Por una Europa unida, social y solidaria

Por una Europa unida, social y solidaria

Nacía así una Europa basada en la solidaridad entre pueblos, bajo una perspectiva de convivencia en paz y unión para hacer frente a los desafíos comunes.

Concentración pro-UE en PoloniaNurPhoto via Getty Images

Tal como día hoy, hace 72 años, surgió la semilla del actual proyecto europeo, un 9 de mayo de 1950 la Declaración de Schuman ponía los cimientos del proyecto común. Nacía así una Europa basada en la solidaridad entre pueblos, bajo una perspectiva de convivencia en paz y unión para hacer frente a los desafíos comunes y asegurar así una prosperidad colectiva.

Siete décadas más tarde, Europa se ha enfrentado a los desafíos derivados de la irrupción de la pandemia. El reto de reactivar la economía tras la grave crisis y la oportunidad generada para transformar nuestro modelo productivo y fortalecerlo han sido las bases de la recuperación. Europa logró ponerse de acuerdo y dar una respuesta muy diferente a la de la anterior crisis económica y social. Esta vez estuvo a la altura y se alcanzaron hitos como la emisión de deuda conjunta por primera vez en la historia para financiar el plan de recuperación a través de los fondos Next Gen.

Actualmente, estos fondos ya están transformando nuestra economía y están llegando a la ciudadanía, sectores productivos y administraciones. En los próximos años veremos cómo son una auténtica palanca de cambio, una ventana de oportunidad que estamos aprovechando. Por fin la austeridad del pasado, que tanto perjudicó a los países del sur, ha dejado paso a un ambicioso programa de inversión y estímulo económico basado en la transformación verde, digital, igualitaria e inclusiva.

En las Illes Balears ya están sirviendo para transformar nuestra economía, siendo la primera comunidad autónoma en cuanto a nivel de ejecución. Unos fondos que ya están cambiando nuestro modelo energético, acelerando la transición energética y permitiendo diversificar nuestra economía, creando así puestos de trabajo estables y de calidad.

La respuesta tiene que pasar por los mismos principios de Schuman: más unidad y más solidaridad para poder hacer frente de manera conjunta a los desafíos

A estos retos ahora añadimos la situación derivada de la guerra de Putin que pone a prueba de nuevo el proyecto común europeo. La respuesta tiene que pasar por los mismos principios de Schuman: más unidad y más solidaridad para poder hacer frente de manera conjunta a los desafíos. Europa tiene que seguir siendo un referente en materia de derechos humanos y valores democráticos, además de apostar por su autonomía y fortaleza en un mundo globalizado.

Sin embargo, Europa aún tiene muchos retos pendientes como es el desarrollo del pilar social y de derechos. La Unión Europea debe profundizar en aspectos como la igualdad efectiva de oportunidades, las condiciones de trabajo justas y la protección e inclusión social. Impulsar esta Europa social y solidaria permitirá relanzar el proyecto común apelando a toda la ciudadanía. No podemos permitir que la extrema derecha ponga en peligro el proyecto europeo por no haber aportado soluciones a los problemas de la gente corriente.

Así pues, celebramos el Día de Europa defendiendo todo lo logrado conjuntamente y reclamando más pasos que profundicen en una Europa centrada en las personas. El éxito del proyecto común dependerá de que la Unión Europea esté a la altura para dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas que reclaman mayor igualdad de oportunidades, bienestar y justicia social.