El príncipe Guillermo, crítico como nunca, se moja sobre un controvertido tema
Hasta ahora solo se había mostrado así de contundente para hablar de fútbol.
La casa real británica se ha puesto las pilas y muchos de sus miembros ya enarbolan la bandera de la lucha contra la crisis climática. Si hace tan solo unos días el príncipe Carlos contaba en la BBC sus esfuerzos para reducir la huella de carbono, como transformar su querido Aston Martin para que funcione con “sobras de vino blanco inglés y suero de la elaboración del queso”, ahora su hijo mayor, Guillermo, le ha tomado el testigo en la concienciación sobre este asunto.
Con motivo de la entrega del premio medioambiental Earthshot, el duque de Cambridge charló también con la BBC en una entrevista en la que habló sobre el aumento de la preocupación por estos temas entre las generaciones más jóvenes.
El príncipe Guillermo, que no suele manifestar públicamente sus opiniones salvo cuando se refiere a fútbol —como cuando cargó contra la Superliga—, se mostró muy crítico con el turismo espacial. A su juicio, los empresarios que lo están fomentando, como el fundador de Amazon Jeff Bezos o el de Virgin, Richard Branson, deberían centrarse primero en salvar la Tierra.
Según el duque de Cambridge, las grandes mentes deberían estar tratando de “reparar este planeta, no de encontrar el próximo lugar para ir a vivir”. “Es realmente crucial centrarse en este planeta en lugar de rendirse y salir al espacio para intentar pensar en soluciones para el futuro”, insistió.
El hijo mayor de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales señaló además que no tiene “ningún interés en absoluto” en ir al espacio. Cuestionó además la huella de carbono de esos vuelos espaciales.
También se abrió a hablar sobre cómo su familia se está involucrando y tomando conciencia sobre la crisis climática. Como contó, para Carlos de Inglaterra ha sido “difícil” hacerlo, pero estuvo influido por su propio padre, el fallecido Felipe de Edimburgo, quien “hablaba sobre cambio climático mucho más, muy pronto, antes de que los nadie pensara que fuera un tema fundamental”.
Con la mirada puesta en el futuro, señaló que sería un “absoluto desastre” si dentro de 30 años su hijo mayor, el príncipe Jorge, estuviera “aquí sentado” acerca de salvar el planeta.