Necesitamos más "rojos y maricones" como Jorge Javier Vázquez
No es un icono antifascista pero necesitamos a más como él para plantar cara a los que quieren llevarnos hacia atrás. (Y, por qué no, para recordarnos que, “aunque sea una mala racha, no te folles a un facha”).
Un programa de “rojos y maricones”. Así ha definido Sálvame este lunes Jorge Javier Vázquez, presentador del programa. Se ha convertido en trending topic al momento por su tensa discusión con el colaborador Antonio Montero a raíz del llamado Merlos Place. ”¡El discurso de Vox aquí no! Aquí podéis debatir de lo que os salga de la peineta, pero los discursos y las mierdas no”, ha espetado el presentador de Telecinco. Y se ha quedado tan ancho.
Jorge Javier ha respondido así a Montero cuando el periodista ha intentado defender la infidelidad de Merlos utilizando el ya tan manido argumento de el chalé de Pablo Iglesias. ”¿Qué tiene que ver aquí Pablo Iglesias? ¿Le ha puesto él a la tía o qué? ¿O Irene Montero? Y ahora el chalé de Galapagar, ¿qué tiene que ver aquí el chalé de Galapagar?”, le ha dicho el presentador. Y lo ha hecho siendo el Jorge Javier de toda la vida: irónico y con sentido del humor.
Pero eso sí, ha hecho lo que no ha hecho nadie en una cadena como la suya: ha atacado al corazón de los instintos políticos más bajos, los que encarna la extrema derecha, de una forma inteligente y empoderada ante casi tres millones de personas. Porque esa es la cifra a la que se acerca la audiencia de su programa, un porcentaje mucho más representativo de España que los tuiteros que se ensañan tecleando contra la gestión sanitaria y el gobierno de izquierdas más que sobre la propia pandemia.
Y no es que las palabras de Jorge Javier Vázquez sean más sabias que las de otros tertulianos o periodistas que han querido sacar a la luz las campañas de estos individuos —entre los que se encuentran Merlos y Montero, pero también otros como Cristina Seguí, Carlos Cuesta o Javier Negre y su nuevo canal de Youtube Estado de Alarma— en otros platós de televisión. Es que lo ha hecho en la misma cadena donde algunos de ellos se pasean por los diferentes platós convertidos en auténticos expertos en epidemias globales si se trata de criticar la gestión de la izquierda.
Son muy pocas las causas de las que Sálvame puede considerarse referente y Jorge Javier no va a convertirse en un icono antifascista y LGTBI de nuestro tiempo por sus palabras (para ese puesto ya está Bob Pop, entre otros). Pero sí necesitamos más “rojos y maricones” como él, porque son capaces de plantar cara a aquellos que quieren llevarnos hacia atrás y hacerlo allí donde más gente los ve. (Y, por qué no, para recordarnos que, “aunque estés en una mala racha, no te folles a un facha”).