosas que normalmente harían con los amigos.
“En una relación hay que ser interdependientes, no codependientes”, matiza Singleton. “Cada miembro debería llevar una vida plena por su cuenta para poder crecer como pareja”.
Cuando convives todo el día con una persona, es mucho más difícil ser independiente. “Muchos de los que ahora solo tenemos una persona a la que acudir, antes contábamos con una red de apoyos mucho más amplia”, justifica Singleton.
Pero no desesperes. Aunque una pandemia no es el escenario ideal para fortalecer el amor, hay muchas cosas que puedes hacer para que tu relación conserve el romanticismo. Presta atención a los siguientes consejos si vives con tu pareja:
“Es paradójico: nos quejamos de que estamos aislados, pero al mismo tiempo algunos sienten que no tienen suficiente privacidad”, comenta Singleton.
La solución: pasar más tiempo separados.
“Puede que sea la primera vez en mi carrera que recomiendo a las parejas que pasen menos tiempo juntas”, señala. “No es un consejo muy habitual de una psicóloga, pero, dadas las circunstancias, un exceso de cercanía puede resultar irritante”.
Si ambos trabajáis desde casa, hacedlo en habitaciones distintas si es posible. Salid a pasear por separado. Planificad un rato para ver una película solos o para hablar con vuestros amigos.
Ni siquiera es necesario hacer planes muy elaborados, basta con que unas noches las paséis juntos y otras, separados. “Ahora ya no tenemos tantos ‘descansos’ el uno del otro, pero hay otras formas de mantener la privacidad. No hay que intentar ser el único apoyo de la otra persona ni viceversa”, avisa.
Hablad de ello
Es una época distinta de lo que todo el mundo conocía. En una era en la que estás obligado a pasar más horas que nunca encerrado en casa con la misma persona, quizás pienses que no es correcto desahogarte por ello, pero lo cierto es que hablar sobre cómo te sientes es una muy buena forma de empezar a abordar el problema.
“A mí me gusta llamar las cosas por su nombre”, comenta Singleton. “No pasa nada por decir que esta nueva realidad se te está haciendo muy dura”.
Si ya habéis identificado los factores que más os molestan, habladlo abiertamente. La sinceridad puede acabar con esa barrera invisible que se ha creado entre vosotros.
“Ya sé que es un consejo aburrido, pero ten paciencia y sé más amable que nunca”, comenta Singleton said.
Antes de dejar la vajilla sucia en el fregadero o quejarte porque tu pareja se va dejando las luces de casa encendidas, piensa fríamente cómo debe ser la relación entre dos compañeros de piso que se quieren. ¿Empezar una discusión te parece la mejor opción? ¿No es más razonable recordar que ambos estáis soportando mucho estrés y recoger bien la vajilla desde el primer momento?
Pensar en tu pareja de forma abstracta como una persona con la que compartes un espacio también puede ayudar a evitar que las riñas desemboquen en discusiones mayores.
“Mucha gente se deja engañar por el mito de que el sexo siempre empieza de forma espontánea”, avisa Singleton, “pero estos días en los que nos pasamos el día en chándal y sudadera, tratando de mantener la salud mental, esa expectativa es más irreal que nunca”.
“Trabajo con varios clientes a los que les gusta el sexo BDSM y otros vicios sexuales, y estas personas siempre han sido conscientes de la cantidad de planificación que requiere el sexo”, comenta Singleton.
Puede sonar extraño y desmotivante al principio, pero el sexo planificado puede ser muy divertido y excitante, y con menos imprevistos indeseados, por lo que merece la pena probarlo.
La vida sexual sus clientes ha empeorado mucho desde el inicio de la pandemia. En parte, se debe a que muchas parejas se han dado cuenta de que sus gustos y necesidades sexuales son más diferentes de lo que creían. Eso, en sí, no es ningún problema, pero hace falta entenderlo y gestionarlo.
“Cuando hago terapia sexual para parejas, algo que les pregunto es para qué les sirve el sexo. Para algunas personas, el sexo es una forma de liberar energía acumulada. Para otras, tiene más que ver con el vínculo emocional de la pareja. Algunas personas, en cambio, conciben el sexo como un juego de experimentación”, expone.
Estar juntos a todas horas puede hacer que esas diferencias resulten más obvias y, a veces, preocupantes.
“Si una persona necesita encontrarse en una situación romántica y cariñosa antes de pasar al sexo y su pareja lo concibe más como un desahogo, pueden surgir dudas sobre su compatibilidad”, advierte.
Encuentra un momento para cuidar de ti
Este consejo lo habrás oído mil veces, pero se repite tanto porque es cierto: no vas a ser una buena pareja si no te sientes bien como individuo.
“De verdad, tienes que cuidar de tu propia salud física y mental para dar tu mejor versión en la relación”, insiste Singleton. Este consejo es válido siempre, pero aún más ahora que hay tantas fuentes de estrés por todas partes.
Portarte bien contigo mismo puede implicar darle un tiempo a tu relación. Las cosas no van siempre bien, pero es algo normal, y más estando el mundo patas arriba.
Si estás pensando en romper con tu pareja, analiza la raíz del problema: ¿ha surgido por culpa de la pandemia o no? Hay muchos motivos para romper una relación, pero si el factor más importante tiene que ver con el coronavirus, plantéate esperar un poco.
“Date cuenta del estrés que está soportando vuestra relación por la pandemia y recuerda que es difícil mostrar tu mejor versión como pareja en estas circunstancias”, insiste.
En otras palabras: si odias el estilo de vida impuesto por la pandemia, tu relación no tiene por qué estar abocada al fracaso. Este mensaje, a su vez, puede parecerles contradictorio a todas esas parejas que empezaron a vivir juntas en marzo de 2020 y les dicen a todo el mundo que, si les fue tan bien el año pasado, pueden con cualquier cosa. Eso, en realidad, fue un “examen artificial” porque, en palabras de Singleton, es muy improbable que te vuelvas a ver en una situación como esta en el resto de tu vida.
“En el caso de esas personas a las que les gusta tanto este nuevo estilo de vida, me pregunto: ¿cómo les irá cuando el mundo vuelva a la normalidad? Es como enamorarse durante unas vacaciones paradisíacas, es un poco artificial”.
Ahora mismo estamos en una burbuja, indica.
“Tanto si te gusta esa burbuja como si la odias, es una situación artificial”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Canadá y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.