Por qué te interesa hablar con el nuevo becario
Cinco buenos motivos para acoger con los brazos abiertos al 'chico nuevo' en la oficina.
Como cada año, a mediados de junio los becarios empiezan a hacer su aparición en las empresas. Desde la implantación del Plan Bolonia en 2010, muchos estudiantes de Grado están obligados a realizar un período de prácticas profesionales en empresas. Así que puede que esta misma semana te encuentres a alguno de ellos en tu trabajo.
Normalmente cuentan con un par de meses para adaptarse a la vida profesional en el ámbito que les interese. Pero, a veces, les cuesta hacerse un hueco en las empresas, que no saben muy bien qué hacer con ese joven con tantas ganas de aprender.
No obstante, deberías hacer el esfuerzo de invertir un poco en su formación, sostiene Maxime Coignard, coach profesional y autor de Les 7 lois du changement [Las siete leyes del cambio]. Coignard explica los motivos para acoger con los brazos abiertos a los jóvenes becarios:
1. Porque transmitir conocimientos es gratificante
Hablar de tu profesión y transmitir el saber a un joven permite recordar por qué decidiste trabajar en ese campo y por qué elegiste ese puesto. De este modo, "se da sentido a lo que uno hace", comenta Coignard a la edición francesa del HuffPost. Intercambiar y transmitir conocimientos nos estimula, nos motiva, nos reconforta en la idea de que hemos escogido la trayectoria profesional correcta, añade. "Animo a toda la gente a transmitir sus saberes para enriquecer su vida profesional".
2. Para recibir un nuevo y refrescante punto de vista
Explicar tu día a día a alguien nuevo te permite hacer balance de tu trabajo y ver con más claridad qué puntos deberías mejorar. "El becario aporta una mirada externa", señala el coach. "Si los jóvenes te devuelven feedback de la experiencia al terminar sus prácticas, te será más fácil plantearte y cuestionarte aspectos de tu vida laboral", apunta.
3. Para aprender a ser humilde
Podemos aprender de cualquier persona y la experiencia será enriquecedora para todo el mundo. Bajar un escalón "es una prueba de humildad". "Tendemos a no escuchar a las nuevas generaciones, mientras que ellas suelen tener respuestas a la mayoría de las preguntas que nos planteamos en el mundo empresarial", sostiene el experto.
4. Para celebrar
Contra la rutina de la oficina, las semanas de prácticas pueden ser una solución para dinamizar las horas de trabajo. Es la ocasión perfecta para organizar unas cañas a la salida, un aperitivo de bienvenida o una cena el viernes. En fin, es una excusa para reunirse en torno a un vaso (o similar).
"La idea de la 'celebración' es importante, es fundamental para el becario, pero también para las personas que lo acompañan", apunta Maxime Coignard. "Es una buena forma de consolidar los vínculos y la 'cultura de la empresa".
5. Para preparar el futuro
"A día de hoy, hay bastante diferencia entre generaciones en lo que a dominio de las tecnologías se refiere. También tenemos una visión del mundo muy distinta. La nueva generación tiene mucho que enseñarnos y no debemos subestimarla", recalca Coignard.
"Aparte de pedirles trabajo de fotocopias, las empresas deberían hacer otras preguntas a los jóvenes. Sobre todo, en cuanto a las costumbres de su generación, sobre las redes sociales o sobre sus hábitos de consumo", sugiere. "No escucharles es correr el riesgo de no adaptarse al mercado y a las tendencias", advierte el coach.
"Los becarios pueden contribuir a que una empresa mantenga sus valores y su ADN a través del tiempo", señala Coignard. En resumen: cuando veas que llega un chico o chica nuevo a la oficina, piensa en el futuro de la empresa y en el tuyo propio.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano