Por qué cada comunidad tiene un modo distinto de contabilizar los muertos por coronavirus
"Los datos no son uniformes", ha reconocido la número dos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, María José Sierra.
Cada comunidad, un modo distinto de contabilizar los muertos por coronavirus. “Los datos no son uniformes”, ha reconocido la jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad (CCAES), María José Sierra.
Pese al repetido llamamiento de unidad hecho por Pedro Sánchez y las autoridades nacionales, los gobiernos autonómicos enfrentan sus diferentes modelos de recuento. Entre ellos existe la percepción, como indican varios políticos territoriales, de que a pesar de conocerse ya más 10.000 víctimas mortales en todo el país, la cifra real es más alta que la oficial. ¿Por qué cada territorio lo hace de una manera distinta?
Unas autonomías comunican cifras acumuladas y otras ofrecen la radiografía del día anterior. Algunas cuentan solo los decesos ocurridos en centros hospitalarios, mientras otras incluyen los sucedidos en las residencias. Y así, desde el inicio de la pandemia.
Las variaciones se notan hasta en el manejo de redes sociales. Un contraste entre las que utilizan sus cuentas para dar un informe diario y las que apenas ofrecen información al respecto. Tampoco en esto hay unidad.
El ejemplo viene de lejos. El primer fallecido con coronavirus en España se hizo oficial el 3 de marzo, en Valencia. Se trataba de un hombre muerto el 13 de febrero, al que se le hizo la prueba post-mortem y dio positivo en Covid-19. Esa víctima no hubiera contado para otras comunidades.
No es un problema exclusivo del sistema autonómico nacional. Esta misma problemática alcanza el ámbito internacional. Cada país también ofrece las cifras que considera según su propio modelo y su concepto de transparencia: Francia, por ejemplo, solo reconoce como fallecidos los que han muerto en un hospital; en Reino Unido se pide permiso a los familiares para incluir al finado en la estadística... mientras España e Italia contabilizan a todos los que hayan dado positivo. Más allá, China, cuyos datos ponen en tela de juicio distintos investigadores y expertos, además de Estados Unidos.
Las mil maneras de contar
Entre los más precisos a nivel autonómico está el Gobierno vasco que contabiliza como fallecidos por coronavirus a todas las personas que se les ha hecho la prueba y después muere, aunque tengan otras patologías. En concreto, en Euskadi se han efectuado más de 8.300 test por millón de habitante, una cifra equiparable a países como Italia y Corea del Sur, señalan fuentes del Ejecutivo autonómico.
En Cataluña, los datos que el Govern comunica todas las noches se limita a los fallecidos en hospitales. Sin embargo, no hay un análisis por edades, por lo que se desconoce si están incluidos los ancianos fallecidos a consecuencia del virus en residencias y otros centros. Por ello, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha pedido a las empresas funerarias que aporten todos la información de que dispongan para que no exista un desfase entre los muertos en hospitales y el total de fallecidos.
Madrid, en su momento declinó hacer pruebas a todos los sospechosos, a diferencia de otros territorios. El propio Fernando Simón llegó a afirmar que ese modelo “no es lo ideal”. Hablaba de criterios “revisables”, aunque sin clarificar un único modelo de recuento.
Entre los políticos que han cuestionado el modelo oficial español, el expresidente extremeño José Antonio Monago, líder del PP en la comunidad. Habló, incluso, de una “orden” para ocultar la cifra verdadera, algo que rechazó de plano Grande-Marlaska. El ministro de Interior respondió acusando al ‘popular’ de “gravedad” manifiesta en sus palabras.
Sin embargo, otras comunidades como Galicia se han inclinado por variar su forma de recuento. La consejería de Sanidad contabilizará sólo los fallecidos en hospitales, mientras que la consejería de Política Social se hará cargo de los que mueran en residencias de ancianos.
Sin embargo este método de cálculo ha planteado ya alguna reserva dado que el dato de residentes en geriátricos que sean trasladados a hospitales y fallezcan en el centro hospitalario podría quedar “parcialmente oculto”, han comentado a Efe fuentes de la administración autonómica.
Respecto al desfase de datos, el Gobierno de Aragón cuenta los fallecidos la jornada anterior, no los producidos efectivamente ese día, y por eso se acumulan más en martes (cuando se suman al lunes los del fin de semana). Hoy, el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, ha informado de que la prueba en los hospitales se hace a todas las personas que tienen una afección respiratoria. En cambio, en las residencias solo se hace en determinados casos y se contabiliza como fallecimiento por COVID-19 cuando el médico en su certificado de defunción estima que esa puede ser la causa.
Comunicaciones cada día a las 20:00 al Ministerio... en algunos casos
La situación en Castilla-La Mancha es que las pruebas solo se hacen cuando las personas están vivas. Por contra, en Canarias sí se hace la prueba tanto a personas vivas con sospecha de coronavirus como a fallecidos y los datos se trasladan a diario a las 20:00 horas al Ministerio de Sanidad. Son los mismos datos, aseguran fuentes de este Gobierno, que al día siguiente Sanidad traslada a la prensa, con el detalle de hospitalizaciones y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
En la misma línea, la Comunidad Valenciana, que pasa diariamente a las 20:00 horas los datos al Ministerio, ha asegurado que la cifra que se da de fallecidos es porque se les ha hecho la prueba y dieron positivo. En Murcia, el Servicio de Epidemiología recoge cada día los fallecidos por COVID-19, datos que se trasladan a Sanidad. Actualmente, en la Región de Murcia sólo se hacen las pruebas de coronavirus a las personas fallecidas que manifestaban síntomas de la enfermedad.
El Gobierno de Navarra contabiliza como fallecidos por COVID-19 a los que han muerto en hospitales con ese diagnóstico y en residencias, donde su certificado de defunción apunte esta circunstancia. En cuanto a los test, en Navarra cuando se trata de un “caso posible” no se le practica la prueba post morten y en el certificado de defunción se limitan a informar de que se trata de un caso no confirmado por supuesta infección de coronavirus, que finalmente no computa en el recuento final.
En Ceuta, con un solo fallecido, la notificación se produjo al momento con un comunicado conjunto de la consejería de Sanidad de Ceuta y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), organismo que gestiona la sanidad de Ceuta.