Estrategia mínima intercamPPañal
Quedan poco más de 24 horas para que arranque la gran batalla de la campaña electoral del 28 de abril. Y los nervios se han desatado dentro del Partido Popular. Las encuestas a la baja, los gritos que resuenan del pasado fin de semana del acto multitudinario de Vox en Leganés, las consignas lanzadas por su líderes (que luego las quieren convertir en fake news), las críticas internas por las manos “manchadas de sangre”...
“Cuanto más Vox, más Sánchez”, “echar a Sánchez”. Esta era la estrategia preparada por la calle Génova para esta campaña electoral. Un tono duro que lleva empleando desde hace semanas el propio líder del partido. ¿Y qué mejor arranque? Nada más y nada menos que proponer una bajada del salario mínimo interprofesional a 850 euros. Sería el primer descenso en la historia.
Todas las alarmas han sonado después de que esa parte de la entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero haya empezado a abrir todos los medios digitales.
- Si usted es presidente del Gobierno, ¿deshará esa subida? ¿Intentará rebajar el salario mínimo interprofesional?
- Lo que haré es cumplir, ahora que hablamos de cumplimiento de negociaciones, la negociación que llegó el Gobierno con acuerdo de la patronal y los sindicatos para subir el salario mínimo a 850 euros en el año 2020 y además respetando la subida que ya hicimos el año pasado del 4% y del año anterior de un 8%. Lecciones al PP de política social, ni una.
Y no es que fuera algo muy nuevo: el PP se ha posicionado en contra de la subida del salario mínimo pactada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hasta los 900 euros. Además entra dentro de los aires extra liberales de ese nuevo Partido Popular capitaneado por Casado y que tiene como principal gurú económico a Daniel Lacalle. Cosas de la vida; a las pocas horas el propio Casado se desdecía y lo reconvertía en una fake new.
Todo ello tras el ‘mazazo’ del CIS de este martes (que lo dejaba con mitad de diputados que el PSOE), a pesar de que en Génova critican y desprecian la encuesta de José Félix Tezanos. Esto hace que dentro del Partido Popular se esté poniendo en duda la estrategia de la nueva dirección de Génova, que se ha derechizado y a la que parece solo importarle intentar taponar la sangría de votos hacia Vox.
Aunque también surge la duda, ¿es simple estrategia? ¿O es que piensan realmente así? Casi a la misma hora caía otro titular potente y rimbombante de Isabel Díaz Ayuso, candidata del PP a la Comunidad de Madrid y persona de la máxima confianza de Casado. Su propuesta: que “el concebido no nacido sea considerado un miembro más de la unidad familiar”.
Todas estas palabras son vistas por parte del partido como un tiro al propio pie. Esa parte del PP que estaba detrás de Soraya Sáenz de Santamaría y que siempre ha tenido claro que las elecciones solo se ganan si se consigue atraer también al centro. Estos sectores entienden que el PP se extrema y que además tampoco va a tener una recompensa. Por mucho que lo intenten, no pueden competir con el original de Vox.
Un Partido Popular que recuerda también la situación que vivió el PSOE en 2015, cuando se encontró con un competidor con esencias supuestamente más puras: Podemos. Y al que le salía todo mal de cara a la opinión pública. Y además ahora el PP está a la espera de la decisión de Pedro Sánchez de ir o no a los debates, donde Casado albergaba la esperanza de visualizarse como la única opción alternativa al presidente socialista.
Unas horas en las que dentro de una parte del partido todavía causan malestar las afirmaciones de Casado de que Sánchez prefiere “las manos manchadas de sangre a las manos manchadas de blanco”. Desde el PP vasco, el cabeza de lista por Guipúzcoa, Íñigo Arcauz, consideraba que fueron un “poco desafortunadas” y manifestaba que “no hay que poner en duda el sufrimiento, el sacrificio, la lucha y la defensa de la libertad” de los socialistas en Euskadi.
Por cierto, desde el PP de Madrid, siguen atacando de esa manera. La concejal del PP Isabel Rosell en el ayuntamiento capitalino criticaba que ETA, que había matado a Ernst Lluch (ex ministro de Sanidad socialista) estaba siendo blanqueada por Sánchez. Desde otros partidos se recuerda que Javier Maroto recibió los votos de Bildu en algunas de sus medidas como alcalde de Vitoria. Esto lo lleva muy mal el dirigente vasco, que lo circunscribe solo al respaldo a una estación de autobuses.
En el Partido Popular muchos de sus aspirantes dicen que viven ahora con miedo a meter la pata en otras cuestiones. Un temor que se extendió con la polémica sobre las pensiones de Daniel Lacalle o con las palabras de Adolfo Suárez Illana sobre el aborto y los neandertales.
La parte dura del partido que se hizo con Génova en las primarias muestra ahora en tiempo electoral su verdadera cara. A ratos están intentando disimular que se trata de fake news. Pero Casado advierte de que no piensa dimitir aunque tenga setenta diputados el 28-A. Y sigue en su empeño de que el PP se vuelva a considerar la gran casa de la derecha, aspirando a que los simpatizantes de Vox regresen. Aunque los verdes dicen que se puede salir de los populares como de la cocaína.
La hiperactividad (con todos sus riesgos) de Casado contrasta con el conservadurismo de la campaña de Pedro Sánchez, al que le gustaría despertarse y que ya fueran las elecciones hoy mismo. En Ferraz les preocupa precisamente que esa sensación de que todo está hecho pueda perjudicar en forma de abstención. Y no esperaban tantos fallos de su principal rival y que les dejara tanto espacio, al igual que Cs, en el centro.
La campaña que arranca la noche de este jueves es vital para las elecciones. Nunca había sido tan determinante: el 41,6% de los españoles no tiene decidida la papeleta. Y además la franja con más dudosos es la que va entre el PP y Ciudadanos (11,9%), según el CIS. Por lo tanto, cualquier error o acierto estos días supondrá miles de votos.
A Casado le sale la precampaña a una o dos polémicas por día. Pero, ojo, en Andalucía a Moreno le pasaba parecido. Nadie lo veía como ganador, ni sus rivales ni sus encuesta. Hoy está en el Palacio de San Telmo. El 28-A se repartirán las cartas...