Prisión sin fianza para el acusado del atropello mortal de ciclistas que se enfrenta a ocho cargos
Acusado de un delito de conducción temeraria, de dos delitos contra la vida, de cuatro delitos contra la vida en grado de tentativa y de conducir sin permiso.
La juez ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para el presunto autor del atropello múltiple de ocho ciclistas en Castellbisbal (Barcelona) el pasado domingo 21, de los cuales dos fallecieron y un tercero permanece en estado crítico.
El detenido, un hombre de 41 años de edad, vecino de Martorell, está acusado de un delito de conducción temeraria, de dos delitos contra la vida, de cuatro delitos contra la vida en grado de tentativa y de conducir sin permiso.
En el auto de prisión, la magistrada ha argumentado entre otras razones que “resulta incuestionable el riesgo de reiteración delictiva”, habida cuenta de los antecedentes del investigado, que está pendiente de cumplir dos condenas por conducir sin permiso, y que además circulaba presuntamente bajo los efectos de las drogas cuando arrolló al grupo de ciclistas.
Ello evidencia, dice la juez, “su indiferencia por su propia vida y la de los demás”.
El autor reconoce los hechos
La jueza ha explicado que una testigo vio circular al investigado con “el coche reventado” minutos después del accidente, otros testigos vieron el coche y la huida, y la pareja del investigado, propietaria del vehículo, ha manifestado en dependencias policiales que la mañana de los hechos no tenía las llaves del coche en el bolso.
Asimismo, constan grabaciones de las cámaras de seguridad cerca del lugar de los hechos que sitúan el coche en el lugar y momento del accidente, y el investigado ha reconocido en sede judicial ser el conductor del vehículo implicado.
La jueza ha decretado prisión provisional por un presunto delito de conducción temeraria, dos delitos contra la vida, cuatro delitos contra la vida en grado de tentativa y conducción sin permiso, ya que ve “un riesgo de fuga a la vista de la propia naturaleza de los hechos” y un riesgo de reiteración delictiva por los antecedentes del investigado.
“Los hechos evidencian que la amenaza de sanción penal no le inhibe de conducir de forma temeraria e ilegal, poniendo en riesgo la vida e integridad de las personas y que, en este caso, se ha llevado la vida de dos personas”, concluye.