¿Por qué España está viviendo una pandemia de ludopatía?
El juego online ha experimentado durante los últimos años un crecimiento que parece no tener límites.
Durante los últimos años, Europa se ha visto inmersa en un profundo problema que afecta sobre todo a hombres mayores de edad. Esta problemática recibe el nombre de ludopatía, y está estrechamente relacionada con las apuestas y el juego online.
Algunos expertos señalan a la ludopatía como una de las principales epidemias del siglo, por su gran potencial de adicción y por las dificultades que experimentan los ludópatas para salir del círculo vicioso en el que se convierte el juego.
El juego online ha experimentado durante los últimos años un crecimiento que parece no tener límites. Según la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), entre el año 2012 y el 2017 la facturación del juego online en España creció un 387% hasta superar los 13.000 millones de euros. El mismo estudio refleja que el sector ha crecido gracias a la incorporación de personas cada vez más jóvenes por las facilidades que ofrece el juego online.
En España, la situación todavía es más grave y se ha situado como el país de Europa con un mayor porcentaje de ludópatas menores de 20 años. La adicción al juego tiene su origen en las máquinas tragaperras que pueden encontrarse en multitud de bares repartidos por el territorio español, pero la situación se agrava por el fácil acceso a los juegos online, donde la percepción del ludópata con el dinero físico desaparece.
Por este motivo, la adicción de los jóvenes va en aumento, y la edad a la que estos jóvenes se convierten en adictos es cada vez más baja debido, en parte, a los videojuegos online. Los bares (donde se ubican las máquinas tragaperras) y los casinos, han sido históricamente los espacios a los que los ludópatas acudían para jugar. En la actualidad, la digitalización del juego lo convierte en algo mucho más peligroso, podemos jugar y apostar a través de nuestro ordenador o teléfono móvil desde cualquier lugar, y el dinero vuela.
Actualmente, más del 13% los menores apuestan dinero pese a las prohibiciones expresas en la normativa vigente. Además, el problema se agrava cuando observamos que las personas que empiezan antes en el mundo de las apuestas tienen un mayor riesgo desarrollar adicción hacia este tipo de juegos.
Las características más comunes del ludópata en el territorio español encaja con un hombre de 36 años, con trabajo y cuya primera toma de contacto con el juego son las máquinas tragaperras. La edad en la que la mayoría de hombres empieza su adicción al juego es a los 19 años. Este dato es preocupante dado que la edad en la que se empieza se ha reducido en prácticamente 10 años respecto a los datos del 2014.
El problema de la ludopatía en España tiene un trasfondo político, pues todos los indicadores muestran con claridad que no se están tomando las medidas adecuadas para frenar esta tendencia. Varias organizaciones han denunciado públicamente la inoperancia de los partidos políticos para afrontar este problema, señalando que solamente el 10% de los ludópatas llegan a tratar su adicción.
Uno de los principales factores que influyen en la creciente adicción de los jóvenes es la búsqueda de la recompensa inmediata y su menor percepción de las conductas de riesgo. Los estímulos que proporcionan las apuestas pueden reducir momentáneamente las sensaciones de ansiedad frecuentes en los adolescentes.
Otro de los factores que más incidencia tienen en la ludopatía son las campañas publicitarias lideradas por reconocidos deportistas y personajes famosos a través de Internet y la televisión, un factor que aumenta notablemente la presión para jugar desde este tipo de dispositivos a los cuales tenemos acceso prácticamente instantáneo.
Este mayor acceso al juego provoca un aumento en la ludopatía. Si bien es cierto que hace unos años los ludópatas tenían que desplazarse físicamente hasta los bares o casinos para poder jugar, la digitalización ha permitido facilitar el acceso desde cualquier lugar, aumentando la cantidad de dinero que está en juego, a la vez que también aumenta la probabilidad de que la ludopatía se convierta un grave problema para muchas personas.
Los expertos coinciden en que es necesario crear un marco normativo más restrictivo que regule la publicidad del juego y las casas de apuestas, pues se ha convertido en un problema de salud pública que afecta principalmente a los colectivos más vulnerables como el de los jóvenes. No cabe olvidar que el juego está hecho para crear adicción y sólo la concienciación y una regulación más dura podrá revertir la situación que estamos viviendo en la actualidad.
Para trabajar en la dirección adecuada, es necesario que tanto organizaciones como la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) como los partidos políticos, tomen cartas en el asunto para regular este tipo de actividades que pueden acabar causando un grave problema sobre la economía familiar y la salud mental de algunas personas.