Por qué no debería preocuparte que la OCU diga que estos pintalabios tienen sustancias tóxicas
Tres barras de labios de Kiko, MAC y Too Faced han sido señaladas por la Organización de Consumidores y Usuarios.
“Pueden ser perjudiciales para la salud”. Esta es la alerta de la OCU sobre tres barras de labios de las marcas Kiko, MAC y Too Faced analizadas en un estudio publicado en su revista de febrero. La investigación avisa de la elevada presencia de ingredientes potencialmente tóxicos en estos labiales. En concreto tres compuestos: MOAH, MOSH y POSH.
Se trata de hidrocarburos de aceites minerales derivados del petróleo que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera cancerígenos, motivo por el que este organismo prohibe su presencia en alimentos. La Organización de Consumidores y Usuarios denuncia el alto porcentaje de estos ingredientes en las barras de labios señaladas y apuntan a una necesidad de legislar desde la Unión Europea, algo que rápidamente ha desmentido Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, que indica que no se han superado los porcentajes.
Toda la industria cosmética se rige por el Reglamento CE 1223/2009, uno de los “más estrictos, seguros y fiables en la actualidad”, tal y como explican desde la asociación. En el artículo 3 del documento se deja bien claro: “Los productos cosméticos que se comercialicen serán seguros para la salud humana cuando se utilicen en las condiciones normales o razonablemente previsibles de uso”. Tan sencillo como utilizar el labial simplemente para lo que está diseñado: pintarse los labios.
Desde el Ministerio de Sanidad aclaran a El HuffPost que este tipo de legislación se actualiza constantemente para “recoger cualquier preocupación en materia de eventuales riesgos y para adaptarse al progreso técnico”. En ello trabajan autoridades europeas y españolas, miembros del Comité Científico de Seguridad de los Consumidores y personas relevantes de la industria cosmética. Stanpa informa que a día de hoy el reglamento 1223/2009 cuenta ya con cinco anexos que regulan más de 2.000 ingredientes. La OCU ha confirmado a este periódico que se “reafirman en todo lo publicado en el artículo”.
“Los Estados miembros tienen la obligación de supervisar el cumplimiento del reglamento y de los principios de Buenas Prácticas de Fabricación, mediante acciones de control e inspección”, añaden desde Sanidad, insistiendo en que “todos los cosméticos que están en el mercado son seguros”.
Para el doctor Juan García Gavin, de la Academia Española de Dermatología y Venereología, “pocas cosas —al margen de la alimentación— están tan reguladas por la Unión Europea como los cosméticos, y más cuando se trata de compuestos potencialmente cancerígenos”.
¿Qué son los MOAH, MOSH y POSH?
Los MOAH, MOSH y POSH son hidrocarburos de aceites minerales sobre los que se debate desde hace años, pero su presencia en la composición del cosmético es muy pequeña. “Intervienen en la cera y en la parafina, que es una emulsión de aceite”, explica el doctor García Gavin.
Gozan de gran popularidad por sus múltiples propiedades. “Se utilizan en todo tipo de labiales porque aportan hidratación, brillo, untuosidad o protección para la piel”, recuerdan desde Stanpa. Además de en las tres barras señaladas por la OCU, podrían estar en muchos otras, ya que el estudio solo ha analizado nueve labiales.
Para el dermatólogo el problema de los hidrocarburos de aceites minerales es que “son un cajón de sastre” muy difícil de regular y complejo porque “existen muchos tipos y alguno puede tener alguna toxicidad crónica”. Por eso se ha fijado una franja que limite la cantidad de estos ingredientes en el producto final. García Gavin destaca además que “la piel no absorbe estos compuestos”, por lo que no penetrarían dentro del organismo. A pesar de que la absorción es inexistente, la OCU insiste en que estos productos pueden ser ingeridos por vía oral, por lo que no se debería obviar el “efecto acumulativo en usuarios habituales”.
La Organización de Consumidores y Usuarios quiere destacar que es posible fabricar barras de labios sin MOSH ni MOAH, como en el caso de los labiales de Chanel, analizados también en la investigación.
El doctor insiste en que los especialistas en dermatología no se toma demasiado en serio estos avisos “porque la OCU no presenta la metodología que emplea” para realizar este tipo de estudios y eso “es contrario al método científico y genera confusión”. La respuesta de la Organización para no hacer pública su metodología es clara: “Queremos evitar represalias al laboratorio por parte de la industria cosmética, para ello guardamos estricta confidencialidad sobre quien realiza los análisis”.
Desde Stanpa informan de que los consumidores, aunque cada vez se decantan más por la cosmética natural por cuestiones de sostenibilidad, son partidarios en un 92% “del uso de la ciencia y la tecnología para mejorar la eficacia” de los productos.
La asociación lo resume a la perfección: “Cualquier cosmético ha tenido que pasar por un examen completo de seguridad antes de llegar al mercado, desde sus ingredientes al producto final”. Que no cunda el pánico.