Por qué cocinar para otros te hará más feliz (y este emocionante vídeo te lo demostrará)
En muchas culturas y muchos países, la comida es una verdadera expresión de amor.
¿Comer la tortilla de patatas te recuerda a tu infancia? ¿Recuerdas el invierno cada vez que hueles unas buenas lentejas? No son imaginaciones tuyas. Los sabores y olores de la comida se asocian directamente con recuerdos, algo que demuestra el factor emocional de la cocina, no solo a la hora de consumirla, sino también de prepararla.
Cocinar en grupo, o para otros puede hacerte más feliz. Así lo explicaba Julie Ohana, trabajadora social y terapeuta culinaria artística en un artículo para la edición estadounidense de El HuffPost. "En muchas culturas y muchos países, la comida es una verdadera expresión de amor, y la verdad es que es algo bonito, porque todos estamos vinculados a ella. Pienso que podría ser contraproducente si reemplazara la comunicación en el sentido tradicional de la palabra, pero si es un complemento, es algo totalmente positivo y maravilloso", comentaba Ohana.
En ese mismo artículo, laprofesora asociada de Ciencias Psicológicas y del Cerebro en la Universidad de Boston, Donna Pincus, hablaba en concreto sobre los beneficios de hacer repostería para otros."Puede incrementar la sensación de bienestar, ayudar a reducir el estrés y hacerte sentir que has aportado tu granito de arena al mundo, algo que quizás incluso aporte más sentido a tu vida y mejore tu vínculo con las demás personas", explicaba Pincus.
A la hora de recordar momentos o despertar emociones, los olores pueden ser más poderosos que las palabras. "El olor se dirige a las partes emocionales del cerebro y a las de la memoria, mientras que las palabras se dirigen a las partes del pensamiento del cerebro", explica el doctor Ken Heilman, profesor de neurología en la Universidad de Florida.
Además, esas emociones y recuerdos no se desvanecen con el paso del tiempo. Es posible que no identifiques un olor o un sabor, pero que lo asocies con tu infancia, por haber probado un plato determinado en aquel momento. En eso se basa y así lo muestra la nueva campaña de Teka, Donde se cocina la vida, que muestra los esfuerzos de un hijo para que su padre recuerde o esboce una sonrisa, y finalmente lo consigue al preparar una de las recetas de su madre.
El corto no ha dejado indiferente a nadie, y son muchos los que han acudido a las redes sociales para dar su opinión y confesar que se habían emocionado con la historia. El vídeo alcanza ya prácticamente el millón y medio de visualizaciones en el perfil oficial de Teka en YouTube, donde varios usuarios de la plataforma han comentado que les ha tocado la "fibra" y la "patata", además de compartir sus propios recuerdos asociados a la cocina.