Porque nos jugamos la vida: ¡En pie por el clima!
"Cualquier cosa hecha por seres humanos puede ser rehecha por seres humanos".
Zygmunt Bauman (Tiempos líquidos)
Porque nos jugamos la vida. No podemos seguir anestesiados: formamos parte de la Tierra, no somos un ente separado. Como señala María Novo, tenemos que recuperar la razón sensible que nos vincula a la Tierra, nuestra casa común, y con el resto de los habitantes que la pueblan para construir nuevas maneras de habitarla. Ante este capitalismo depredador que le ha declarado la guerra a la vida, se imponen otras alternativas: escenarios 100% renovables, agroecología, economía solidaria...
Porque muchas personas ya no tienen casa ni tierra a la que regresar. Cada segundo, una persona abandona su hogar por causas relacionadas con el cambio climático, según el informe Frontiers 2017 de la ONU. Hemos construido un modelo de desarrollo que expulsa a las personas de sus hogares porque ya no pueden cultivar, pescar... Subsanar nuestra deuda ecológica con los países del sur global es una cuestión de derechos humanos.
Porque las mujeres hemos demostrado que existen otras maneras de relacionarnos con la Tierra y los recursos naturales, entendiendo que somos un todo. Se resisten ante este extractivismo salvaje (megaminería, explotación petrolera, agronegocios, construcción de represas...) que además de acelerar el cambio climático, deja también a su paso una estela de violaciones de derechos humanos y expulsiones de sus territorios. Ellas continúan desafiando a las grandes corporaciones que atentan no sólo contra sus comunidades sino también contra sus cuerpos, en muchos casos con total impunidad.
Porque como bien señala Jeffrey Sachs, "necesitamos un nuevo tipo de política que garantice la seguridad ambiental para la gente del planeta, cumpliendo con el acuerdo climático de París, protegiendo la biodiversidad y reduciendo la contaminación, que mata a millones de personas cada año". Nuestros políticos siguen en las fauces de los lobbies de las energías contaminantes ofreciendo viejas recetas para salir de la crisis, centradas en los recortes sociales, el blindaje de nuestras fronteras y la defensa de los intereses de las grandes multinacionales en lugar de los de la ciudadanía.
Porque necesitamos mucha creatividad para afrontar la crisis ecológica y social que atravesamos. De esta crisis, no salimos únicamente con soluciones tecnológicas: creatividad e imaginación son fundamentales porque tenemos aún muchas incógnitas por resolver. Federico Mayor Zaragoza insiste en el "déficit de alma de nuestras sociedades que es necesario subsanar recuperando el verdadero valor de los vínculos interpersonales, del tiempo, de los espacios y las formas de convivencia, del trabajo digno y de la esperanza". ¿Quién se ha adueñado de nuestro tiempo? Recuperemos el valor de los cuidados, dejémonos llevar por la belleza de los cambios y atrevámonos a "olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía", como escribía Fernando Pessoa.
Porque es la hora.Porque es necesario un cambio radical en el modelo energético y económico, y no va a ocurrir si no lo forzamos desde abajo. ¡Ponte #EnPiePorElClima! El 8 de septiembre hay planeadas miles de acciones en ciudades y pueblos de todo el mundo para exigir que las autoridades locales se comprometan a construir un mundo libre de combustibles fósiles. En Madrid, la cita es a las 19h en la Plaza del Museo Reina Sofía. Estas movilizaciones son previas a la Cumbre Global de Acción climática de California en la que, del 12 al 14 de septiembre, líderes y personas de todo el mundo se reunirán para empujar los avances del Acuerdo de París y alcanzar compromisos políticos más ambiciosos.